FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Gordo Sarkasmus: De profesión raperos

La ironía y el sarcasmo como piedra angular del discurso de este dúo colombiano. Sátira en tonos de rap de Envigado para el mundo.

Ilustración por Iconblast

"En Colombia lo único organizado es el crimen", dicen sin remordimiento acerca de su país de origen Gordo Sarkasmus en su canción "Sabotaje". Y es que Gordo Sarkasmus, proyecto parido en 2010 en Envigado, municipio ubicado al sudeste de Medellín, es sátira.

Y de la gorda.

Sin disfrazarse de malos, sin hablar de calles y pistolas, Granuja (Mateo) y Zof Ziro (Sebastián) prefieren llevarnos por un paseo auditivo, despiadado y rompecuellos, a través de la historia nacional de su país. Por sus letras desfilan desde las tetas de Sofía Vergara hasta el innombrable Álvaro Uribe. Ellos buscan, sin mayores pretensiones, restregarnos en la cara lo que son, lo que su sociedad refleja.

Publicidad

Desde que nació, este dúo de copleros de la calle, y copleros tanto por su estilo de humor como por su capacidad de improvisar palabras al galope de los beats, ha grabado tantos temas que tuvo que recopilarlos en cuatro producciones y un disco prensado, que se lanzó en 2015 y fue bautizado como Herejías. Un trabajo que los puso en el mapa con temas como "La gran estrofa", canción que hicieron con No Rules Clan donde se paran a demostrar que, aunque empezando, ya daban pura calidad; o "Hallowinners" que marca un antes y un después en su consolidación estética y en el desarrollo de su sello Moiebiuz, nacido en la casa de Zof Ziro.

El Gordo exhala un sonido denso y gris, importado de los callejones de Nueva York, para hacer más frías y oscuras las calles de Medellín y de Colombia. Una receta de rap clásica preparada por ellos mismos: batería, caja, bajo y samples que van desde jazz hasta la música para planchar. Se tiene entonces una especie de Juan Valdez montado en una Lincoln con MF DOOM cargado de letras ácidas y beats perturbadores. Una banda sonora de una película de terror. La de Colombia.

Nos vimos con ellos en el estudio de Crudo Means Raw, donde están trabajando en compañía de Doble Porción, Vic Deal y el mismo Crudo, en un disco juntos que esperan lanzar este año. Un combo que hace parte de la nueva ola del hip hop colombiano que está llenando, viajando y a hacer industria. Esto fue lo que nos contaron.

Publicidad

Noisey: ¿Cómo empezaron, cómo se juntaron?
Z: Yo tenía un estudio casero (Moebiuz) como el que tengo ahora, pero en Envigado. Un parcero que conocía cayó a grabar con Mateo, que luego volvió a trabajar otro tema. A mí me gustaba lo que el man hacía, el estilo. Un día Mateo me dijo que hiciéramos un tema y lo hicimos. Eso fue como en el 2009.
G: Donde va yo lo complemento. Es que ve… Ziro comenzó por allá como en el 2007, o algo así, y sacó su trabajo Galería de sombras ¿sí o que?
Z: Sí, ahí fue que yo empecé, pero cuando conocí a Mateo estaba grabando otro CD… en el 2009.

¿Y por qué Gordo Sarkasmus?
G: En el 2010 hacíamos música pero no teníamos nombre. Éramos “Mateo y Ziro”. Un día Gambeta (Alcolirykoz), que es todo cantaletoso, dijo como “¡Eh! qué gonorrea, ‘Mateo y Ziro’, eso suena como a reggaetón”. Pero era que no teníamos nombre, entonces el Gambeta nos dijo que nos pusiéramos uno.
Z: Por eso en el tema que hicimos con ellos Mateo dice “Alcolyrikoz es chimba de nombre: regalámelo”.
G: Y algún día, así pensando güevonadas, salió el nombre.

Pero no es por gordos…
G: Es que no es “Gordos” Sarkasmus, sino Gordo Sarkasmus. Como un sarcasmo gordo.

¿El sarcasmo siempre ha estado presente?
G: Sí.
Z: Todo tiene como ese tinte. Siempre estuvo presente por la forma de ser de nosotros y eso se vio reflejado en la música. A lo mejor por eso congeniamos.
G: El sarcasmo de nosotros es incómodo. Es un humor más oscuro.
Z: No es un tono burlón, sino un sarcasmo de un man hasta desanimado… como Droopy.
G: Y hasta insultado, ofensivo. Como cuando te insultan y no te das cuenta.

