Javiera Mena: de sus pedos con Televisa, su postura frente a la mota y su amor por Daniela Romo

Javiera Mena es una de las artistas chilenas con mayor proyección en Latinoamérica y encabeza la “invasión andina” que de a poco se está comiendo el continente. En pocas palabras, es la crema y nata del pop chileno. Con dos discos que la respaldan, Javiera está cocinando uno nuevo que promete ser una bomba.

Formada en una escuela de monjas, Mena no se calla nada y las letras de sus canciones lo demuestran, son íntimas y sinceras. También lo es fuera de su faceta musical; ha aceptado públicamente su experimentación con drogas y su gusto por las mujeres - seguramente las monjas esas están un poco enojadas con ella.

¿Por qué decidirte a hacer música? ¿Qué es lo que buscas transmitir o recibir de ella?

Javiera Mena: Antes que una decisión, era mi vocación. Algo que tenía que hacer. Nunca decidí estudiar música, desde niña estuve metida en ella. Por allá de los noventas, cuando tuve mi primera computadora, comencé realmente a ejecutarla, gracias a algunos softwares que bajé.

¿Recuerdas la primera vez que tocaste?

Fue en un auditorio de la Universidad de Chile. La mayoría de las personas estaban drogados o pedas. Un contexto de fiesta muy universitario. A muchos les gustó. En ese momento hacía música electrónica experimental, como Aphex Twin, pero también muchas cosas con guitarrita.

¿Cuál es la diferencia entre esos primeros toquines, cuando no eras conocida y ahora?

Ahora trabajo con profesionales de la música, un equipo de personas que decidieron poner parte de su vida en este proyecto. Cuando era joven, yo hacía todo, así que el show no sonaba tan terminado. Pero he aprendido mucho de estas etapas.

En tus comienzos perteneciste a un dúo llamado Prissa. ¿Cómo comenzaron?

Pancha –la otra integrante- pertenecía a un sexteto pop de puras chicas, tenía una onda teatral muy cagada. Siempre me pareció súper talentosa, así que un día me le acerqué y le propuse hacer algo. De pronto nos reuníamos en mi casa a tomar té y escribir canciones.

Al principio nos llamábamos Televisa (risas). En Chile esa televisora no es tan conocida, nosotros creíamos que era algo de una telenovela de los ochentas y nos latió la idea de usar ese nombre. Pero después Televisa nos mandó una carta diciéndonos que no podíamos usar ese nombre, era de ellos y que si no lo cambiábamos nos demandarían (risas).

Pero después ella se mudó a Berlín para estudiar artes visuales y la banda terminó.

Al comienzo de tu carrera en solitario tuviste dos padrinos de lujo: El Otro Yo y Entre Ríos.

Entre Rios fueron los primeros en editar Esquemas Juveniles, lo hicieron bajo su sello Índice Virgeny. Así comenzó a internacionalizarse mi carrera. También conocí a muchos artistas como a Leo García y Los Látigos que en ese momento hacían cosas muy buenas.

Cuando alguien va a ver uno de tus shows, ¿qué es lo que pueden esperar? ¿Buscas transmitir algo en especial?

Lasers y mucho baile (risas). Actualmente es un espectáculo muy discotequero. Es como ver a un DJ cantar: mezclo y meto sintes. También me acompañan unas bailarinas y juntas tratamos de narrar una historia, con personajes que avancen según las canciones. En síntesis: luces, danza y sintes. En Octubre me daré una vuelta por México, así que pronto lo podrán ver.

Supongo que con nuevo disco, viene una nueva gira. ¿Qué concepto visual tienes? ¿Qué tanto te importa el performance?

Estamos en la producción del nuevo disco. Paralelamente estamos pensando en la gira, buscando lugares nuevos para visitar. En octubre buscaremos ir a España, Perú, Argentina, México y el resto de Latinoamérica, pero todavía no tenemos fechas aterrizadas.

Hay artistas que tienen alter egos sonoros. ¿Javiera Mena solo existe en el escenario, o tu performance es una extensión de tu personalidad?

En el escenario soy muy solemne, no es como estar en tu casa o con tus amigos. Un concierto es una comunión entre el público, la música y yo. Así que me gusta crear más que un “personaje”, una actitud de solemnidad. Me importa demasiado, así que trato de hacerlo de la mejor manera.

¿Te importa la moda?

