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Música

Los peores especímenes que te puedes encontrar en un concierto de indie rock

Conoce a los 5 tipos de idiotas que siempre están en los conciertos de indie rock.

Debido a su rápida inserción en la cultura popular, el grupo demográfico del indie rock se compone de una gran cantidad de personajes rarísimos, que se reúnen para disfrutar de la música de sus artistas favoritos ya sea en un bar por la Cibeles, el patio del nuevo café con productos orgánicos, o el Plaza Condesa. Gente de todas las edades y orígenes están dando la espalda a los festivales masivos y con ello a todos los payasos que suelen pararse en esos eventos. Sabes exactamente de quiénes estoy hablando, y si no lo sabes, entonces eres parte del problema.

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En un concierto pequeño puedes ocultarte dos horas de la falsedad de la industria musical. Pero en este tipo de eventos se está gestando una extrañísima fauna que se asemeja a los ya terribles estereotipos del festival. Nadie quiere que le arruinen el concierto un grupo de gueyes que quieren llamar la atención, así que te daremos las características físicas y sociales de estos cretinos. Toma lápiz y papel. Comienza a anotar. Aquí hay cinco tipos de posers con los que seguramente chocaras en tu próximo concierto de indie rock.

1) El papá forever

Este tipo es fácil de detectar, incluso en medio de las multitudes. Por lo general, tratan de ocultar su calvicie con un paliacate a la Garibaldi y un sombrero tejano. El papá forever se enorgullece de mantenerse al día con los "chavos" y estar en "tendencia". Por lo menos chupa cuatro veces a la semana, y tiene los papeles del divorcio en veremos. Los muros de su depa de soltero están llenos de parafernalia de bandas que probablemente nunca escucharemos, como King Crimson o Genesis. Su dieta constante es de palomitas de maíz, pizza y tacos al pastor. Su idea de noche perfecta es ir a un billar, escuchar "rock" y embriagarse con Jack Daniels. El papá forever arregla su jardín al menos una vez al mes. Pero son buenos padres, les leen a sus hijos antes de dormir, su colección entra de comics de Archie.

2) La morra instagramera

En cualquier concierto es posible topar morras excitadísimas por ver en vivo a su artista favorito. Pero el esmero que le ponen estas chicas a la mejora de sus redes sociales las separa del resto. Este tipo de chica piensa que todos sus amigos en Facebook, seguidores en Twitter, Instagram y stalkers no podrán dormir hasta que suba la foto que se tomó en la fila para entrar. Al final del concierto, probablemente esta chica haya pasado más tiempo eligiendo filtros de Instagram que viendo a la banda. Pero a ella no le importa, lo que le importa son los likes y que sus compas la sabroseen. Si no puedes detectar a estas bellas damas, esperar hasta que oscurezca y luego busca el flash de sus celulares, o intenta buscar frente al escenario; estará inventándose un hashtag de la verga como # AquíNomásRockeando.

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3) Los recién casados que por fin consiguieron niñera

Por lo general se mueven en manada; salen con otras parejitas que igual se estrenan en la experiencia marital. Estos gueyes son una patada en los huevos porque siempre llegan temprano y apañan los mejores lugares. Cada 30 minutos están chingue y chingue para que los dejes pasar para marcarle a la niñera y checar que no arme una peda en su ausencia, mientras el bebé les vale un poco. Su idea de noche perfecta es hacer una cena –con mucho vino blanco- en su nueva casa, donde le presentarán al último amigo soltero que les queda a la mujer de su vida, que seguramente es la prima solterona de uno de ellos. Podrás detectarlos fácilmente: cuando la banda empieza a tocar todos sus hits y el slam se está armando, estas parejitas comienzan a abrirse.

4) Los intelectuales de izquierda

Siempre portan barba larga, botas de obrero y camisa de leñador. Suelen esconderse muy bien entre el público rockero, pero sigue el aroma a café, las frases mamadoras y te encontrarás con esta escoria. Estos personajes prestan más atención a la ropa que traen puesta que a la banda que van a ver. Vestirse según el clima es demasiado mainstrem; aunque haga un chingo de calor, estos los vatos traen ropa de invierno, chaquetas de mezclilla, camisas de franela y gorros. Esta raza prefiere morir de un golpe de calor, que usar camiseta y shorts. A diferencia de cualquier otra persona en el festival, el intelectual de izquierda sólo llegó a ver a las primeras bandas, porque son en el under se encuentra la “verdadera” música.

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5) El rockstar que nunca pegó

Parece salido de una escena de El mundo de Wayne. Debajo de su cama guarda un chingo de demos que grabó con su banda de rock en los ochentas. En su sala tiene un poster de Dio. Se pavonea por todo el concierto mostrando lo que le queda cabello, sus jeans agujerados y su playera de Motley Crue. Se escapó de su trabajo para llegar temprano a su casa y echarse unas chelas antes del concierto, el pedo económico es algo serio. Su idea de noche perfecta es treparse con sus compas en su Chevy de 1999 y dar un paseo chelero mientras escuchan un cassete de Van Halen, es el tipo de guey que fuman Boots o Pall Mall. Es muy fácil reconocerlos, solo sigan ese agrio olor a cruda y se encontrarán de frente a uno de estos especímenes

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