Guía de supervivencia para fotógrafos en festivales

Este artículo se publicó originalmente en Thump. En un festival el truco para sobrevivir es estar cómodo, no hay más. Esa es la gran diferencia entre pasarla bien o pasarla tenaz. A lo largo de casi siete años (el tiempo que llevo tomando fotos de manera seria y en serio), he descubierto que cosas como un buen impermeable, unos zapatos MUY cómodos y un sombrero que cubra bastante (ya sea el sol o el viento), son cosas esenciales para sobrevivir un festival de dos o tres días caminando bajo los rayos del sol y cargando un equipo. Lo más recomendable es pillar el canal del clima todos los días, aunque no siempre le atinan, es bueno tener una guía y no ir a adivinar qué clima te tocará.

En estos años también he ido perfeccionando las cosas que llevo en mi maleta, hasta llegar al punto de hoy, en el que creo que mi kit está completo, aunque nunca sobran algunas adiciones.

Para mí, los shorts son la mejor prenda que puedes usar porque son cómodos y evitan sentir esa horrible sensación en las piernas que te da cuando el calor hace que los jeans se te peguen y estés todo sudado. El aire circula perfecto y además tienes bronceado gratis.

Este sombrero lo compré el año pasado por una módica cantidad. Una de las mejores cosas que tiene, es un cobertor en la parte de atrás, que hace que el sol y la piel de tu cuello nunca se conozcan. El pañuelo es otro básico, que realmente se puede usar en cualquier situación climatológica, pero sobre todo cuando el polvo es demasiado. Es imposible adivinar si el polvo será amigable o no, por eso llevarlo en la maleta nunca sobra, ocupa poco espacio y además te sirve para secarte el sudor y cualquier otro líquido no deseado.

Aunque normalmente haga calor, en la noche siempre es más fresco y hay mucho aire. Normalmente este outfit iría con los mismos shorts (ni loco cargaría unos pantalones, además de toooooodo lo que llevo), pero la idea era mostrar qué otras prendas puedes usar que te hagan sobrevivir un festival. Recientemente descubrí que los skinny jeans (siempre que sean strech), funcionan casi tan bien como los shorts, entonces, si hace frío un buen par de jeans de batalla pueden ayudar. Las botas son un must, porque cuando llueve la cosa con el barro se pone divertida. Es importante que las botas sean exageradamente cómodas porque si no, las ampollas te harán pasar el peor fin de semana de tu vida.

Yo no soy friolento, por eso un saco es suficiente para taparme del frío. Los guantes son importantes porque las manos son la parte de tu cuerpo que más usas tomando fotos, y si se entumen, estás en un problema. Otro esencial, en mi caso (por mi falta de cabello), es un buen gorrito. No es nada cool tener la cabeza descubierta mientras el aire helado de las 9 de la noche te pasa por encima.

El PEOR enemigo de cualquier fotógrafo en un festival es la lluvia. Punto. La lluvia te puede dañar el equipo, te pone de mal genio y hace que todo lo que de por sí es difícil, sea aún más complicado. Como lo decía en la introducción, un buen impermeable es esencial en la mochila de todo fotógrafo. La sensación de ver a las nubes amenazando y saber que tienes tu repelente en la mochila, es invaluable. Aquí entran las botas para el frío, yo prefiero unas buenas botas, con las que pueda caminar y que aguanten el lodo, las clásicas botas de jardinero. Aunque si bien, son excelentes para no mojarte, tus pies no las agradecen tanto después de caminar 10 horas seguidas.

Hay veces que los festivales tienen el clima ideal, poco sol con algo de viento. En este caso, lo más cómodo son los skinny jeans que les decía arriba y tenis. Yo he usado tenis para correr y aguantan, también unos con suela de aire, son buenos para el trabajo. NUNCA, NUNCA, usen tenis con suela plana, harán que su cuerpo les duela tanto que querrán dejar de ir a festivales. No vale la pena. En esta foto me puse mis orejeras contra el ruido, porque son uno de los básicos más importantes, no sólo para festivales, sino para cualquier concierto. Cuando haces fotos de conciertos todas las semanas (hay veces que son 4-5 noches escuchando decibeles altísimos), el riesgo de que envejezcas y desarrolles tínitus (¿les raya el zumbido que les queda después de ir a conciertos o fiestas? Imaginen tenerlo toda su vida, todos los días ¡Zafo!) es altísimo. Yo solía usar tapones de esos que te metes en los oídos y venden el cualquier farmacia, hasta que se me tapó un oído y el otorrino me dijo que dejara de meterme cosas en los oídos. Me recomendó que comprara unos de construcción, y yo muy obediente fui al día siguiente a conseguirme los míos. Los pueden conseguir en cualquier tienda que venda botas o cascos para construcción.

Mis amigos siempre me dicen que cargo demasiadas cosas en la maleta cuando voy a un festival. La verdad es que sí, pero odio cuando necesito algo y no lo traigo. En estos años he aprendido que cosas que nunca necesitaría usar, como gotas para los ojos resecos, son un básico en mi maleta. Sudo demasiado, entonces hay un punto en el día en el que mis ojos ya no funcionan bien de tanto sudor, y es ahí cuando las bonitas gotas hacen su aparición.

Siempre cargo una libreta en mi mochila, no importa a dónde vaya. Al igual que un sharpie o un esfero, esto siempre es importante a la hora de tachar las bandas que ya fotografiaste o que vas a fotografiar. Mis orejeras contra el ruido, son de las cosas más importantes que llevo a los concierto. Siempre cargo un termo para agua, nada como llevar agua a todos lados, a veces las botellas son poco prácticas. El pañuelo también es bueno llevarlo, aunque no haya tierra, es clave porque te sirve para secarte el sudor o hasta para los mocos. Es muy común que me duela la cabeza, por eso siempre cargo Excedrin o Advil, las únicas dos medicinas que me funcionan. La pila extra para cargar el céluar se ha vuelto indispensable a la hora de los festivales, sobretodo si vas con amigos y te quedaste de ver con ellos o si decides pedir un taxi saliendo del festival. Son fáciles de conseguir y baratas. .

Para cubrir un festival es buena idea llevar dos cámaras, así no tienes que estar cambiando de lente y perdiendo tiempo. Nada como llevar tu lente corto en una y el largo en otra. Aún así, es importante llevar una variedad de lentes. En mi caso, no soy muy fan de los zooms, prefiero los que tienen distancias fijas (como el 50mm, 28mm o el 85mm). Llevar pilas cargadas es básico, igual que un kit de limpieza. Uso distintos prismas a la hora de tomar fotos, por eso llevo una buena variedad para usar en el festival. Nunca sé cuál será el correcto y varía mucho según las luces de la banda, la hora del día, etc. Además de las cámaras con las que hago mi trabajo (las digitales), me gusta llevar distintas cámaras análogas, por lo general llevo una o dos de 35mm, una Réflex (con la que aprendí a tomar fotos) y una point and shoot. A veces cargo también con una de 120mm, la Holga.

Es importante tener una maleta impermeable o un cubre maleta, aunque idealmente ambos. No hay peor cosa que tu equipo se moje y se dañe. Sobretodo si te faltan más días de festival y no lo puedes llevar a arreglar. Un cubre cámara también es buena idea, aunque yo todavía no encuentro uno que sea práctico, los que he tenido hacen que te vuelvas todo lento tomando fotos y no son tan prácticos. Después de que mi celular se ha mojado varias veces por la lluvia, decidí comprar un par de bolsas impermeables para meterlo, además sirven para el programa de mano, tus tarjetas importantes y otras cosas que no quieres que se mojen.