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Música

¿A dónde van los recuerdos? Le preguntamos a Protistas

Antes de su presentación en el primer Festival Neutral en México, platicamos con la banda chilena sobre el por qué la nostalgia del pop chileno, sus posturas políticas, la Copa América, y a dónde van los recuerdos.

Fotos por Daniel Patlán

Hace un par de años, Protistas vinieron a México para tocar en el Festival Nrmal en Monterrey. Ahí conocí a Álvaro, cantante y vocalista de la banda, ya que era parte de la banda en vivo de Gepe. Convivimos poco, pero recuerdo que fueron momentos amenos. Tiempo después, durante su visita a la Ciudad de México para dar unos shows con Gepe y con su propia banda, Álvaro recibió la noticia de que su padre había fallecido. El chileno regresó a su país, y Protistas cancelaron sus shows en el DF. Dos años después de eso, la banda regresa para saldar esa deuda y sacarse la espinita de tocar en la capital mexicana durante la primera edición en México del festival chileno Neutral, fundado por su sello, Quemasucabeza.

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Mi encuentro con ellos es algo temprano para ambas partes: yo por un lado hice un trayecto en bicicleta algo largo, y ellos, por su parte, están desvelados porque fueron a festejar el triunfo de su selección ante su homólogo de Uruguay en la Copa América, celebrada en Chile. Después de un polémico partido, el resultado final favoreció a los locales y fue razón más que válida para que Álvaro, Andrés, Alejandro y Julián estén contentos por la mañana.

Nos vimos en el restaurante de su hotel en la colonia San Rafael, y cuando Andrés pidió al mesero —quien era algo parco y monosilábico— que por favor bajaran un poco el volumen de la televisión (que además estaba transmitiendo un programa de esos matinales asquerosos), el mesero rompió su coraza y soltó un: "¡Ah! ¡Músicos internacionales famosos, eh!" acompañado de una sonrisa. Ahora sí, REC.

Nuestra charla empieza con una pregunta que me saltó a la cabeza en cuanto escuché Nefertiti, su más reciente álbum.

Continúa abajo…

NOISEY: Me parece que el pop chileno, por envolver a actos que van desde Gepe hasta Dënver y Protistas, tiene un halo muy nostálgico. ¿Ustedes lo perciben igual? ¿Cuáles son las cosas que los hacen estar en ese estado cuando componen?

Álvaro: Es como marca registrada, siento yo. Hay un estado nacional como taciturno, de cierta forma, que por alguna razón genera música melancólica. Siento que es más melancólica, porque no sé si necesariamente está añorando algo del pasado, pero si escuchas Violeta Parra o Víctor Jara, está muy fuerte el lamento del chileno. El tono de la voz, las melodías, las letras tienen ese lamento, es cierto. En ese sentido yo creo que somos deudores de eso, de manera inconsciente, porque no lo piensas, sale solo. ¿Por qué pasa? No sé, tiendo a pensar que el chileno vive en una isla, porque el país es muy largo en términos geográficos, y además tiene la cordillera, que es como en una frontera física, natural; ese estado aislado puede crear esa sensación.
Andrés: Es fácil caer en generalizaciones, pero sí pareciera que la música chilena tiene un fondo depresivo y así; es como el cine ruso, siempre es súper duro. Si uno mira a Chile, tenemos un carácter medio sombrío, hay otras culturas latinoamericanas más festivas que nosotros. El chileno tiene cosas más para adentro, es más introspectivo, tiene un dejo de que algo no está funcionando muy bien, y eso se manifiesta en las distintas expresiones artísticas.

