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ESPAÑA

Asesinan a cinco mujeres en España en 13 días, el peor momento de 2015

Durante 13 días de julio han matado a más mujeres que en cualquier otro mes de 2015. Las cifras anuales han descendido desde que en 2003 comenzaron a contabilizarse las muertes por violencia de género.
Imagen de la manifestación #NiUnaMenos en Buenos Aires, vía Flickr/Leandro Martínez

El caso de dos jóvenes asesinadas en Cuenca (sureste de España) la semana pasada, unido a la reciente muerte violenta de una mujer en Castelldefels (Barcelona) y la de otra en Serra (Valencia) en un incendio provocado por su ex pareja — un regidor de la alcaldía que se ahorcó en prisión unos días después de ser detenido —, han vuelto a colocar a la violencia de género en las portadas de los diarios españoles.

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En total, en apenas 13 días de julio han sido asesinadas cinco mujeres y el novio de una de ellas: más que en cualquier otro mes del año.

Este repunte de los feminicidios tiene lugar cuando se cumplen doce años del nacimiento del registro de este tipo de asesinatos en España y una década de la creación de la primera Ley contra la Violencia de Género. Desde 2003, en España han matado 790 mujeres por terrorismo machista, según el ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estas son cifras que solo contabilizan aquellos asesinatos en los que había o hubo un vínculo afectivo entre la víctima y el asesino.

No obstante, a pesar del actual repunte de este tipo de violencia, en lo que va de 2015 han sido asesinadas 23 mujeres, la cifra oficial más baja desde 2003, cuando comenzó a documentarse la serie histórica — en 2010 la cifra fue de 40 muertes anuales —. Dado que todavía quedan siete casos por aclarar judicial y policialmente, la cifra podría elevarse a 30.

Los asesinatos de mujeres deben ser considerados como posibles feminicidios, según un fallo de la Corte Suprema de México. Leer más aquí.

Diego Fernández López, abogado especialista en violencia de género, explica a VICE News que "si bien como sociedad debemos seguir trabajando en este sentido, momentos como esta quincena no deben enturbiar el hecho de que las cosas han ido a mejor desde que se comenzó a trabajar en esta dirección".

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Según Fernández López, con estas cifras, "los casos de violencia de género están comenzando a ser residuales en lo relativo a las cifras globales, aunque cueste decir esto dado lo sensible del tema". Lo cierto es que durante 2015, tras esta quincena de julio, los meses con más asesinatos fueron marzo y mayo, con cuatro mujeres muertas.

La espectacularidad del caso de las asesinato de dos chicas en Cuenca, su posterior entierro en cal viva en la orilla de un río y la persecución y detención del presunto culpable en Rumanía, en una operación policial coordinada por las autoridades rumanas, ha reabierto el debate sobre el terrorismo machista y los feminicidios en España.

"Que el Partido Popular haya reubicado las competencias del antiguo ministerio de Igualdad [que ahora forma parte del de Sanidad] es relevante, pero no es clave en este asunto", matiza Fernández López. "Lo que debería hacerse es capilarizar este tipo de políticas preventivas y extenderlas a todos los organismos públicos, desde cualquier subsecretaría hasta todos los ministerios y el propio gobierno. La acción debería ser transversal".

"Julio, agosto y en general los meses de verano, además de los lunes de cada semana del año, son los momentos más complicados porque las parejas pasan más horas juntos y ahí tienen lugar los problemas", explica Fernández, que lleva una década trabajando en la Violencia de Género desde el punto de vista penal.

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Otra cosa es la crisis y los recortes de presupuesto como factor detonante de algunos de los casos — en Castilla La Mancha, donde se encuentra Cuenca, se recortó un 39% el presupuesto dedicado a la lucha contra la Violencia de Género —.

"La crisis se nota en el sentido de que las mujeres de menor extracción social son más vulnerables, y ese perfil ha perdido capacidad adquisitiva durante estos años. Son más susceptibles de pensar que pueden perder el trabajo, la casa o no saben muy bien qué pueden hacer si denuncian a su marido. Esto sigue pasando en España", explica Fernández López.