La moda me divierte, la mejor manera de disfrutarla es “siendo tú mismo” – eso lo aprendí de Snoopy de Charlie Brown. Lo que trato de hacer es usar lo que me gusta, más que ver lo que está pasando. Tengo muchos amigos diseñadores, pero trato de crear mi propio estilo. En la vida cotidiana uso muchos colores y prendas deportivas, me encantan las gorras y las hoodies, siento que tienen una vibra medio medieval (risas).

¿Qué artista latinoamericano es tu alma gemela musical?

Tengo muchas almas gemelas. Me gusta mucho María Daniela y su Sonido Lasser, su disco Juventud en Éxtasis, me parece de primer nivel. Me gustan sus letras y la música tiene un súper punch. También me gusta su producción, tipo eurodance noventero, al estilo Patrick Miller.

¿Has ido a Patrick Miller?

Me late, fui a una noche disco, todos estaban muy bien peinados y súper prendidos. Esa noche en particular sentí que ¡bailaba una mierda!

¿Por qué vienes seguido al DF?

Siempre voy, nunca me he quedado más de dos meses, pero voy tanto que ya tengo amigos y un mapa en mi cabeza. Podría decirse que tengo una familia en DF. Marcela Viejo de Quiero Club, así como la escena de músicos de la ciudad, son muy amigos míos y, la gente de ahí te hace sentir muy cómoda, casi como en casa.

¿En qué se parece Santiago al DF y en qué son opuestos?

Para mí una ciudad se compone de la gente y creo que los de Santiago tienen un humor parecido al de los chilangos. Se parecen en mucho, sobre todo en la fiesta.

¿Cómo es la fiesta en Chile?

Siempre hay un pre, la fiesta a tope y un after (risas). Las personas se juntan mucho en las casas de sus amigos, también hacemos muchas parrilladas.

¿Qué amas y qué odias del DF?

Amo a la gente y me caga la delincuencia, hay mucha violencia. En Chile también hay zonas así, pero no es tan grande. Igual la gente está emputada, pero no tanto.

¿Cómo sigue el descontento de los estudiantes con el gobierno?

Continúa latente porque no se ha cumplido la demanda principal, que es la educación gratuita. Hace unos días hubo una marcha gigante y espero que lentamente haya un cambio, porque es un tema muy difícil. Acá todas las escuelas son privadas y la gente se endeuda para estudiar. En ese sentido está muy gringo el pedo.

Después de una gira cuando regresas a Chile, ¿no te sientes un poco como extranjera?

Siempre regreso con una onda más festiva y a veces extraño cosas de los países que visito. De México siempre extraño los puestos de futas de la calle, alucino con ellos.

¿Cuál es el munchies chileno?

¡Pan con aguacate! Acá existe una tradición alemana y somos mucho de sándwiches.

Cuando estás en España, te quedas en Malasaña, ¿a qué lugares vas?

Cuando voy me quedo con los chicos de mi agencia en España Club Social, tienen una casa increíble, de hecho la mayoría de este disco lo compuse en ella. En Madrid hay mucha oferta de fiesta y no aguanto mucho su ritmo, pero todos los lugares suenan súper bien. Los antros que me gustan son: la Sala Boite –suena muy bien-, Diamante y quiero ir pronto a Mondo dicen que se pone bueno.

¿A qué tipo de lugares vas para desconectarte?

Voy a un café muy clásico, tipo italiano, se llama Haití. Es muy tranquilo y elegante, aunque también es un poco de señores. Otra opción en Santiago son los “Cafés con Piernas”.

¿Cómo son los “Cafés con Piernas”?

Chicas guapas con minifalda te sirven el café. Hay unos donde las chicas están semidesnudas.

Existe el cliché de que los argentinos y los chilenos son los “europeos de América” ¿Qué opinas?

En mi caso, me siento mucho más conectada con los latinos, quizá porque hablamos el mismo idioma y compartimos una cultura pop similar, podemos hablar de telenovelas, Sucha o el Chavo del Ocho (risas).

¿Qué tanta música mexicana llega a Chile?

Consumimos muchas cosas mexicanas. En el sur de Chile pasa algo muy curioso, la gente escucha mucho la música ranchera y se ha fusionado con la música tradicional chilena: “La Ranchera Chilena”; allá todos se creen charros. Hace poco vino Alejandro Fernández y abarrotó el lugar donde cantó, fue una locura. También se escucha mucho Juan Gabriel y Ana Gabriel.

¿Cómo va tu sello Unión del Sur?

