Este viernes 25 de julio, Mitú publicó su tercer álbum de larga duración, titulado Cosmus. El disco representa una evolución tanto en el sonido como en la forma de trabajar del proyecto de electrónica selvática, conformado por los colombianos Julián Salazar y Franklin Tejedor.Para saber un poco más sobre la creación del álbum, y la historia detrás de cada una de las canciones que lo conforman, nos acercamos a Salazar, quien nos dio los pormenores de este discazo, uno de nuestros favoritos de lo que va del 2017.
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Después de cinco años con la banda, sentimos que era el momento adecuado de parar un poco y sacar el tiempo necesario para hacer un disco sin ninguna prisa, y que obedeciera a las ganas que teníamos de renovar nuestro sonido y cambiar de cierto modo el método de hacer las cosas. En ese sentido es dibujar de nuevo nuestro espectro y nuestros limites en toda su extensión, pasando del caos que conlleva descartar las cosas con las que vienes trabajando, y poco a poco poner todo en su lugar. Por eso es Cosmus: es plasmar este momento de la banda en toda su extensión. Vi el nombre una vez en una puerta, indicando el apellido de la persona que lo habitaba, y supe que tenia que conservar esa palabra para lo que venía.Lo grabamos en mi casa completamente, a excepción de las voces de Teresa Reyes, que participa en dos tracks. Eso lo grabamos en un cuarto de hotel en Cartagena. Fue un proceso bastante largo: trabajamos alrededor de un año y medio en el disco porque queríamos conseguir al final algo con lo que tuviéramos una sonoridad renovada. Técnicamente también fue lento porque cambiamos todos nuestros equipos y era explorar de nuevo las posibilidades de las nuevas herramientas.Cosmus es diferente los álbumes pasados porque en síntesis con los otros queríamos registrar más la adrenalina del momento en que tienes una idea, entonces [era] tratar de [hacer] un proceso muy rápido para no perder esa idea con sus características, y también no permitir que esa idea mute a algo diferente de como se originó. Este disco es mucho más meditado, mirando qué es lo próximo que tienes que añadir para ir construyendo el track. No había igualmente el deseo de capitalizar rápidamente una idea. En cierto sentido era dejar volar esa idea hasta que encontrara su lugar ideal.
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Teresa tiene un timbre de voz tremendo. Como nuestra música es básicamente instrumental, al hacer canciones con letra tengo que imaginarme un poco cómo va a sonar esa voz dentro de la música que estamos haciendo, entonces es más fácil para mí y más certero pensar en la voz de Teresa cuando estoy componiendo letra y melodía de la línea vocal. Además con ella nos entendemos a la perfección, lo que hace trabajar con ella sea muy grato.[Ahora] vamos a empezar un tour que nos va a llevar por America Latina de arriba a abajo, y por Europa también. Tenemos un nuevo show que acompaña la salida del disco que esperamos poder mostrar en todos esos shows que se vienen.-Julián SalazarEsta fue la última canción que hicimos para el álbum. Faltaba un tema que abriera el disco y creara una atmósfera inicial para inducir al oído en la dirección adecuada para oír el álbum completo. Tiene esa característica de cerrar el ciclo de producción del disco, pero ser a la vez el comienzo de algo nuevo, tiene esa dualidad. Es el fin, un punto de partida.Se le dio ese nombre porque la música sugiere ese lugar del interior del país de tierra caliente. Ese era su nombre de referencia en las sesiones de grabación, y quedó así. De hecho, todas las canciones de este disco quedaron con su nombre de referencia. Después vino la letra y la idea de grabar de nuevo con Teresa Reyes, que ya había trabajo con nosotros en Balnear. Creo que representa bien nuestra aproximación a hacer canciones de verso y coro.
"Fin"
"Melgar"
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"Campanas"
"Pyra"
"Fiebre"
"Nave"
"Suave"
"Sole"
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