Por momentos parecía un lugar totalmente distinto y lejano a Bogotá, un lugar donde reinaban trenzas de todos los colores; shorts de jean que enmarcaban piernas y traseros monumentales; camisetas esqueleto acompañadas de gorras de visera plana, nubes blancas y densas de porro. Todo encajaba perfectamente para el festival de reggae más relevante del país. Había un sol delicioso, tres tarimas con música y el particular aroma de la ganjah que perfumaba todo el lugar.Durante más de 12 horas, los amantes del reggae, el dancehall, el hip hop, el ragga y todas sus variantes y mezclas, se reunieron en un solo lugar para vibrar al ritmo de esos sonidos isleños que crean ambientes de fiesta, sudor y relajación. Los locales De Bruces a Mi, Los Elefantes, Reyes On The Mic, Diana Avella y toda una camada de DJs nacionales, fueron los encargados de preparar a la gente desde temprano para lo que se vendría durante el resto del día:Alika con su arsenal de rimas contestatarias a ritmo de reggae, hip hop y cumbia villera; Al2 de Los Aldeanos con una crudeza implacable en sus letras; Kafu Banton con su colección de hits y una banda absolutamente poderosa; los 3 integrantes de Sian Supa Crew que con sus scratches salvajes y rimas como balas de metralleta, pusieron a agitar las manos y cabezas de todo el mundo.Más tarde vendría un desenfreno brutal de la mano de Pablito Molina y Fidel Nadal comandando a Todos tus Muertos, una máquina que no se oxida y que sí sabe cómo poner a la gente a saltar hasta sudar. Un Alpha Blondy simplemente legendario; un Nach cargado de hits y ansioso por dejar secas las gargantas de sus fans, a quienes no se cansó de pedirles un tsunami de gritos que tumbara la carpa principal. Y, por supuesto, un Sean Paul más que ideal para terminar totalmente extasiados.Así lo vivimos:a
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