FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Han molestado tanto a Lana Del Rey que ya no tiene ganas de vivir

En entrevista para "The Guardian" dijo que quería sumarse al "Club de los 27". Imagina la cantidad de coronas de flores que tendría su tumba.

Lana Del Rey, que hoy lanza su nuevo disco "Ultraviolence", y que el 5 de julio se presenta en la primera edición del Vida Festival de Barcelona, se autodefine como una Nancy Sinatra gángster. Y tiene sentido. La neoyorkina se ha tenido que defender, casi como una delincuente, de una sarta de críticas que han marcado su carrera.

La mala onda comenzó tras una presentación, en enero de 2012, en el programa gringo Saturday Night Live. ¿Qué pasó? Lana desafinó y se mostró tiesa como una regla. "Ver a esta cantante en SNL es como ver a una niña de 12 años en su habitación fingiendo que canta e interpreta", tuiteó, en esa ocasión, la actriz y cantante Juliette Lewis.

Publicidad

La revista Rolling Stone, por cierto, calificó la performance como la más “controversial” de SNL. "Hay reacciones para todo lo que hago. Salgo a la calle a dar un paseo y ya tienen algo que decir. La gente no tiene nada amable que comentar sobre este proyecto", fue la respuesta de Lana.

Y no sólo su talento ha sido vilipendiado. Hasta sus carnosos labios han sido objeto de cuestionamientos. La revista Complex le preguntó si se los había modificado. Contestó: "No tengo nada falso. Cualquiera que me conoce lo puede decir".

La misma publicación la increpó sobre su pasado. Del Rey apunta que tuvo una adolescencia escueta. Que se las tuvo que arreglar en una casa rodante y con un par de shorts hechos de jeans. Y así lo dejó en claro en el video del tema "Ride".

Pero acá hay gato encerrado.

Datos apuntan que es hija de un magnate de Internet: Robert Grant (el verdadero nombre de Lana es Lizzie Grant). "Estuve viviendo en un trailer park durante años. No tenía siquiera dinero para comprar Cocoa Puffs", explicó ella.

Antes que aparecieran los primeros adelantos de "Ultraviolence" —"West Coast", "Shades of Cool”— y antes, también, que Belinda se encajara una corona de flores en su cabeza, a Lana se le cuestionaba su capacidad creativa. La revista Nylon le preguntó, en octubre de 2013, sobre cuándo sacará un nuevo disco. La cantante de boca de pato y voz aletargada como un Walkman al que se le acababan las pilas confesó: «No sé. Las ideas son caprichosas. Solo vienen a veces. Esto es bastante molesto».

Es triste pero cierto: Ha sido demasiado el bullying y la intérprete de «Summertime Sadness» ha manifestado que nada tiene sentido y que quiere sumarse a "El club de los 27" tal como Kurt Cobain y Amy Winehouse. En una entrevista para The Guardian, publicada el jueves pasado, y que se viralizó ayer acaso con la previa del lanzamiento de su nuevo registro, compartió que no goza ser una estrella del pop. Que se siente constantemente el blanco de los críticos. Que no quiere seguir viviendo.

Me imagino la cantidad de coronas de flores que tendría su tumba. Los weyes de Chalma se harían millonarios.

Es más: en una conversación con la revista Fader confesó que sus letras —temerosas e indescifrables como el desempeño de Cristiano Ronaldo en cada Copa del Mundo— derivan de una enfermedad que ningún médico ha podido diagnosticar y que la ha afectado anímicamente durante sus últimos dos años en gira.