Patsilí Toledo es doctora en Derecho Público en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). En 2009 realizó una consultoría publicada por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México. Su trabajo se centró en torno a los procesos de tipificación del femicidio y feminicidio en países latinoamericanos.

Toledo matiza el descenso global de muertes por violencia de género: "Desde las últimas décadas del siglo pasado, los homicidios en general se están reduciendo, lo muestran los datos. El problema es que, mientras descienden el total de homicidios, incluidos los de hombre contra hombre, existe una parte que permanece constante, que son los homicidios en el ámbito de la pareja y la familia", constata a VICE News la académica. "Es por esto que Naciones Unidas concluye que existe un incremento relativo de los asesinatos de mujeres".

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"La violencia contra las mujeres en el ámbito de la pareja no es un asunto privado. Esta fue la regla general durante décadas y siglos. Históricamente, lo que ha hecho el Estado en relación a la violencia contra las mujeres es legitimarla; en España pero también en Latinoamérica, que recibió el marco legal europeo", afirma Toledo. "Existía una ley estatal y luego la ley del padre y la ley del marido. Esta es la historia de Occidente. Hoy los hombres que matan a una mujer se justifican en esta idea: 'La maté porque era mía'".

"La responsabilidad del Estado es la misma cuando permite que se torture en una comisaría que cuando permite que se golpee o se amenace de muerte a una mujer en su casa", dice tajante la académica.

Toledo cita un artículo de Rhonda Copelon, profesora de derecho y directora de la Clínica de Derechos Humanos Internacionales de las Mujeres de la Escuela de Derecho de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). En este artículo, Copelon equipara la violencia machista que padecen las mujeres en el hogar con la tortura. Esta afirmación, que podría parecer exagerada, cuenta con el aval del Comité de Derechos Humanos y del Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas.

La investigadora de la CUNY apunta a diferencias esenciales entre las mujeres que padecen estas violencias y las víctimas de tortura: "Al contrario que las víctimas de lo que está reconocido oficialmente como tortura, las mujeres maltratadas no ven al maltratador como a su enemigo", afirma Copelon citando a Judit Herman y su libro Trauma and Recovery: The Aftermath of Violence — from Domestic Abuse to political terror.

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Crimen de odio

La abogada focalizada en violencia de género Carla Vall plantea la necesidad de conseguir resoluciones judiciales en las que se reconozca agravante discriminatorio por odio a la mujer. En España no hay ninguna. "La legislación es defectuosa. En el ámbito privado no todos los delitos violentos están previstos por la ley integral", explica la jurista a VICE News. "Pero en el ámbito público es donde se hace más evidente. Los delitos básicos se han de reforzar por el agravante siempre que la motivación para delinquir sea que son mujeres".

"En violencia de género está regulado el ámbito privado más íntimo, pero solo en algunos supuestos: sí que está regulado por la ley orgánica en delitos de lesiones o coacciones, pero no lo está, por ejemplo, en el delito más grave, que es el de homicidio. No tiene sentido. O los regulas todos o ninguno", sigue Vall.

En realidad, según Vall, que se basa en los datos de Feminicidio.net, "cada año son asesinadas una media de 40 mujeres [en España] sin que queden amparadas por la ley orgánica", recuerda la abogada, hecho que implica que no se las reconozca como víctimas de violencia de género. Tampoco las lesionadas, física y psicológicamente, que acaban quedando excluidas de las ayudas. "Por eso sería necesario regular el delito de feminicidio", sentencia Carla Vall.

El caso de Laura del Hoyo, una de las dos mujeres asesinadas en Cuenca — acompañante de Marina, la ex novia del presunto asesino —, no constará como víctima de la violencia machista. Su presunto asesino tenía antecedentes penales, entre ellos varias denuncias por violencia y secuestro de una ex pareja.

Laura, una de las dos mujeres asesinadas en Cuenca, no constará como víctima de — Feminicidio.net (@feminicidio)agosto 14, 2015

Según los resultados de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, casi 7 de cada 10 mujeres (el 67,4%) que han sufrido violencia de género finalizaron la relación violenta debido al maltrato.

Imagen de la manifestación #NiUnaMenos del 3 de junio en Buenos Aires, vía Flickr/Leandro Martínez