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Música

Comimos hamburguesa con Albert Medina, la cabeza detrás de la versión local del Burger Revolution

Guitarras distorsionadas y baterías crudas comandarán la revolución de la hamburguesa en Bogotá

Fotos de Randy Sánchez

Aburrido en su trabajo, hace alrededor de una década, Lee Rickard dibujó una hamburguesa para matar el tiempo. Esta se volvería el logo que acompañaría a los discos de siete pulgadas de las bandas en las que tocaba en ese momento junto a su parcero Sean Bohrman: una con tono punketo llamada The Noise y otra de power pop llamada Thee Makout Party. Al poco tiempo, en el 2007, nacería en California oficialmente Burger Records. Una casa para el lo-fi, el garaje, el beach punk, el surf y el power pop, que tiene en su catálogo bandas como The Garden, The Shivas, King Khan, The BBQ Show, The Shrines o The Brian Jonestown Massacre. Su medio de difusión por excelencia ha sido el casete, atacando el talón de Aquiles de todo ser humano por encima de los 25: la nostalgia.

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Técnicamente yo no cargo con esta, al ser más joven y haber crecido como un niño Ares, pero mis hermanos me han contado lo que era grabar en este formato su música favorita. Así, con bajo costo y mucha creatividad, este sello ha sabido abrazar una variedad de culturas y convertirse en los abanderados de una revolución musical.

Cada año Burger Records manda un revoltón para festejar su existencia y cada año sus focos de lucha se han ido expandiendo por el mundo. Ahora, con guitarras estridentes y baterías crudas como comandantes de guerra, la revolución de la hamburguesa llega a Colombia. Albert Medina es el subversivo nacional que libró la batalla para que esto fuera posible. El guitarro y voz de The Kitsch, y combatiente fiel del garaje, pone sus fichas en excelentes bandas de la escena local para esta primera edición.

Cité a Albert en el American Burger de la 85, hamburguesas clásicas de la capital, y nos pusimos a charlar sobre el festival y sobre la música que lo mueve.

¿Qué es Burger Revolution?

Burger Revolution es un festival que se hace anualmente para celebrar el aniversario de Burger Records, una disquera que nació en el 2007 en California. La idea principal era promover bandas independientes. Ellos tenían un plus que era grabar todo en casete y distribuir la música así, apelando a la nostalgia. Cada año hacen una convocatoria a nivel internacional para quienes quieran participar y este año Colombia se pegó a la movida.

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¿Cómo es la vuelta del formulario?

Uno se mete a la página y ahí está. De hecho me mandaron el link porque no pude encontrarlo. Uno pone dónde va a hacer, en cuál venue, el cover, quiénes ingresan, las bandas y el link del evento. Faltando tres semanas para el toque, ellos publican en la página oficial de Burger todos los eventos. Hacen un flyer general.

¿Ellos traen alguna banda?

No, pero eso puede dar pie para que pase en algún futuro cercano.

¿Qué puede pasar después de la revolución en Colombia?

Si nos va bien, podemos empezar a traer bandas que estén dentro de Burger.

Y también grabar en Burger…

Exacto.

Cuénteme un poco de las bandas que van a tocar.

Nosotros estábamos buscando bandas relacionadas a lo que maneja Burger (garage, beach punk, surf), y las que teníamos en mente ya no existen, como por ejemplo los Plankton. Aquí no hay una escena sólida, no existe ese parche que realmente uno diga “podemos hacer resto de shows y tener un público constante”. Nos pusimos en la tarea de buscar bandas. En la casa de Rat Trap hay buen parche y hemos visto que varias encajaban perfectamente dentro de la lógica Burger. Ahí entró Puter y Los Maricas. Por otro lado está Nerds, el grupo nuevo de Óscar (baterista de The Kitsch) que se influencia más por Fidlar y Wavves. También está Las Yumbeñas, que actualmente manejo junto con Metrónomo. Aunque el baterista es un man, se puede decir que es una banda de chicas que se va por el post punk y la onda madrileña. Está Whites, un grupo de math rock con el que hemos tocado varias veces. Y Asesino Kuaikal que toca garage, enfocado en lo ochentero y también hacen parte del parchesito que estamos tratando de crear.

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¿Cómo va ese parche? Usted sabe que en los sesentas todos los rockeros colombianos tocaban garaje pero luego cayó. ¿Cómo va ese “revival”?

La idea es generarlo. La presencia del metal y el punk acá es enorme y hay resto de parche, pero cuando nosotros empezamos a tocar estábamos muy solos. Nos juntábamos con bandas de psycho, de surf, de punk, pero no nos sentíamos en casa. Sin embargo sonando y sonando, hubo gente a la que le gustó mucho el género, los invitábamos a los toques y poco a poco se estuvo formando una “miniescena”.

¿Por qué cree que el garaje en Colombia tuvo un paro muy abrupto?

Lo que pasa es que en Colombia el rock nunca fue bien visto y en los setentas a las disqueras y al público en general le paró de interesar. Muchos cambiaron de género siguiendo modas.

Qué raye…

Uy, sí. Bandas como los Flippers y los Speakers tenían mucho potencial, pero paila.

¿Por qué garaje? ¿Qué es el garaje?

De origen, el garage se trata de jóvenes que querían tocar rocanrol y que ensayaban en el garaje de la casa. Eran personas empíricas, que no sabían tocar, que no tenían idea de nada, pero querían hacer música. Había un deseo por imitar todo lo que estaba sonando en Estados Unidos como Elvis, y la forma chambona de los covers logró dar a luz a un género. Sonaba chambón, pero bacano.

Mucha gente dice que GG Allin es garage-punk porque es un punk más crudo, más natural, más vale-mierda.

Yo leí un artículo que decía que él era el último rocanrolero. Y sí, ningún género tiene reglas escritas para identificar sonidos. Es válido el término garage-punk para referirse a lo que suene así.

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¿Usted podría hablar de una escena garaje punk en Colombia? Con todo lo que pasó en Medellín en los ochentas...

El punk habla sobre críticas sociales, el garage habla de “me enamoré de una chica y la voy a recoger en mi moto, me gusta ir a la playa”, cosas así. Más que todo sobre fiesta y la juventud. Después evolucionó a lo que se llama “garage primitive”, como el hombre cavernícola viviendo en el presente. Esa fue la primera crítica social que hicieron porque no les gustaba que los relacionaran con los mods. Para mí decir garage punk es decir garaje, porque es lo mismo.

¿Qué es el mod?

El mod es una cultura europea, principalmente del Reino Unido. Nace en los sesentas. El nombre viene de modern y eran personas que vestían elegante y escuchaban modern jazz. Eran como los beatniks pero de allá. También escuchaban puro soul.

¿Y estos mods qué tocaban?

Las primeras bandas de mod tocaban beat. Se podría decir que el garage es beat con rocanrol. De hecho es un video porque está el rockabilly, que se convierte en rocanrol, viaja a Europa y allá los ingleses empiezan a imitar la música gringa. Esas bandas luego van a Estados Unidos, lo que se conoce como la invasión británica, y se crea el garage. De toda esa camada salen bandas como los Kinks, los Who y los Sonics, estos últimos son considerados como los padres del garage.

Gracias a ellos ustedes tocan garaje.

Sí, gracias a ellos. También The Seeds, aunque ellos son más hippies.

Pero también el garaje puede ser hippie, ¿no?, todos los colombianos que tocaban garaje eran re hippies.

Es verdad.

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