Histeria Femenina: Puro Rock de Chicas

Hace unos días hablamos con Dementia Sinner, el mujerón que está al frente de Las Navajas. O por lo menos esa es la impresión que yo tengo al respecto. Ya ven que luego en las bandas de chicas todas se mandan solas. Cuando por fin pudimos ponernos de acuerdo para platicar un rato, yo esperaba que la conversación nos llevara a cosas como tocadas en tiraderos de basura, demos que se reparten en floppy discs, tatuajes y tintes de pelo. Pero desde el primer momento en el que empezamos a hablar me di cuenta de que yo quería hablar de eso porque tengo la cabeza vacía (o más bien la tengo llena de Suicide Girls y pendejadas).

Sinner me decía a través de la pantalla de mi computadora, que no podía salirse de casa porque es mamá y cruzar la ciudad desde el norte (muy pinche norte) le toma muchísimo tiempo que bien podría usar para atender a sus chamacos cuando no lo ocupa para trabajar. Éste es el tipo de mujer con el que estaba hablando, no con una riot grrrl que llegó veinte años tarde a Olympia. Cuando entendí eso, entonces mejor me callé la boca y dejé que me contara lo que tenía que decirme. Que evidentemente resultó ser algo mucho más grande que una tocada de niñas tontas en un picadero. Me contó que tenía la idea de armar un festival de rock de chicas de nombre Histeria Femenina. Que no había conseguido patrocinio de nadie y que había decidido hacerlo de todas formas.

Hablamos de lo que significa hacer un proyecto de género. ¿Por qué la necesidad de reivindicar a la mujer desde el rock? (o desde donde sea). El discurso no tiene un tono feminista. Más bien la idea es conquistar un espacio. Sinner me cuenta que a veces no tienen tiempo de tocar porque tienen que trabajar y ocuparse de sus hijos. El glamour del rock y el activismo feminista aquí no entran en ningún lado. Más bien se trata de generar momentos y espacios físicos para ellas. No para la madre, ni para la mujer trabajadora, sino para la chica que quiere salir a patinar con sus amigas y reunirse para hacer algo, que en este caso es música.

También le pregunté por qué había decidido nombrarlo así. Habló un poco sobre la histeria de la mujer en la época victoriana. A quienes diagnosticaban con histeria, los doctores les daban un “masaje pélvico” que en realidad consistía en ponerles una manoseada hasta que se vinieran y luego las mandaban a chingar a su madre. En el siglo XIX empezaron los estudios al respecto de ésta “enfermedad” y con el acceso a la electricidad empezó a comercializarse el vibrador como “consolador” bajo receta médica. De ahí viene un poco el nombre del festival. Una falta de entendimiento del papel de la mujer en el entorno social.

El festival de Histeria Femenina tiene el riesgo de que lo tachen de cliché. Muy fácilmente puede malinterpretarse si se le descontextualiza o si se le asocia con lo incorrecto. Es obvia la relación que una idea de este tipo tiene con el contexto machista en el entorno social mexicano. Es obvia pero no directa. Esto no es una respuesta para rebelarse en contra de los machos (o por lo menos no es una afrenta directa) sino una respuesta ante una necesidad de estas mujeres. La necesidad de rockear.

Pronto vamos a tener más información al respecto. Por ahora les dejamos estos videos de algunas bandas que forman parte del cartel para que se den un quemón.

Aquí el compilado de Histeria Femenina que pueden bajar gratis.

Histeria Femenina Vol. 1

Histeria Femenina Vol. 2

La canadienses Horny Bitches.

Ellas son las Bloody Benders.

Aquí Antizocial.

Nuestras queridas Navajas.

Esto que suena es Blessed Noise.

Aquí hay una reseña de Las Navajas en el Cine Tonalá. Uno de los mejores toquines de este año.