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ESPAÑA

La escena musical neonazi española lo tiene jodido con la reforma del Código Penal

Un concierto en un camping zaragozano desata la polémica. La sentencia del Tribunal Supremo contra Hammerskin y la reforma del Código Penal han arrinconado los recitales de bandas con letras que incitan al racismo, a la discriminación y a la violencia.
Immagini del concerto neonazi a Saragozza [via Arainfo]
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Cruces célticas y gamadas decoraron, por unas horas, un improvisado escenario en un camping zaragozano la noche del pasado 5 de diciembre. Unas pocas decenas de jóvenes skinheads se dieron cita en aquel emplazamiento bajo la atenta mirada de las fotografías de Iván, Jorge y Vanesa, tres neonazis de la localidad que el 18 de noviembre del año 2000 perdieron la vida en un accidente de tráfico. Se cumplían entonces 15 años de la efeméride.

El Ayuntamiento de Zaragoza informó la semana pasada, en boca del portavoz del equipo de gobierno municipal, Fernando Rivarés, que estos actos se han producido por lo menos "dos veces al año". Según Rivarés, estos eventos musicales se caracterizaban por "la exhibición de banderas esvásticas, por la negación del holocausto, la incitación al odio o por presumir de Hitler como modelo". El cargo electo anunció en su comparecencia que llevarían el caso a la fiscalía.

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Tuit del partido en el gobierno municipal anunciando el requerimiento de la fiscalía.

Aunque lejos quedan los conciertos con una relativa difusión pública en los que se congregaban cientos de personas venidas de toda Europa. Un ejemplo de aquellos tiempos lo tenemos en 2010, cuando la madrileña Sala Heineken acogió un recital de Batallón de Castigo, formación encabezada por el ex presidiario Eduardo Clavero, que en 1990 entró en prisión por homicidio. Fue en un penal español, precisamente, donde se fundó la banda. Cientos de fans acudieron a verlo.

Un año después del concierto, el Tribunal Supremo (TS) confirmaba la disolución de la organización neonazi Hammerskin. La sentencia se sostenía, entre otros elementos, por la implicación de este grupo en la realización de conciertos en los que difundían su ideología discriminatoria.

Nuevo ataque contra migrantes: neonazis alemanes acusados de orinar sobre niños. Leer más aquí.

Pero la estocada final a la escena neonazi se la ha dado la introducción en el Código Penal, en vigor desde el pasado 1 de julio, de la persecución contra la incitación al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un colectivo por razones de raza, sexo o creencias religiosas, entre muchos otros supuestos, concretada en el artículo 510.

"La escena musical neonazi está bastante sumergida. No es como antes que eran conscientes de que había un escenario que podríamos calificar de bastante impunidad y era visible", explica a VICE News Esteban Ibarra, presidente del Movimiento Contra la Intolerancia. "Y van a estarlo, precisamente, por el artículo 510 del Código Penal", añade.

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Versión del himno fascista italiano de Batallón de Castigo en el concierto de la Sala Heineken de 2010. El público grita el saludo hitleriano 'Sieg Heil' al acabar la canción.

La posible imputación de delitos obliga a los colectivos que organizan estos recitales a ser cautelosos. VICE News consultó a grupos antifascistas que monitorizan la actividad del colectivo neonazi.

"Hace unos años que ha bajado considerablemente la actividad en lo relativo a conciertos: uno o dos al año y casi entre amigos. Están muy poco anunciados y son muy clandestinos. No hay nada público", afirma a VICE News un activista que prefiere mantenerse en el anonimato.

"Siempre que lo hacen en salas no dan el nombre o no especifican qué banda tocará. Los anuncios se dan a nivel interno: no son convocatorias públicas. Siempre hay un número de teléfono y un correo de contacto. Se hace con mucha discreción", ilustra a este medio el militante antifascista.

En algunas ocasiones los grupos que promovían estos eventos se habían amparado en el hecho de que se daban en espacios privados. A finales de febrero del pasado año, también Zaragoza fue escenario de un concierto celebrado en el aparcamiento del edificio ocupado por neonazis, el Hogar Social Las Fuentes. Grupos antifascistas protagonizaron enfrentamientos en las calles contra los ocupantes.

Imágenes de los enfrentamientos ante Hogar Social Las Fuentes.

La privacidad ya no será excusa. El camping zaragozano que alojó el controvertido evento publicó un comunicado en el que aseguraba que "excluir a clientes por el hecho de sospechar su ideología filonazi" es, en la práctica, "inaplicable". Los responsables de las instalaciones relatan en el texto que la policía estaba sobre aviso para vigilar que no se producieran altercados. A medida que se concrete la aplicación del artículo 510 del Código Penal, las fuerzas y cuerpos de seguridad podrían plantearse intervenir para evitar que se difundan discursos de odio.

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Es una cuestión de formación, según los expertos. "Tampoco la policía está preparada. He leído atestados en los que se refieren a una riña tumultuaria y lo que se ha producido es que diez nazis le pegan una paliza a un indigente. Tenemos muchos problemas para objetivar el caso", opinaba en diciembre Esteban Ibarra.

Mira el documental de VICE News Odio en Europa: antifascistas se enfrentan contra el movimiento Pegida en Viena:

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