Así es como la mafia italiana ha robado millones de dólares a los migrantes

La policía italiana ha acusado a una banda ligada con la mafia de controlar uno de los centros de migrantes más grandes del país. La policía arrestó a 68 personas ligadas a la operación, acusándolos de desviar durante la última década 35 millones de dólares en fondos destinados a ayudar a los recién llegados.

Este lunes dieron a conocer que entre los detenidos se encontraba un cura católico que recibió solamente en un año casi 150.000 dólares a cambios de "servicios espirituales".

Los arrestos tuvieron lugar en un centro de migrantes en el sur de la costa Italiana. Más de 500 oficiales de policía de Catanzaro, una ciudad al sur de la región de Calabria, llevaron a cabo la operación.

Están acusados de asociación con la mafia, extorsión, portación de armas ilegales, fraude, desfalco en detrimento del Estado y robo, de acuerdo a un comunicado.

La policía aseguró que Santa'Anna, uno de los centros para migrantes más grande con capacidad para unos 1.200 personas, estaba siendo dirigido por el clan Arena, parte de la poderosa mafia 'Ndrangheta.

Habitualmente, el centro es administrado por la asociación Catholic Misericordia, era una fachada de la mafia, de acuerdo con las autoridades.

Los investigadores dijeron que "el clan controlaba la administración del centro de recepción de migrantes para beneficiarse" y que había estado sucediendo desde hace diez años. Hasta un tercio de los 109 millones de dólares destinados al centro eran malversados por los criminales.

Rosy Bindi, líder de la comisión antimafia del parlamento, se refirió al centro como "una pantalla para las operaciones del crimen organizado gracias a quienes dirigían el centro".

Entre los detenidos estaba Leonardo Sacco, jefe de la asociación Catholic Misericordia, así como Edoardo Scordio, el sacerdote que recibió cerca de 150.000 dólares por sus "servicios espirituales".

Actualmente hay casi 175.000 migrantes viviendo en lugares como este en toda Italia, los cuales reciben ayuda gubernamental para alimento y refugio. Sin embargo, los rumores sobre el desvío de fondos en el centro Santa'Anna ya existían desde antes.

Hace dos años, la revista L'Espresso publicó una investigación en la que se afirmaba que los fondos estaban siendo malversados, mientras que los administradores hacían dinero a expensas del bienestar de los migrantes.

El año pasado, oficiales habían notado que el centro infló significativamente el número de refugiados para obtener un mayor financiamiento por parte del gobierno, obteniendo incluso 10.000 euros diarios para cada uno de esos migrantes "fantasma". En 2013, un inspector de salud descubrió que los refugiados estaban recibiendo pequeñas porciones de alimento.

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