FYI.

This story is over 5 years old.

Música

¿La gente coge como baila?

Hablamos con un algunos sexólogos para saber si sacarle fuego a la pista de baile equivale a ser una fiera en la cama.

Cuando los seres humanos nos encontramos en la pista de baile regresamos a lo más profundo de nuestro instinto animal y nos liberamos en un frenesí de movimientos. Esa es nuestra forma de conectarnos con otros seres desinhibidos, que también quieren pasar un rato de desorden y desenfreno. Lo cual, con un poco de suerte, puede terminar en sexo sucio y sabroso. Cuando nos soltamos en medio de la fiesta, nos transformamos en pavos reales y lucimos todos nuestras plumas para llamar la atención de los demás . El movimiento de cadera, el sudor y la pasión le dan al baile una serie de atributos eróticos y afrodisíacos, que a su vez han forjado la creencia popular de que una persona que baila bien es una fiera en la cama.

Publicidad

Pero, ¿qué tan cierto es esto?

El sexólogo Fernando Rosero opina que esto es un mito ligado a otras creencias, como aquella que dice que si un tipo tiene las manos o los pies grandes significa que su pipí también lo es. Pero agrega que: “El bailar generalmente hace que seamos sociales y las relaciones sexuales generalmente implican que seamos sociables. Una persona que tiene facilidad para encontrar pareja de baile, podría tener cierta facilidad para establecer relaciones sexuales”. Así que bailar bien no te hace buen polvo, pero sí aumenta tus opciones.

Por su parte, el sexólogo Ezequiel López Peralta dice que una persona que baila bien probablemente coja bien, porque tiene desarrolladas una serie de habilidades como la coordinación o el control de partes del cuerpo esenciales para la acción, ya sea la cadera y un buen estado físico, lo que puede funcionar de maravilla durante un acostón. El merengue no cuenta, claro. Por su lado el Dr. Rosero comenta que: “Si aprendes a mover más tu cuerpo o aprendes a ser más expresivo, de seguro en la intimidad vas a tener más recursos”. Además, según ambos sexólogos, una persona que baila mucho tiende a ser simpática y lanzada, lo cual le puede dar una ventaja contra alguien que se queda en una esquina del antro con las manos cruzadas, sin moverse y viendo con cara de loco a todo el mundo.

Pero, a la hora de coger duro hay una cosa mágica que va más allá del movimiento, ya que existe todo un plano químico, psicológico y hasta cósmico que determina el nivel de sabrosura con la que se llega al orgasmo. Gran parte del buen sexo está ligado a las ganas que se tengan los amantes y que tan fluido sea el desfogue. Lo mismo pasa en la pista de baile, porque si la cosa no fluye, simplemente no sirve. “Cuando dos personas están bailando cuerpo a cuerpo puede pasar que se de una química, una coordinación y una compatibilidad con la que uno siente que se está conectado a la otra persona. Eso puede llevar a lo sexual. Si una pareja se lleva bien bailando, ambos tienden a pensar que en la relación sexual también va a pasar”, comenta el Dr. López.

A parte de todo, también hay una serie de factores culturales que pueden ser útiles al momento de sacarse los pantalones. En países como México, donde hay una fuerte cultura musical y donde existen bailes sabrosones para estar pegaditos moviendo con lujuria la cadera, tradicionalmente (no en todos los casos, ni tampoco es una regla) la gente aprende una serie de movimientos sensuales que personas de otros lados no siempre tienen. “En países como este, el tema del baile es una habilidad que un buen amante debería desarrollar, porque forma parte de los recursos básicos de seducción que uno debería tener”, opina el Dr. López. Así que la música que escuchen puede marcar el ritmo de sus cogidas, por lo que es bueno dominar más de un ritmo. Por si acaso uno acaba en un concierto gótico o en una fiesta en la playa. Nunca se sabe.

Pero sacarle fuego a la pista no significa que vas a sacarle fuego a la entrepierna de tu pareja, a la hora de la hora, hay más elementos que pueden determinar una revolcada épica o un triste rapidín sin final feliz. Pero definitivamente mover bien el bote sí te hace una persona más atractiva. Un estudio de 2014 de la Universidad de Northumbria en Inglaterra demostró que las personas reaccionan positivamente a los movimientos coordinados, armoniosos y que denoten un buen control del cuerpo. En el caso de las mujeres, ellas se ven más atractivas cuando mueven su esqueleto con sabrosura de la cadera para abajo y los hombres cuando lo mueven bien de la cadera para arriba. “El baile es una manifestación de la corporalidad del ser humano. Los humanos somos seres sexuados por naturaleza. Tenemos una sexualidad que está con nosotros desde que nacemos hasta que morimos y el baile puede ser una manifestación de esa sexualidad o ese erotismo que tenemos”, comenta el Dr. Rosero.

Igual todo esto no te va a asegurar una noche de pasión desenfrenada, solo que más gente te va a mirar, el resto del tramite depende de que tan introvertido o extrovertido eres. Porque si alguien se te acerca y dices puras tonterías, todo ese movimento de cadera no va a servir para nada.

En resumen: Bailar bien no te convierte en un master en la cama, pero aumenta tus probabilidades de tener suerte. Así que ya sabes, deja de sentarte en la barra del barra. Las verdaderas opotunidades están en la pista.