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Música

Platicamos con Mentira Mentira sobre abuelas y lencería.

Una entrevista con todo ese tipo de cosas que se le preguntan a un artista a las cuatro y media de la madrugada.

Mentira Mentira. Hasta ahora Gaby y los otros miembros de la banda (que por el momento son Luis y Leo, pero que es importante señalar que han habido más colaboradores, que se van y regresan, o que simplemente se van) llevan tres años dentro de la escena musical. Empezaron. Su primer disco lo grabaron con Nene Records y con Vale Vergas Discos. Suenan a un punk raro y bipolar en donde todo está sucediendo al mismo tiempo y de pronto deja de suceder y nunca lo hemos entendido bien desde el principio.

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Hace poco tocaron en un evento que fue organizado por una selección del Festival Antes. La tocada no cabe dentro de los parámetros que podrían existir sobre lo que es un toquín normal. Así que después de que me invadiera la cruda y terminará la depresión postfiesta, contacté a Gaby por medio del ciberespacio para platicar sobre lo que pasó esa noche y le pregunté todo ese tipo de cosas que se le preguntan a un artista a las cuatro y media de la madrugada.

En la tocada mencionaste algo sobre una abuela y lencería; ¿qué pedo con eso?

El día de la tocada andaba un poco acelerado porque Luisillo (nuestro baterista) me regaló unas pastillas que son terapéuticas o algo así. Estas pastillas han provocado que baje de peso y que esté constantemente con una especie de prisa emocional. Ese día de la tocada mis pantalones se estaban cayendo y eso empezó a causarme mucho miedo. Los pantalones podían terminar en el piso en cualquier momento y todos seguramente se reirían de mí. Lo malo de todo el asunto es que me di cuenta diez minutos antes. Percatarme en ese momento me puso más paranoico de lo normal. Decidí correr a Woolworth porque pensé que en esa tienda podría hacer una compra rápida.

Encontrar el cinturón (medida 34) no fue difícil, lo tomé y fui a la caja. ¡Pero la fila no avanzaba! Había una viejita enfrente de mí comprando lencería sexy (uso ese término porque no sé cómo describir lo que vi. Pero supongo que para ella eso era algo sexy) lo ocurrido me perturbó bastante e inmediatamente hizo preguntarme: ¿la lencería que compraba la viejita era para ella? ¿Para sus hijas? Y sí… La lencería era para sus hijas ¿No está súper raro qué una señora les regale eso?

Dudé, por unos segundos (para mí fueron eternos) si debía o no tomar una foto. Pero luego recapacite. Si tomaba una foto de la señora comprando lencería el perverso sería yo, así que preferí voltearme para no verla. Al dar la vuelta me topé con una pareja treintañera que estaba comprando calzones para niño. Al parecer , Woolworth es una tienda bastante popular para comprar calzones.

Si quieren saber más sobre la tocada y la abuela den click aquí.