Publicidad

Ustedes dos también hacen beats…
Z: Los beats que rapiamos son de Mateo o míos, o de los dos. Pero sí, la mayoría son de nosotros.
G: Eso es algo que también nos unió, nos gusta música parecida.

El rap de ustedes suena oscuro…
G: Yo siempre que escucho una pista digo “si me suena a rap la uso”. Me tiene que sonar a eso, porque es lo de nosotros. Soy muy purista, aunque no podría definirlo específicamente porque el rap es muy amplio. Es la naturalidad de lo que uno escucha, algo que se tiene adentro. Como un botoncito que se prende y ¡boom! eso es rap.
Z: La música de nosotros tiene ese toque oscuro, tratando de tirar a lo más rap que se pueda. Desde la producción hasta lo que nosotros estamos diciendo. A lo mejor hemos variado en los géneros que hemos sampleado para hacer las pistas, pero esa sigue siendo la línea a seguir: rap clasicudo, baterías y bajos.

Esta generación de raperos logró identificar los sonidos que le gustan y transmitir sus ideas de una manera muy rapera y con un sonido muy local, ¿qué opinan sobre eso?
G: Yo creo que una de las razones es porque Ziro nació en Envigado pero vivió de chiquito en Bogotá. Y yo soy de Apartadó, pero me vine a acá (a Medellín) a los 12 años. Entonces la niñez cuando se ve influenciada por otros lugares, da una visión más amplia.
Z: Las cosas que usted ve, lo que usted habla. Esa ha sido la constante, el cambio.
G: Nosotros no somos de barrio, somos de muchas partes. Somos más colombianos que paisas.

Publicidad

Hay mucha calidad y muchos estilos entre esta generación…
Z: Es que tener al lado gente que esté igual de empeliculada con lo que uno está haciendo, es demasiado útil. Es una competencia sana: todos estamos tratando de rapear más que el parcero y reconociéndole cuando está rapaindo más. Así nos hemos juntado y hemos seguido unidos.
G: A la hora de hacer un grupo es importante que cada cual tenga su identidad. Al rap en Colombia le faltaba, y todavía le falta eso.

Y mucha técnica también…
G: La técnica es como una huella digital, es algo propio. Puede que se parezca a otro, pero uno reconoce el estilo. Yo no juzgo tanto lo que dicen, es más la inteligencia con la que se dicen las cosas. El resto es el contexto de cada uno.
Z: Desde el principio el rap fue muy así. Esos maricas, los neoyorquinos, eran muy nenas. Decían cosas muy valijas pero tenían demasiado estilo. La gracia era eso, fue lo que impresionó.

Ustedes lo que tienen es un montón de discos y temas grabados, ¿cómo fue ese proceso?
Z: La intención de nosotros ni siquiera fue sacar eso. Empezamos a hacer temas y cuando vimos que teníamos un montón empezamos a compilarlos. Estaban muy desordenados y nos demoramos mucho para organizarlos y sacarlos para quedar al día.
G: Nosotros hemos hecho tantas cosas que puedo decir más de 30 no salieron. Quedaron guardados en carpetas por allá en la mierda, archivados. Pero al final eso también fue bueno porque tuvimos mucho de donde escoger
Z: Nos empeliculamos a hacer rap, esa fue la vuelta.
G: Hacer, hacer, hacer, hacer. Es como el que quiere ser cuentero: no es que se sentó y le salió de primera. Usted tuvo que escribir un montón de chimbadas y leer demasiado y eso fue lo que nosotros hicimos, escuchar demasiado. Yo era un enfermo bajando música, mirando qué salía, yendo al centro a ver que CDs había.

Publicidad

Hay temas en internet y en Herejías el primer físico prensado…
Z: Es que ha sido una vuelta que ha ido progresando, ha sido circunstancial. Cuando nosotros empezamos a hacer cosas teníamos claro que lo íbamos a sacar por Internet, por muchas vueltas: porque había sido de lo primero que habíamos experimentado juntos, porque no teníamos lucas, no se…
G: Digamos que estábamos inventando, como mirando a ver qué: “saquemos esta vuelta, esto tiene que caer en algún lado y alguien lo tiene que coger y mirarlo”, yo no sé…
Z: Por eso Herejías fue el primer CD prensado que hemos sacado nosotros.
G: Sí han salido cosas físicas, pero prensado no. Herejías fue más organizado y más analizado. Desde el principio pensamos en sacarlo como disco, todo es nuevo

Y ahora ¿están trabajando en algo más?
Z: Siempre hemos estado trabajando. Nosotros terminamos de grabar una cosa y nos metemos en otra.
G: Es que realmente no es como que terminamos y nos quedamos “¿ahora que vamos a hacer?2”. No, yo sigo yendo donde el Ziro y seguimos haciendo temas…. es sin parar
Z: Cuando terminamos de grabar Herejías nos dio por hacer temas solos.

