Un tributo a los álbumes olvidados del 2005

Da un vistazo cuidadoso a tus redes sociales o a tu página de música favorita y encontrarás por lo menos un artículo haciendo tributo a un álbum que tiene 10, 15, o 20 años de haber salido. Y todos llegan a la misma conclusión: Estamos muy pinche viejos.

Todos lo hacemos. Vemos que han pasado diez años desde el lanzamiento de un disco importante, compramos boletos para los conciertos de reunión, leemos artículos relacionados a eso, y fingimos sorpresa cuando nos damos cuenta de que ha pasado tanto tiempo desde que salieron.

Con eso en mente, espera toneladas de tinta derramada en artículos venegloriando lo mejor del 2005: Illinoise de Sujan Stevens, Picaresque de The Decemberists, Late Registration de Kanye West, Z de My Morning Jacket, Gimme Fiction de Spoon, el álbum debut de LCD Soundsystem, etc.

Todos son discos fantásticos, pero, ¿qué pasa con los niños que se sentaban en la parte de atrás del salón y se presentaron a su reunión de diez años solo para ser recibidos con miradas perplejas? ¿Dónde está su retrospectiva? ¿Dónde está su crítica nostálgica y reflexiva? Mientras una enorme cantidad de álbumes del 2005 fueron barridos bajo la alfombra, aquí esta una oda para esos patitos feos —buenos y malos— condenados a ser olvidados y reemplazados por algún meme de la fábrica del internet.

Por qué a nadie le importa un carajo: Bueno, el viejo Neil tiene 35 discos de estudio, por lo que es normal olvidar algunos. A pesar de tener grandes reseñas y ser la pieza central de un documental del gran Jonathan Demme que casi nadie vio, es seguro que la mayoría de las personas han olvidado este álbum.

Por qué debería de importarte: Porque tiene todo, hermano: el clásico country-rock de Neil, Spooner Oldham en el órgano, Emmylou Harris en los coros, y unas cuantas trompetas y cuerdas. Young escribió este álbum inmediatamente después del fallecimiento de su padre y lo grabó momentos antes de que se enfrentara a una cirugía por un aneurisma cerebral. Este es el sonido de una leyenda del rock confrontando su propia mortalidad.

Por qué a nadie le importa un carajo: El cuarto LP de Trail of Dead no cumplió los altos estándares de Pitchfork y fue juzgado como un disco pretencioso y demasiado ambicioso, marcando así una ruptura con el resto de su excelsa carrera llena de puros 10.0. Obviamente, esto hace que el álbum no sea digno de conmemorarlo por su décimo aniversario. Por qué debería de importarte: Porque la verdad es que es un gran álbum de rock, lleno de canciones memorables y mezclas de géneros que aplastarán tu mente. A veces es bueno intentar alcanzar las estrellas, saber que a la mejor te estás quedando corto, pero aún así lograr un espectáculo increíble en el proceso.

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Por qué a nadie le importa un carajo: El mejor cuarteto de metal progresivo de Boston impresionó a todos con sus primeros dos discos, incluyendo la obra maestra de space-rock Jupiter, pero cayeron sorpresivamente de regreso a la tierra cuando su primer álbum en una disquera multinacional fue un fracaso . Después de una larga disputa con RCA, volvieron a sus raíces con estos 10 crudos tracks de metalcore puro. El problema es que para entonces, a nadie le importaba ya Cave In.

Por qué debería de importarte: Porque el disco es brutal – en el buen sentido de la palabra. Comparado a sus dos primeros álbumes, éste es una combinación chingona de gritos guturales, rasgueos brutales, melodías medio Zeppelin, y ambiciones de crear una gran pieza de rock espacial.

Por qué a nadie le importa un carajo: The Books siempre fueron un acto de culto – a pesar de tener momentos melódicos brillantes, que recordaban a The Postal Service, se alejaron de la electrónica convencional por medio del sampleo de material de archivo que fueron encontrando, el uso de vocales tipo Sprechstimme, y apoyándose arduamente en los tropos del avant-garde. La banda terminó por separarse en el 2012, así que hoy en día aún menos personas los recuerdan.

Por qué debería de importarte: Porque la exploración de distintas texturas sonoras y sampleos que realizaron fue mucho antes de que la “música electrónica” se volviera popularmente asociada con los pasantes cocainómanos de Wall Street que viven para ese dulce drop de bajo.

Por qué a nadie le importa un carajo: Porque son canadienses y no son Arcade Fire, Broken Social Scene, Feist, o Godspeed You! Black Emperor.

Por qué debería de importarte: Es importante tener contacto con nuestros vecinos del norte. Wintersleep es una de las grandes bandas canadienses que emigraron de la escena independiente: ganaron un premio Juno en el 2008 – un Juno, por el amor de Dios. Sólo denle una escuchada a este álbum y se darán cuenta de la épica mezcla de epopeyas ásperas y baladas silenciosas, y trata de no lamentar el hecho de que llevas 10 años sin conocer a esta banda.

Por qué a nadie le importa un carajo: Thrice nunca ha sido considerado realmente cool, y por eso su percepción más bien es como de una banda inteligente, progresiva y que amalgama géneros, y que se presenta en todos los festivales a los que van skaters post-adolecentes en bermudas Dickies. El fanbase de la banda considera a este disco como un logro sonoro monumental, pero a nadie más le importa, la neta.

Por qué debería de importarte: Porque la verdad sí es un pinche discazo. Este es el sonido de una banda post-punk, alguna vez amada por adolescentes en los suburbios del sur de California, tratando eliminar cualquier expectativa sobre su música y romper con las preconcepciones que existían sobre la banda al incorporar melodías de piano, cantos de prisión, folk japonés, y el gran arte de tapa inspirado en Thomas Pynchon hecho por Dave Eggers. Suena desastroso – y lo es –, pero vale la pena.

Por qué a nadie le importa un carajo: Sabes que un súper grupo de art-rock compuesto por los güeyes de Circa Survive, The Hippos, Finch, y RX Bandits no va a tener una vida muy larga, especialmente cuando consideras que la mayoría de sus fans solo estaban buscando la nueva sensación que saliera de AbsolutePunk.

Por qué debería de importarte: Es una fascinante cápsula de tiempo que nos transporta a una época en la que un puñado de tipos desgreñados que eran los actos principales del Warped Tour pensaron que sería sabio hacer un misterioso colectivo de rock progresivo que imitaba a King Crimson, The Mars Volta, y los Meat Puppets. Y de hecho, esta banda es poca madre.

Por qué a nadie le importa un carajo: Weezer no ha sido la banda más querida por los críticos desde The Green Album, además de que la mayoría de la gente ha pasado al última década tratando de sacarse de la cabeza a “Beverly Hills”. Así que probablemente no debas de gastar mucho tiempo en recordar este álbum.

Por qué debería de importarte: Porque… No, la verdad este sí ni lo escuches.

Andrew Kirell es el editor-en-jefe de Mediaite y a nadie le importa un carajo. Síguelo en Twitter.