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Alguna vez platicaba con Mon Laferte (chilena que vive ahora en México) y me decía algo sobre muy interesante sobre que ésta generación, la que está haciendo música en Chile, son hijos de padres que vivieron la dictadura, la cual es muy reciente, entonces que eso también influye mucho en la música que se hace actualmente en Chile…
Andrés: Y al mismo tiempo generó un movimiento que no tiene nada que ver; son sentimientos oscuros, es una respuesta natural también a un cansancio de esto. Nos pasa mucho en entrevistas que preguntan por el rol político de nuestra música.
Álvaro: Pasa también que en Chile ha surgido el comentario sobre que la música popular hoy en día no tiene un contenido politico muy declarado. Mi padre fue preso político, tengo amigos a cuyos padres los mataron en la dictadura, eso pasa en el ambiente en el que nos movemos. De alguna forma la generación de nuestros padres se rompió el culo y sufrió mucho, y nosotros como que nos tocó ser un poco más hedonistas: si bien tenemos una opinión política, se da mucho que en general ésta generación está disfrutando un poco más de las cosas, creo yo. No sé si es bueno o malo; olvidar siempre es malo en ese sentido, pero hay una tendencia a hacer letras un poco más individualistas en el caso de Protistas. Siempre es el individuo frente al mundo, puede ser un poco más existencial ahora.

En México pasa mucho que las bandas son hasta cierto punto apolíticas o tienen una postura muy tibia al respecto de ciertos aspectos sociales. ¿Ustedes creen que es obligación de los músicos tener una postura mucho más firme y expresarla abiertamente?
Álvaro: No, no creo que sea una obligación.
Andrés: Las entrevistas son un buen espacio para expresar estos temas que no son tan presentes en las canciones.
Álvaro: La política y el arte… Siento que en la forma que uno hace música, uno expresa su postura política también. Como banda sí tenemos una postura política musical de cómo hacemos las cosas, la forma en que trabajamos, compartimos y creamos música. Hay diferentes posiciones dentro de eso; la nuestra tiene que ver con la autogestión, siempre ha sido así, y creo mucho en eso. Nuestra banda no toca punk, pero estamos muy influenciados por él. Es importante mantener eso, hacer shows gratis, autoproducirnos, mantener la idea de que no estamos en esto por el negocio.
Alejandro: Además, ¿quién en Chile hace música con carga social? Ninguno, muy pocos. ¿Qué significa cantar con compromiso político?

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En “Nefertiti” (la canción) hay una frase que se repite mucho, como mantra, que dice “¿A dónde van los recuerdos cuando ya no queda nadie?”. Primero que nada, ¿a dónde van? y en segundo, ¿cuál ha sido el recuerdo más feliz que tienen como Protistas?
Álvaro: Esa frase nació porque cuando murió mi padre, en un momento me encontré con mi hermana yendo al sur, llevándonos sus cosas, y me di cuenta que no tenía muchas cosas, todo lo que tenía eran cosas sin valor, chácharas. Había una caja llena de cartas que le había escrito, del día del padre, en su cumpleaños, etc. Me dio risa que los recuerdos volvieran a mí; de ahí surgió esa pregunta. Un día van a perder valor esas cosas, se convierten en basura, etc. Parte de eso ésta reflexión. Nefertiti (el disco) en más de un momento tiene el tema de heredar algo, cosas buenas o malas de la familia de uno. También heredamos recuerdos, y el disco gira en torno a eso. Y sí, es como el mantra del disco.

¿Un momento feliz?… En general me pasa que Protistas me hace feliz: hemos tenido momentos duros, pero en general nos reúne la música siempre. Para mí es un acto de felicidad, el estado natural de la banda es positivo. ¿Un momento específico? Viajar, siempre. Es un estado bueno.
Andrés: 5-10 minutos después de acabar el show, ese suele ser un momento feliz, a menos que salga algo mal durante el show, jaja

Y para terminar, ¿Chile gana la Copa América?
Alejandro: Creo que la está ganando ya [ríe], aunque creo que no la ganará al final.
Álvaro: Chile tiene que ganarle a Perú, después depende, pasando a la final hay que ver… Entre México y Chile siempre hay buena onda, da la sensación de que nos apoyan o por lo menos eso nos dicen jaja.

Chile jugará la final de la Copa América contra Argentina el sábado 4 de julio, mientras que Protistas tocará el 3 de julio al lado de Ases Falsos y Pedropiedra en SALA, como parte de la primera edición del Festival Neutral en México. Pueden comprar sus boletos aquí.