"Habría que hablar de «reproducción ampliada», ya no ampliada sobre la línea del perfeccionamiento técnico, sino ampliada en todas las direcciones, o mejor, en todas las dimensiones, aun las heterogéneas". Esta definición, mejor dicho apuesta, es una cita del escritor argentino César Aira y, aunque se ajusta a la naturaleza del arte contemporáneo y a su literatura, también puede funcionar como el lente que atraviesa la música de Roscoe Mitchell: Música que no pertenece, ni desea pertenecer, a un género determinado; música que invierte casi todas sus exploraciones en señalar un rincón oculto en nuestro entendimiento, ni siquiera de la música, sino del sonido. No nuevas cartografías musicales, sino una forma más bien expansiva, como un pixel muerto que se extiende descontrolado hacia los otros pixeles, con la finalidad de ennegrecer la pantalla.
Publicidad
A la manera de Oliveiros, Feldman o Wadada Leo Smith, Mitchell ha dedicado su carrera musical a no tener una sola dirección, sino a rechazar cualquiera de ellas. Está convencido que la única poética posible no existe a priori, sino que debe ser, forzosamente, armada. Si el genio –esa categoría tan vapuleada y desacreditada por la constante hipérbole de nuestro tiempo– es algo real, se parece mucho más a un invento que a un descubrimiento. Y quizá convenga hablar así de Mitchell y su música: esta es una música de pura invención. No hace descubrimientos a la manera de Coleman, y no rompe con la tenacidad del paradigma como lo harían John Coltrane o Miles Davis. Hasta hoy, Mitchell realiza búsquedas similares a las de su titánico Sound y sin embargo, cada álbum y cada composición, trabajan un matiz y una estética únicos. Es como explorar los mismos rincones, pero siempre con un lente distinto; leer el mismo texto, cientos de veces, con la bases de una escuela diferente. De hecho, olviden la palabra "explorar", lo de Mitchell es el más profundo de los escrutinios: pura investigación.En comparación con otros titanes, este padre fundador del Art Ensemble of Chicago y alumno de Muhal Richard Abrams, parece desdibujado. Esta condición le viene, naturalmente, mejor que la canonización. Como cualquier artista verdadero, no tiene interés en avanzar de acuerdo a su época. Aunque no puede decirse que las haya rechazado, Mitchell no fue partícipe de ninguna corriente del jazz trabajada y difundida por sus contemporáneos: si Herbie Hancock iba hacia el funk hipermasticado, Mitchell se replegaba en las formas instrumentales de la madre etíope para desvirtuar el ingreso de la modernidad en su música. Si Chick Corea tiraba hacia un deslavado y obvio folclorismo, Roscoe respondía con un disco de duetos junto a Anthony Braxton donde un par de instrumentos hablan en paradoja, soledad y absoluta comunión, vertidos cada cuatro segundos.
Publicidad
Mitchell estableció su leyenda trabajando, acaso, un solo gran tema. El tema de su primer álbum como líder: Sound. Su punto de arranque y llegada. No cree en la Música, escrita así, con su bien temperada mayúscula al comienzo. Por eso se toma la libertad de nombrarlo Sonido, porque la música, en última instancia, no es más que una glosa de éste último.Nota: Sería un atrevimiento intentar repasar la totalidad de los registros sonoros que Mitchell ha dejado a lo largo de casi 50 años de carrera, y que, en gran parte, es imposible de rastrear en plataforma digitales (no, el 80% de su música no está en Spotify). Esta guía no pretende eso. Pretende, de ser posible, establecer claves para comprender la importancia de la música de este saxofonista de Chicago. La idea es generar un bonito colchón para aquellos que quieran ir a ver a Roscoe Mitchell, quien se presenta por vez primera en la Ciudad de Méxido durante el marco del Festival Aural 2017 el próximo jueves 21 de septiembre. El evento es gratis y es en el Anfiteatro Simón Bolívar, en el 16 de la calle Justo Sierra, en el centro histórico de CDMX.
Para entrarle al Roscoe Mitchell fundador del Art Ensemble of Chicago
Publicidad
Comme A la Radio, así como la banda sonora que escribieron para el filme Les Stances À Sophie, dan muestra de las cualidades indiscutibles de estos músicos. Marcan, además, la primera gran etapa del Ensemble (habría que sumar el volumen doble de grabaciones lanzado por el sello Actuel, su segunda casa, titulado, por si hacen falta más señas, Live in Paris). Con estos trabajos, el conjunto se convirtió rápidamente en una especie de criatura mítica de los libros de jazz; condición que sin demasiados predicamento derivaría en lo que hoy significa su nombre: absoluta e incuestionable leyenda.De todas sus facetas, el Mitchell que actúa como líder representa la escucha más admirable dentro del amplio repertorio de sus escrutinios musicales. Como líder, es un músico excelso, comprende las cualidades de con quienes está trabajando, y se empeña en exponer lo mejor de cada uno. Como músico, desprecia el protagonismo. Jamás señala una dirección con el dedo, sino con la mirada, por lo cual, siempre, necesariamente, deja espacio para la ambigüedad. Esta ambigüedad, facultad propia de toda comunicación verdadera, es el sitio donde se construyen los espacios más interesantes de Mitchell y sus acompañantes. Desde el atrevido Sound hasta las recientes colaboraciones con Craig Taborn o el homenaje a Fred Anderson, Mitchell es un líder que comprende que la única posibilidad de la música genuina, verdaderamente genuina, no es inventar un estilo o hacer temblar los cimientos del canon, sino colocar la justa nota en el momento adecuado –y esto quiere decir, también, inevitablemente, otra cosa, más grave, más certera y mucho más inmortal: la nota adecuada puede tocarla cualquiera de nosotros, lo importante es que suene, venga, que retumbe.
Para entrarle al Roscoe Mitchell mitad band leader, mitad profeta
Publicidad
Para entrarle al Mitchell de la más incontestable soledad
Publicidad
Para entrarle al Mitchell parado sobre la tarima del director de orquesta
Publicidad
***Recuerda que Roscoe Mitchell tocará por primera vez el próximo jueves 21 de septiembre, dentro del Festival Aural. La cita es gratis, en el Anfiteatro Simón Bolívar. Aunque de los otros shows de Aural sí hay eventos en Facebook, de este no.
Sigue a Noisey en Facebook.