Desnudamos a Los Amigos Invisibles

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Desde hace 24 años Los Amigos Invisibles nos han visto crecer, ellos han estado ahí acompañando todas nuestras fiestas. Estuvieron presentes el día que la novia de tu amiga se cayó y se rompió la cara, bailando “La vecina”; el día que tu amigo, borracho, le dedicó “En cuatro” a su ligue; el día que tu morra extranjera gritaba «disco anal, disco anal», sin tener idea de lo que significa; la primera vez que hiciste el amor en la pista, y hasta cuando tu mejor amiga decidió irse del país. Estos vatos ya no necesitan introducción y eso lo han logrado gracias a su lealtad en cualquiera de tus pedas. Ahora nos tienen una gran noticia: van a estar el 3 de diciembre en el Pepsi Center, aquí en México, para presentar su nuevo álbum, un disco que cuenta con las mejores ocho canciones de su carrera musical, pero en versión acústica. O sea, la misma sabrosura de siempre, pero ahora al desnudo. Y como la banda ha decidido desnudarse ante nosotros haciendo un acústico, quise hacerles una entrevista para que me contaran un poco sobre uno de sus temas (y mis temas) favoritos: el sexo. Sin ninguna perversión, insinuaciones o ganas de poner incómodo a mi interlocutor, me contacté por Skype con Juan Manuel Roua, alias “Mamel”, el baterista de los Amigos Invisibles, y me dio algunos tips para poner en cuatro a alguien, también hablamos sobre las mentiras recurrentes en el sexo y la canción más sexy de Los Amigos Invisibles.

Hola Juan
Hola, ¿cómo estás? ¿Bien y tú?… Oye, ¿Por qué no te veo?
(Risas) porque no puse la cámara, ya la pongo… Ahora sí, hola.

Hola. Bueno, ahora sí. Comencemos: ¿Por qué decidieron hacer este disco acústico?
Decidimos hacer este acústico porque, de algún modo, la banda siempre estuvo expuesta a eso, accidentalmente, si se puede decir, ¿no? Desde hace muchos años, cada vez que teníamos entrevistas en radio o en tv, pedían que la banda cantara. Y como no había la suficiente infraestructura para poner a la banda completa a tocar, entonces nos llevábamos una guitarra, unas maracas, un bongo y hacíamos alguna versión acústica de cualquier tema de Los Amigos. Y bueno, quizás esto es una consecuencia de todos esos años haciendo versiones acústicas de nuestras propias canciones. También quisimos ofrecerle a la gente este formato, que sé que les gusta mucho, sobre todo a los fans. Fue como un momento interesante en nuestra carrera, poder ofrecerle a los fans, algo en un formato distinto al acostumbrado en la música de la carrera de Los Amigos. Es un formato como más desnudo ¿no?
Sí, se puede decir que sí, porque en teoría no hay nada eléctrico, pero la misma pachanga está ahí. Todo el elemento bailable que constituye la movida de Los Amigos está presente, aún cuando está completamente en pelotas, como dicen por ahí. Bueno y hablando de estar "en pelotas". ¿Cómo es ese proceso de desnudar las canciones y desnudarse para hacer el amor?
Ah, bueno mira, para hacer el amor es una cosa y para las canciones es otra. (Risas) Ajám, ¿cuál es la diferencia?
Este… mira para lo de las canciones fue bastante interesante, porque, así como te comenté antes, Los Amigos ya habían estado expuestos de algún modo a las canciones acústicas y lo que hicimos fue formalizar todo esto en un proyecto. Quizás tomar toda la música que constituía nuestras raíces musicales en Venezuela, y creo que en Colombia también es parte de toda esa misma influencia caribeña sabrosona-fiestera que tienen los latinoamericanos, y aplicársela a las canciones de Los Amigos. Entonces, para nosotros fue meternos a ensayar durante dos días e incluir a los invitados, para que los invitados se montaran en las canciones. Incluir mucho chachachá, mucha salsa, mucho mambo, bossa nova, samba, todo eso que nos caracteriza a los latinoamericanos. Y eso es, ese respeto a la columna vertebral de todo lo que es la música bailable de Los Amigos.

