Mosul, la tercera ciudad más importante de Iraq y un campo de batalla entre las Fuerzas Armadas iraquíes y el grupo terrorista Estado Islámico, se ha vuelto una trampa sin aparente salida para los habitantes de la parte norte y occidental.De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas publicadas esta semana, unas 400.000 personas están atrapadas en el fuego cruzado y viven en un alto de riesgo de morir a manos de francotiradores o bombas.Mosul es considerada una ciudad estratégica, tanto para los aliados de Estados Unidos como para los yihadistas: aquel grupo que controle Mosul tiene liberada una vía de acceso para la compra y venta de insumos hacia Siria y Turquía.Mosul: la victoria del capital, la derrota de lo humano. Leer más aquí.El sur y el oriente ya han sido controlados por las Fuerzas Armadas iraquíes desde enero pasado, y ahora la guerra se ha intensificado en el afán de arrebatar el último pedazo de Mosul al Estado Islámico.Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU en Iraq, alertó que desde mediados de noviembre no se han realizado entregas constantes de alimentos y agua, por lo que los atrapados pudieran estar viviendo en condiciones de desnutrición o sed extrema."No está claro si en la parte humanitaria tenemos los recursos necesarios para responder a lo que parece cada vez más un éxodo masivo", alertó Grande.Sigue a Martín Andrade en Twitter: @godomartoSigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs
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