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Música

Yo no quería, me obligaron

No me gusta saberlo, pero puedo contar momentos de mi vida a partir de algunas canciones de telenovelas. Aquí van algunos.

Odio las telenovelas. No las soporto. Me enferman. Me dan angustia. Odio la música que les ponen de fondo. Odio la manera de jadear de todos los actores. Odio los colores, los peinados, las locaciones. Las odio. Y nunca he podido escapar de ellas. Están ahí todo el tiempo. En televisiones ruidosas en cuartos contiguos o en pisos vecinos. Las escucho de lejos. Siempre hay alguien viendo una telenovela. A todas horas. En todas partes. La pesadilla no acaba ahí. Las telenovelas han sido trascendentales en mi educación sentimental. Estoy hecha de canciones de telenovelas y personajes que ni siquiera sé cómo se ven. No me gusta saberlo, pero puedo contar momentos de mi vida a partir de algunas canciones de telenovelas. Aquí van algunos.

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La única manera de hacerse entender en 2001 era a través de una analogía que tuviera algo que ver con Amigas Y Rivales. Había que estar enterada, entonces veía el avance de lo que iba a pasar en el siguiente capítulo y lo cnfirmába al otro día con alguna amiga. Con eso ya podía ilustrar mis conversaciones en la escuela. Bueno, con eso y con extractos musicales de este infierno.

Iba en quinto de primaria y "La usurpadora" era una de las canciones que más cantaban en el patio de la escuela. Hasta ahora la puedo cantar completa. Hasta ahora no sé qué dice la letra. No puedo explicar mucho más. Es como el Himno Nacional. Lo puedo cantar todo pero nunca me he fijado bien en qué dice. Jaime Nunó, Francisco González Bocanegra y el genio José Antonio "Potro" Farías -quién no sólo compuso ésta sino algunas de las Marías, la de Carrusel de Niños, y Rosa Salvaje- son un fracaso popular.

Tenía seis años. Había tenido una hermanita nueva y me encargaban mucho con mi abuela. Pasaba las tardes pelando chícharos viendo a Yuri y a Chayanne. Me acuerdo de que en algún momento crítico de la historia alguien queda paralítico. Probablemente Yuri. Así aprendí a usar esa palabra como insulto. "Paralítica".

Culpo definitivamente a esta telenovela de todas las malas decisiones que tomé en la universidad. Me voy a ahorrar los detalles. Todavía me sé la coreografía de ésta canción. En el 2000 todavía había siete miembros en OV7.

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Nuestro salón tenía un patio aparte. Entre clase y clase podíamos ir a jugar ahí. Seguramente por órdenes de Satanás, lo que se jugaba era a Amigos Por Siempre. Una niña ponía los papeles. Ella siempre era Belinda y como no quería ser ni el ciego, ni el cojo ni ninguno de los demás, pues me tocaba ser Martín Rica. Tenía que ver la cortinilla para aprenderme mis partes de la letra. Hoy me queda la misma duda¿Por qué no podíamos jugar a las Spice Girls mejor? Ugh… el año 2000 fue súper decadente.

Todas mis fotos de cuando tenía ocho y nueve años podrían ser el look book de Michelle Vieth patrocinado por Palacio de Hierro. Nunca la vi, pero la canción es brutal. Tengo un buen de mixtapes (sí, en cassettes) que traen grabada esta canción. Y Michelle Vieth es un Ídolo.

El cast era irreal y habían mil drogas. Además “Soñadoras” era un rolón. Una vez nos mandaron a llamar de la dirección porque una maestra nos cachó jugando a las Soñadoras. Una de mis amigas había traído para todas de esos popotes que tienen miguelito de colores. Nos poníamos a bailar y nos drogábamos con el miguelito. Después de eso tuvimos muchas sesiones de educación sexual y pláticas sobre drogas en la escuela.