¿Que les han traído todos estos años de tanto trabajo?
Z: De un disco a otro van pasando cosas. Hay un nuevo ingeniero de sonido, hay otra gente nueva camellando las carátulas, gente que hace los vídeos…
G: Hay más tiendas, más gente en más lados que le gusta la vuelta, mandamos a más partes.
Z: Antes montábamos el disco a YouTube y de ahí no pasaba. Ahora se han abierto otras posibilidades, yo creo que estos CDs van a estar en plataformas digitales… son cosas que nos han ido pasando. Con cada CD se abre una puerta
G: De hecho Herejías, sin querer, abrió tantas puertas y tantas cosas que nos alcanzó para sacar el disco de cada uno y no tenemos que preocuparnos por la plata.

Publicidad

¿Ya está empezando a dar?
Z: Sí, pues sacamos un CD con plata prestada y nos dio para sacar un video, camisetas y los dos CDs que vienen de cada uno.
G: Y para comprar güevonadas en diciembre, y para yo subir donde Ziro y para él bajar.

¿Empieza a volverse industria?
G: Ajá, como una mini empresa.
Z: Y es muy charro porque no es que algo cambie lo que estamos haciendo. Me parece que cada vez lo estamos haciendo más hacia adentro, estamos hablando de temas que nos identifican más a nosotros. Si algo le ha gustado a la gente de lo que estamos haciendo es eso. Estamos dando un retrato de un tiempo. De cómo es la generación de nosotros y lo qué nos está pasando.
G: Sí, el día que yo diga “no se si pueda decir esto” o como “¡Uy! Ziro, cuidá lo que estas diciendo”, ese día ya estamos en la mala.
Z: Este es el mensaje que yo le quiero dar a la juventud, a los adultos y a los viejos, a los niños, a todo el mundo. Yo no le quiero esconder lo que pienso a nadie. A mí no me interesa que vean una cosa bonita, me interesa que vean lo que yo estoy viendo. A cada uno le pasan cosas muy diferentes, entonces ya cuando usted se encontró como rapero y encontró su estilo, no se va a parecer a nadie porque usted está contando su historia. Narrando su vida.

Esta se convirtió en la profesión…
Z: Sí, eso ¡qué chimba ser rapero!
G: Es una profesión. Así como hay abogados malos que se gradúan, también hay raperos malos, que no escucharon lo suficiente, no aprendieron lo necesario. Nosotros estuvimos en esa escuela mil años, matándonos, entendiendo las técnicas, porque a mí nadie me fue a explicar. Yo fui aprendiendo solo, escuchaba los temas y decía “cómo hago para escribir, cómo hago para caer ahí, cómo hago para que suene así, ¿qué es eso?”
Z: Está es la profesión de nosotros y le hemos dedicado mucho tiempo. Por eso alguien le está parando bolas, algo está funcionando, algo está pasando con cada disco que sacamos. Realmente estamos trabajando en eso. Cualquiera que le trabaje mucho a su profesión se vuelve calidoso, pues…
G: O también hay jugadores malos que se vuelven buenos. Yo iba al estadio y veía a Jackson y decía “que pesar de ese man, sáquenlo, que man tan malo”, y Jackson hoy es un calidoso por pura constancia, puro entrenamiento, pura disciplina.

Muy bien ¿no?
Z: Sí, nosotros tenemos muchas ganas de camellar rap todavía y la gente le ha gustado lo que ha pasado hasta ahora. Y no saben lo que se viene encima.

¿Lo veían venir?
G: No, al principio no lo estábamos haciendo para lograr algo. Solo lo estábamos haciendo y ya.

¿Y ahora?
G: El método es el mismo: camellar como un hijueputa. Nos dimos cuenta que con esto podemos vivir y si nos ponemos las pilas podemos lograrlo rápido. El objetivo es ser organizados, crear una industria y que esto nos sostenga en algún momento.
Z: Eso, realmente en un principio el objetivo era rapear y sacar temas más chimbas cada vez. Ese sigue siendo el objetivo pero en algún momento nos dimos cuenta que podíamos sacar un beneficio. Llegar a no tener que hacer nada más.

Foto de Sara Acevedo