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Música

Britney Spears hizo una respuesta a “Cry Me A River”, y es una canción que nunca has escuchado

Britney entregó con sus propias manos esta confesión a una estación de radio pocos días antes de Año Nuevo. Nunca la volvieron a poner después de esa noche.
Ryan Bassil
London, GB

Hasta los artistas más grandes tienen canciones que no has escuchado. En nuestra serie Lado Z destacamos cortes raros y desconocidos que sólo los fans más clavados conocerían. Y en esta ocasión: it’s Britney, bitch.

La pérdida temporal del cabello de Brintey Spears fue, probablemente, el momento que puso el clavo en el ataúd de esa imagen limpia y pura de la cultura pop de la época de TRL, de MTV. Su atrevida decisión inundó todas las pantallas de televisión y las conversaciones en los pasillos de los colegios; alguien llamado Chris Crocker lloró un mar de lágrimas mientras insistía que dejáramos a Britney en paz; y todo lo que creíamos que era puro y verdadero desapareció con una máquina de afeitar. Cada año, cuando llega febrero, escucho "Everytime" y me toco el pelo, sólo para acordarme.

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Nadie sabe realmente por qué Britney decidió despojarse de su cabello esa tarde de febrero, 2007. Pueden haber sido las drogas, su batalla por mantener la custodia de sus hijos, o simplemente el deseo de sentir la suavidad de su calva. Sin embargo, la enorme cantidad de reportajes —y el hecho de que, varios años después, aún existan personas que están investigando el caso—son testimonio del peso que tiene Britney Spears como personaje.

El hecho es que Britney puede ser la figura más contradictoria en el pop. Ella era la dulce virgencita que se la pasaba chupando paletas y collares de dulces mientras Justin Timberlake la miraba pacientemente. Cuando apareció en la portada de Esquire, bajando sus calzoncillos a una altura peligrosamente baja, le dijo a los reporteros que no estaba en desacuerdo que los jóvenes americanos tenían una obsesión con el concepto de una húmeda y candente virgen —más bien, nunca se había puesto a pensar en ello. El momento en el que se rapó la cabeza representó visualmente el signo de interrogación que había flotado a lo largo de toda su carrera: ¿quién era en verdad Britney Spears, qué representa, y, más que nada, qué tanto control tenía en realidad de su vida y su carrera?

La persona menos consciente de sí misma en el mundo, pero al mismo tiempo la más considerada, Britney significaba todo tipo de cosas para distintas personas. Las niñas que iban en primaria la admiraban; sus hermanos fantaseaban con ella; sus maestros pensaban que era todo lo que estaba mal con la representación mediática de las mujeres; el director podría estar soñando con ella teniendo una clase privada con ella; los gays pensaban que era fabulosa. Dependiendo a quién le preguntaras, las razones por las que Britney Spears era un personaje atractivo variaban de sobremanera.

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Sin embargo, mientras que representaba todo para todo el mundo, ¿acaso Britney se representó a sí misma, verdaderamente, en algún momento?

Hace diez años lo intentó —y no la dejaron hacerlo.

En diciembre del 2004, tres años antes de que se rapara la cabeza, Britney llevó una canción a una estación de radio, sin que se lo pidieran, y ella les pidió que la tocaran. Esta fue su misión, su intento por decir lo que realmente pensaba, estuviera o no de acuerdo de su compañía discográfica, y sin que ellos le hubieran dado el visto bueno.

Fue unos días antes de Año Nuevo, y la canción, llamada “Mona Lisa,” fue entregada por una Britney descalza a las oficinas de la estación KIIS-FM sin que nadie de su disquera tuviera conocimiento de ello. La disquera puso la canción al aire por primera y última vez. Nunca la volvieron a tocar.

La canción, presentada por Britney al aire, iba a estar incluida dentro de su álbum Original Doll, un disco que nunca vio la luz del día y se convirtió en un objeto muy debatido, algo así como el Detox de Dr. Dre para gente que prefiere coros pegajosos en vez de los tensos beats de Compton.