Sí, claro. Ah bueno. Me gustan las canciones de Los Amigos porque tienen esa picardía de hablar de sexo ¿no? Podemos hablar un poquito de eso… ¿Qué te parece?
Sí, claro. Cuando se formó Los Amigos, se hizo bajo la idea de esta unión de seis amigos de toda la vida, venezolanos, que nos juntábamos a tomar unas cervezas por ahí y nos sentábamos a conversar. Y cada vez que esto pasaba el tema de las chicas y el sexo, era algo que siempre estaba presente, sobre todo a nivel jocoso e irónico, y tú sabes, como picante. En la cultura latinoamericana esto es algo muy estándar, pues. Eso es lo que hablan seis hombres reunidos tomando cerveza en cualquier lugar. Así que cada vez que pasaba una chica bonita pues… se detenía la conversación y todo el mundo a ver y el piropo, y todo la historia. Básicamente las letras de los amigos son la aceptación, bastante honesta, de nuestra idiosincrasia como latinoamericanos: de verle las curvas a las chicas, del coqueteo, del flirteo, que si yo te toco aquí, que tu me tocas allá, que bájame en esto, que bájeme en lo otro… Y a nosotros nos pareció muy interesante que una banda alternativa tuviera una propuesta un poco distinta a lo que, por lo menos en aquel momento, Venezuela ofrecía, que era una onda un poco más social, más sociopolítica a la hora de la composición lírica de las bandas. En este caso Los Amigos nace como una respuesta, una necesidad de la gente de ir a un lugar a olvidarse de lo que está pasando. Mucho del principio de la carrera de Los Amigos fue meterse en discotecas abandonadas a hacer fiestas y tocar, y darle toda esta onda de fiesta a una movida que en Venezuela no existía. Todo el contenido lírico obedece, ¿tu sabes?, a toda esta onda fiestera latinoamericana junto a su idiosincrasia. Y por ejemplo, tú me podrías decir ¿cómo es la mejor manera de poner a alguien en cuatro?
Bueno, yo creo que la mejor manera de poner a alguien en cuatro es simplemente (risas)… Pues ponerla en cuatro (risas). ¿Pero nada?, un tanteo…
No pues, siempre hay un periodo de calentamiento, que no es precisamente el calentamiento global, pero (risas)… siempre hay que echarse unos traguitos, etc, etc. Ir como «cortando la grama» como dicen por ahí y después acostarse. Pero, la mejor manera de poner a alguien en cuatro, es la única que hay (risas). ¡En cuatro y ya! (risas). (Risas). Así tal cual…
El calentamiento también es importante, pero un calentamiento con cariño, siempre con cariño (risas).

(Risas) Muy bien. ¿Cuáles son las mentiras más comunes del sexo?

Del sexo.. A ver, ¿qué te puedo decir? (risas). Bueno mira la verdad es que el sexo es uno de esos momentos donde no hay mentiras. La mentira viene después (risas), la mentira viene después cuando te levantas y dices «¡Oh my God! ¿Qué le digo ahora?» (risas).

(Risas) okey…

Es que todo depende del contexto también…

Como por ejemplo, dame una situación.

Si vas a tener sexo casual, obviamente se presta para muchas posibilidades de decir mentiras ¿no? Bien sea: «yo te llamo» o «nos vemos más tarde» o «quédate aquí y nos vemos más tarde», etc, etc. Obviamente, todo depende del contexto en el cual estás teniendo sexo, es decir, alguien que no tiene ningún tipo de importancia, sino que simplemente es casual, pues «si te he visto no me acuerdo» como dicen por ahí. (Risas)

¿Me puedes recomendar una canción de Los Amigos Invisibles para hacer el amor en la pista?

¿¡En la pista!?

Sí, una canción de Los Amigos que sea bien sexy para hacer el amor en la pista.

“Qué rico” es una buena canción para hacer el amor en la pista.

¿Por qué?

Bueno primero porque es una canción que me recuerda mucho la onda de

Willie Colón de “Amor verdadero”

, no sé si tu recuerdas esa canción. Es una canción que es un merengue bastante sexy, un merengue disco pues. Es súper pegajosa y a la vez súper romántica, que se presta mucho para «pulir la hebilla», como decimos nosotros.

(Risas) Pulir la hebilla

Sí, pegar el cuerpo, se trata de todo el rollo del contacto corporal y toda esta onda. Con las letras así todas románticas, sugestivas y medio cachondosa… Y está buena. De verdad, te la recomiendo, si tienes novio y si no tienes novio no importa.

Listo, pero entonces la tienen que tocar en el concierto para darme el lujo…

Ah bueno, pero tienes que levantar la mano para verte (risas)

(Risas) Listo, o voy y te saludo

Ahh no, claro, pero por favor termina primero (risas)

Sí, sí. ¿Y un tema del acústico?

