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Música

10 indicios de que ya estás muy viejo para ir conciertos de rock

Muy en el fondo (o tal vez muy en la superficie) de tu ser, piensas que ya estás muy viejo para esto.

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Muy en el fondo (o tal vez muy en la superficie) de tu conciencia, piensas que ya estás muy viejo para esto de ir a conciertos de rock. Necesitas de mucha convicción para pararte en un lugar lleno de gente potencialmente sudorosa una noche entre semana y abstenerte de ponerte muy estúpido porque tienes responsabilidades unas horas más tarde. Es difícil aceptarlo, y muchas veces esa vejez no tiene nada que ver con cuántos años tienes, sino con lo que has hecho con todo ese tiempo. Puede ser que físicamente te mezcles muy bien entre las multitudes, pero también es probable que cuando estés parado dentro de esa amalgama pueril, tengas una epifanía. En un momento fugaz, igual y te das cuenta de que tal vez ya estás muy viejo para esto. Si no te has dado cuenta, no te preocupes. Responde a estas 10 preguntas. Es un buen comienzo para hacer conciencia.

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1. ¿Ahorras para comprar tus boletos?

Uno de los síntomas absolutos de la adultez es cuando ya no le pides dinero a tus padres y empiezas a pagar tus propios chicles. Pero el síntoma se convierte en un cáncer terminal cuando ya ganas lo suficiente como para comprar tu boleto y el de tu acompañante de una sola planchada a tu tarjeta de crédito, por más limitado que este sea. Una buena edad para ir a un concierto o comprar un disco es cuando tienes que romper el cochinito para hacerlo. Ahorrar semanas para juntar el dinero necesario antes de que se acaben los boletos genera mucha expectativa. Difícilmente vas a ir a desaprovechar algo que te costó tanto. Seguramente vas a pasártela lo mejor posible para hacer que ese pequeño sacrificio haya valido la pena. Cuando el dinero no es problema, ya eres un adulto. Tal vez sí estás un poco viejo para los conciertos de rock. Deberías considerar ir a escuchar jazz a un lugar de nombre francés donde venden crepas y vino barato.

2. ¿La lluvia puede impedir que vayas a un show?

Un rasgo muy característico de que se acerca tu fecha de caducidad es cuando el clima puede interferir en tu decisión sobre salir. Cuando se te hace fácil descartar la posibilidad de ir sudarle encima a todo el mundo en el mosh pit para quedarte a ver películas envuelto en cobijas y tomando un tecito, entonces no hay duda. Ya estás muy viejo para esto. Asegúrate de comprar una caja de tés gourmet para que tu vida adulta valga la pena.

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3. ¿Usas zapatos cómodos para ir a un show?

Hay dos razones validas para pensar en un calzado específico cuando vas a un concierto de rock: o te quieres ver bonito y estás buscando un pretexto para ponerte esas Dr. Martens plateadas que no te atreves a usar para ir al trabajo, o estás pensando en lo mismo que pensaba tu mamá cuando te compró unos Crocks. No tienen nada de malo, a los viejos les gusta estar cómodos. A nadie le gustan las ampollas, y no queremos que te duela tu uña enterrada. Mejor llama al podólogo. No salgas esta noche.

4. ¿Tu grupo de amigos es cada vez más chico?

¿Has notado que el grupo de amigos con los que vas a los shows se ha reducido gradualmente? ¿Ahora tienes que salir con tus amigos que más bien podrían ser los amigos de tu hermanito? O puede ser que ahora sólo te acompañe ese amigo que siempre está ahí para ti porque tampoco tienen a nadie más, pero seguramente preferiría ir por unas hamburguesas y a dormir. Todo esto no pasa porque los demás son de hueva. Tampoco porque te hayas buscado unos amigos más cool. Tus amigos empiezan a tener novias serias, esposas castrantes, hijos demandantes. Tus amigas empiezan a tener novios antisociales, esposos serios y luego hijos demandantes. Eso pasa cuando uno crece.

5. ¿Te quejas del sonido?

Sí, es muy desagradable que una banda suene mal. Pero es raro (por lo menos aquí en México) que una banda que no venga con muchos millones de pesos en producción suene bien. Generalmente, las bandas que seguro van a sonar bien son las grandes, las famosas, las que tienen muchos años en el mercado. ¿Sabes lo que eso significa? Que ya no te gusta ir a tocadas locales con equipos de sonido paupérrimos en lugares de mala acústica. Eso está muy bien. Pero sin duda indica que estás crecidito, viejo.

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6. ¿Te quejas de la cerveza?

Una cerveza fría, servida en su envase debido sería gloriosa, pero por tu seguridad la ponen en vasos para que nadie te pueda romper la cabeza con ella. Claro, ya todos somos adultos. Nadie se va a poner a hacer cosas irresponsables con la cerveza. O no sabemos, pero es muy claro que a nadie le importa a lo que sabe la cerveza en un concierto, a menos que tengas el paladar exquisito de un adulto contemporáneo.

7. ¿Has callado a alguien en un concierto?

No sé de qué hablan los que hablan cuando van a un show. Son molestísimos. Es verdad. Pero cuando te conviertes en un calla-bocas, automáticamente eres un candidato para hacerte tu credencial de descuento para adultos mayores en las farmacias. Vas a callar a los adolescentes en el cine, a los niños en las bibliotecas, y a los borrachos en los bares. Te vuelves la vieja bibliotecaria de cualquier lugar que pisas. Entonces tal vez debes considerar ir a lugares distintos. Como a los parques, para alimentar a las palomas o algo así.

8. ¿Cada show cambia tu vida?

Es probable que ya no vayas a todos los conciertos. Ahora ya sólo escoges los que realmente importan. Los que no has visto y es probable que no vayas a volver a ver jamás. Sabio, sin duda, pero esa es señal inequívoca de que ya has ido a demasiados shows en tu vida y en tu lista de prioridades ya quedan pocos artistas que podrían provocarte algo, lo que sea, en tu alma vieja.

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9. ¿No te impresionas fácil?

La primera vez que fuiste a un concierto de rock te impresionó cómo iban vestidos los fans, quedaste impactado por la cantidad de gente que bailaba y coreaba las canciones que la banda de ahí arriba estaba tocando. No importaba mucho si era Bon Jovi, o una banda de punk local. Las luces, el sonido a todo volumen, los tufos intermitentes a marihuana, la noche. Todo era parte de una experiencia increíble. Ahora ya no tanto. Ya no eres un turista en la escena nocturna, ni siquiera en ciudades que no conoces. Eres un viejo conocedor. Pero viejo de todas formas.

10. ¿Conoces todas las canciones que acompañan las preguntas anteriores?

Supongo que ya te queda claro.

Raquel todavía no usa andadera, pero empieza a tener algunas canas. Síguela en Twitter: @salvenseustedes