Original Doll fue puesto en espera infinita —una artículo de Buzzfeed a principios de este año narra la fatídica historia de ese disco y la respuesta de parte de la disquera de Britney, Jive— y en su lugar, unos meses antes, había salido el cuarto álbum de Britney, In The Zone. Ese disco incluia “Everytime”—su supuesta respuesta a “Cry Me a River”—“Toxic”, y “Me Against the Music”. Sin embargo, son los temas que no estaban en ese disco, particularmente "Mona Lisa", los que decían más sobre Britney. Esas canciones, que fueron grabadas alrededor de las sesiones de Original Doll, muestran un vistazo inaudito al carácter de Britney, y dentro de su alma.

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“Ladies and gentlemen / I’ve got a little story to tell
About Mona Lisa / and how she suddenly fell”

La compositora Michelle Bell, quien presenció a Britney tocar “Everytime” por sí misma en el piano por primera vez, le dijo a Buzzfeed que, cuando ella y Timberlake terminaron su relación, Britney pensaba que nadie realmente la escuchaba, y que “ella sólo quería que alguien le dijera que creía en ella, más allá de esa máquina de pop .” En los meses siguientes, entre el lanzamiento de “Everytime” y la reproducción rebelde de "Mona Lisa", la imagen pública de Britney se estrelló contra un muro de concreto. Se casó con un amigo de la infancia, pero el matrimonio únicamente duró unas 55 hours, y la mayoría de las veces daba presentaciones bastante pobres en su extenuante gira por 93 ciudades, la cual terminó por cancelar a la mitad. Parecía estar sofocándose y estar luchando contra la presión de mantenerse en el curso que su disquera le había trazado —quienes le dijeron que dejara sus problemas a un lado y continuara como una férrea estrella de pop.

“Mona Lisa” encapsuló la caída libre de Britney —su rompimiento con JT,la muerte de su tía, su lucha por la perfección, los matrimonios fallidos— y dio pie a la era en la que se rapó, la cual cambiaría su estética limpia y pura en el pop para siempre. Para una mujer que aún hoy en día es controlada bajo la tutela legal de su padre, esa es la cosa más libre y honesta que ha grabado en su vida.

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“Mona Lisa”—con esos cantos gregorianos no tan distintos a los de “Cry Me a River”—es el alter-ego honesto de Britney. “Cuando me siento mala o como que podría estar mandando a gente para que hagan las cosas bien, es más fácil llamarse ‘Mona Lisa’ en vez de Britney”, le dijo a TRL, después de que le pusieran ese crédito en los créditos de “Do Somethin’.” Fue este personaje, “Mona Lisa,” el que representaba a la verdadera Britney, la que cantaba sobre libertades, luchaba por su lugar en el mundo y, al final, terminó siendo censurada, acelerando su descenso a carne de cañón para los tabloides y a vestirse diario en conjuntos Juicy Couture. “No pasamos esas letras por alto”, Stephanie Alexander, una bailarina que bailaba con Britney en ese entonces,le dijo a Buzzfeed este año. Se trata sobre “una asombrosa joya de mujer a la que tomaron por sentada y terminó por autodestruirse.”

See, everyone knew her / they knew her oh so well
Now I am taking over / to release her from her spell
She’s unforgettable / She was a legend though
It’s kind of pitiful / That’s she’s gone

Los fans de Britney se han obsesionado por esta canción, y el resto de las sesiones de Original Doll, por años, tratando de encontrar pistas sutiles que expliquen el proceso mental de Britney antes de su crisis nerviosa, tratando así de hilar una historia. Nunca podrán saber por seguro qué fue lo que pasó —nadie lo hará—, pero las pocas pistas disponibles apuntan a que Britney estaba sofocándose al grado de que ya no podía ser ella misma. Nunca fue una estrella a la que le dieron la libertad y confianza de decir lo que realmente pensaba, y más bien le ordenaban que se quedara parada viéndose bonita —una estrella de pop linda, ingenua, como todo el resto de las niñas bonitas.

Así que, cada vez que llega febrero, cuando pongo “Everytime” y me acaricio la cabellera, suspiro, trato de encontrar mi lugar feliz, y pienso en esto. Britney Spears representaba muchas cosas para muchas personas distintas. Para mí, ella es un artefacto viviente, que demuestra que sin importar el poder y alcance que tengas, es muy pinche difícil ser una mujer joven que es perennemente el centro de atención. Te piden que estés calladita, bonita, y hagas tu chamba bien. Y cuando tratas de decir lo que piensas, tu disquera te cierra las puertas y te callas. Y entonces vas y te rapas la cabeza.

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