Te puedo recomendar “Ponerte en 4” también. Es buena. Y también te puedo recomendar, si estás en una onda un poco más romántica, “Viviré para ti”. Está buena, está buena. Porque es como una bossa nova, bien sexy, bien sabrosona.

¿Qué les interesa del tema “El disco anal”?

Mira, fíjate que “El disco anal” es un tema interesante en la carrera de Los Amigos, porque es como un tabú sexual que todo el mundo tiene en la cabeza, pero que nunca nadie se ha atrevido a hablar abiertamente. Quizás hace 15 ó 16 años, cuando la banda estaba empezando a tocar por ahí en la escena caraqueña, pues el tema en Venezuela era un poco más tabú, si se puede decir. A nosotros nos encantaba la idea de que fuera abiertamente honesto con respecto a eso. La verdad es que fue muy divertido ver la reacción de la gente y cómo la gente se reía mucho con el tema porque "El que se ríe sólo, de sus picardías se acuerda", dicen mucho aquí en Venezuela. Entonces, tú ves a la gente muerta de la risa porque saben que "Tú sabes que te gusta, pero que te da pena", ¿no? (risas).

(Risas) O sea que, si lo hicieron, quiere decir que a ustedes les gusta, me imagino.

Bueno, como dicen por ahí, "a nadie le molesta un dulce" (risas).

¿Cómo les gusta el sexo anal?

Mira… este… a mí me gusta en cuatro. Me encanta. Tienes como una panorámica del mundo, del ying, el yang, ves la luz al final del túnel (risas). Un perfecto balance entre la paz del mundo y la espiritualidad…

¿Cuáles son las estrategias para convencer a alguien de tener sexo anal?

Mira chama, yo creo que la estrategia más simple es ser honesto. Tú preguntas y si sí, es. Si no, es no y ya está. Porque qué vas a inventar. No me imagino ninguna estrategia específica para conseguirlo, obviamente, todo está muy relacionado a la confianza que puedas tener con una persona. Y depende del tipo de persona, hay gente que es un poco más aventurera, si se puede decir de algún modo, y como que les gusta experimentar; así como hay otras a las que necesitas convencer con mucho más tiempo. Es decir, hay unas que dicen «me gustaría intentar», pero te dicen «no, no y no» hasta que finalmente te dicen «ok, vamos a darle», y hay otras que dicen «¿sabes qué? Vamos a darle, y si me gusta chévere y si no me gusta, bueno».

¿Pero tú crees que es un tabú?

No, la verdad es que hoy en día eso dejó de ser un tabú hace muchos años. O sea, no hay que ser genio en este mundo, para darte cuenta que la cantidad de pornografía que hay online es abrumante. Creo que cualquier persona tiene acceso a eso y puedes ver y saber de eso de muchas fuentes distintas. Pero sí, si tu no te consideras una persona que está muy abierta a ese tipo de experiencias, obviamente, puede ser un tabú. Si te criaste con unos patrones de educación más conservadora, pues entonces va a ser un tabú y a lo mejor no lo hagas en tu vida, etc, etc. Pero yo creo que depende de la persona, la crianza, la sociedad y la cantidad de información a la que estás expuesto. Si eres una loca o un loco por ahí y no te importa ¡bueno, date!

Para terminar. Cinco consejos de Los Amigos Invisibles para salirse con la suya.

Cinco consejos…

• Ser honesto
• Disfrutar la vida al máximo
• Ponerte tu preservativo
• Tienes que ser una persona divertida
• Tienes que saberte reír

Pero por ejemplo, en “Mentiras” no son honestos y aún así se salen con la suya…
(Risita) Eso no nos pasó a nosotros, eso le pasó a un amigo de nosotros por ahí. No mira, “Mentiras” es básicamente el resultado de una tendencia tecnológica-social en el mundo entero. Ya tú, básicamente, estás en el ojo de todo el mundo, solamente con apretar un botón. Entonces es todo ese juego de picardía que hay de hace un tiempo para acá con las redes sociales. Antes tú te le podías escapar a tu pareja e irte con los amigos a una discoteca, ahora ya no (risas). “Mentiras” es un poco eso, ese juego de palabras en cuanto a cómo representar toda esta situación jocosa de que «me vieron por ahí y me tomaron la foto con un teléfono celular, y yo te dije que yo no era ese» (risas).

Gracias Juan
Dale, cariño. Entonces nos vemos en México.

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