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¿Fue la era de Los Strokes un retroceso para el rock?

Tal vez los 2000 nos dieron un renacimiento del rock, o tal vez solo nos dieron un puñado de chamarras de cuero.

El mes pasado, la escritora Lizzy Goodman publicó un libro titulado Meet Me in the Bathroom, una historia oral exhaustiva de la escena del rock en Nueva York en pleno cambio de siglo. Con más de 600 páginas, este es el único texto que documenta este periodo y que también puede ser utilizado como arma letal, lo que resulta apropiado, pues a veces pensaba que el proceso de seis años de compilación del material, podría haber terminado con su autora. Pero su trabajo incansable valió la pena y el libro tuvo un éxito abrumador a nivel comercial y crítico, lo cual la llevó al Late Night Show de Seth Meyers y, en pocas semanas, cimentó su lugar en el canon de los libros de historia del rock. Y con justa razón. Este libro es, en mi opinión, uno de los textos sobre rock más inteligentes y completos de los últimos 20 años. Es un gran recordatorio de lo que tendría que ser hoy en día la escritura sobre rock, en lugar de la basura de listas y opiniones que solemos consumir como dieta diaria. También es lectura obligada para cualquier joven escritor lo suficientemente idiota como para aspirar a tener una carrera en el periodismo musical. Y puedo asegurar que este es un trabajo excepcional porque, a pesar de estar en total desacuerdo con su premisa, lo disfruté profundamente.

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Meet Me in the Bathroom pretende narrar y, en muchos casos glorificar, una escena en la que la misma Goodman desempeñó un papel, pues afilaba sus colmillos como intern de SPIN, donde conoció a muchos de los actores clave de esta época. En su investigación, entrevistó a más de 150 expertos, entre músicos, escritores, publicistas y gerentes, y utiliza hábilmente sus recuerdos e historias para guiar la narrativa del periodo entre 2001 y 2011 para hacernos creer que, como lo describió el periodista Conor McNicholas en la cuidadosamente seleccionada línea de apertura del libro, esta fue una "época de oro". Yo tengo una humilde aparición en el libro hablando de Bright Eyes, por ejemplo, un tema sobre el que Goodman sabía que estaría feliz de hablarle hasta llenar la memoria de su grabadora. Pero al hacerlo, el libro decidió apoyarse en la recolección de un fan sobre la escena y las bandas en ascenso que la conformaron, incluyendo a Interpol, Fischerspooner y los principales, The Strokes.

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