¡Súper bien! Recientemente hemos comenzado a trabajar con nuevos artistas y estamos aprendiendo de nuestros errores y organizándonos mucho mejor, creciendo.

Tú último disco lo grabaste en parte gracias al crowdfunding. ¿Por qué decidiste usar este medio? ¿Cuál fue la estrategia? ¿Sí te hiso un paro?,

El crowdfunding, nos pareció una manera fresca para armar un proyecto y gracias al apoyo de mis fans se hizo más fácil grabar este disco.

Cuéntanos todo sobre tú nuevo disco ¿Cómo se va a llamar?, ¿qué tan diferente es a los anteriores?

Justamente esta semana tengo que definir el nombre, pero creo que esperaré un poco para ver cómo van las cosas. Este disco es un gran cambio en mi carrera, en escancia soy yo, pero hay grandes diferencias en el sonido, creo que en gran parte por el grupo de personas con el que trabajé.

Por decirlo de alguna manera, para este disco trabaste con personas muy mainstream: lo mezcló Javier Garza, quien ha trabajado con Jennifer López, y fue masterizado por Tom Coyne -Britney Spears, Icona Pop-. ¿Por qué trabajar con ellos?, ¿cómo influyeron en tú sonido?, ¿a qué querías sonar?

Javier Garza es muy profesional y hace un trabajo increíble mezclando las pistas. Sin embargo eso no implica que quisiera sonar muy pop, trabajar con él me ayudó a hacer mi sonido más amplio. Hay que probar muchos caminos, para poder encontrar el mejor.

¿Con quién más te gustaría trabajar? A nivel de producción y como colaborador

Para mí Lindstrøm es un maestro. También GosGos es una banda que me gusta mucho. De Latinoamérica me gustaría trabajar con los Babasónicos, los Quiero Club, se los voy a proponer. Y quizá con alguien desconocido del italodisco (risas).

¿Cómo terminaste apareciendo en la portada de Cáñamo, una revista especializada en el consumo marihuana?

Siempre he dicho abiertamente que he experimentado con drogas. A ellos les gustaba mi imagen y decidieron contactarme. Las fotos están buenas, aparezco fumando en vaporizador en forma de teclado una especie de tabaco, pero igual parece mota (risas).

¿Crees que Sudamérica seguirá el camino de Uruguay hacia la legalización?, ¿cómo lo verías en el caso de México?

No lo sé, ¡ojalá! Pero el pedo que hay es muy complicado. En Chile cada vez hay más políticos que admiten haberse fumado un porro, incluso de la extrema derecha y está habiendo una apertura hacia el tema. Puede ser que algún día se legalice y creo que eso sería positivo. Tampoco lo veo mal en el caso de México, en México todo el mundo está pacheco aunque sea ilegal, los pachecos siempre existirán con marihuana legal o ilegal, pienso que la regularización sería una buena opción.

Hace poco fue Boiler Room Chile ¿Fuiste?

No, pero me contaron que se puso bueno. Con el frio me da un poco de hueva salir. Pero el sábado fui a ver a Sky Fereira con Kim Ann Foxman, mi DJ favorita en la vida. La conozco y me he ido de fiesta con ella, una vez vino a tocar acá y cotorreamos en El Paraíso.

Hace poco vi “Crystal Fairy & The Magical Cactus”, es una peli de Michael Cera. La historia va de unos vatos que se lanzan a la playa a comer San Pedro, ¿eso es común entre los jóvenes?

¡Sí!, es super común, yo lo he hecho, es muy fácil de conseguir. El trip casi siempre es ir con amigos a la montaña o lugares naturales para comer San Pedro.

Contribuiste con música para el soudtrack de “Joven y Alocada” y tuviste una pequeña participación como tú misma. ¿Qué te atrajo del proyecto?,

La película fue muy bien recibida, fue un éxito en Chile. La directora Marialy Rivas me invito a colaborar y armamos un cover de Los Pricionero y también se incluyeron canciones mías. Fue algo muy chido.

En la película tienes un cameo ¿no es un poco raro tratar de interpretarte a ti misma?

No fue raro, todo era una mentira, pero fue algo muy natural, similar a salir en un videoclip.

Hablando de covers, hiciste uno de la canción “Yo no te pido la Luna” ¿Se lo hiciste a Daniela Romo o Jeans?

A Daniela Romo, tiene un sonido ochentero y me gusta. Nunca había escuchado a las Jeans.

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