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VICE World News

Japón matará a miles de ballenas sin tener en cuenta la oposición de otros países

Japón seguirá adelante con su plan de matar a cerca de 4000 ballenas durante los próximos 12 años, pese a haber sido denegado por la Comisión Ballenera Internacional.
Photo by Issei Kato/Reuters

Aquí tenemos un asunto sobre el que el gobierno de Japón parece coincidir: Japón debería poder matar a miles de ballenas.

La Comisión Ballenera Internacional (CBI) rechazó este lunes la propuesta de Japón para poder matar a 4.000 ballenas en el Ártico durante los próximos doce años. No obstante, la comisión no tiene la autoridad pertinente para prohibir que Japón lleve a cabo esta caza en forma alguna.

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Un panel convocado por la Comisión consideró que Japón no había proporcionado suficientes evidencias que demostraran que la caza tenía una finalidad científica, una de las pocas excepciones legales a la prohibición mundial de cazar ballenas con fines comerciales aprobada en 1986.

"Creo que procederemos con la reanudación de la caza de ballenas hacia finales de año", declaró el comisario adjunto de la delegación japonesa, Joji Morishita, según Reuters.

'Recibirán muchas críticas calificando esta ciencia de contraproducente e innecesaria. Pero realmente no necesitan un permiso'.

A pesar de la oposición de la CBI, los países tienen total libertad para auto otorgarse permisos para la caza de ballenas con fines científicos, y no están obligados a modificar su investigación en base a recomendaciones de la CBI.

Japón se ha aprovechado ese vacío legal desde 1987. Pero en 2010, y más tarde en 2012, los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda presentaron demandas antes el Tribunal Internacional de Justicia, argumentando que las justificaciones de Japón para la caza de ballenas en aguas internacionales no eran válidas y violaban la prohibición de 1986.

En marzo de 2014, el Tribunal acordó poner fin a gran parte de las operaciones de caza de ballenas de Japón en la Antártida. Pero en septiembre, Japón presentó un nuevo plan a la CBI sobre la caza de ballenas, alegando que cumplía las recomendaciones del Tribunal.

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Pese a la declaración de la CBI, Phillip Clapham, del Laboratorio Nacional de Mamíferos Marinos, declaró a VICE News que Japón podría seguir adelante con su caza de ballenas.

"En virtud de la convención, Japón no necesita permiso alguno para llevar a cabo la caza de ballenas con fines científicos", subrayó. "Recibirán muchas críticas calificando esta ciencia de contraproducente e innecesaria. Pero realmente no necesitan un permiso".

Japón ha matado aproximadamente a 14.000 ballenas desde la moratoria que entró en vigor en 1986, señaló Clapham.

Su propuesta se centra en la ballena Minke, la más pequeña de las ballenas barbadas, una especie que puede encontrarse en todos los océanos del mundo pero especialmente en las congeladas aguas de los polos. Japón pretende matar a unas 3.996 ballenas durante un período de doce años, presumiblemente con el fin de estudiar a qué edad las hembras alcanzan la madurez sexual.

Japón calcula que se deberían matar a unas 50 hembras de entre cuatro y trece años de edad cada año. Sin embargo, debido a la imposibilidad de saber el sexo de una ballena antes de arponearla, estima que el total de ballenas a las que se deberá matar anualmente será de 333, entre ellas ballenas machos y hembras de la edad equivocada.

"Es el mismo tipo de siempre respecto a la caza de ballenas", dijo a VICE News Patrick Ramage, del programa de caza de ballenas del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW). "Eso no es ciencia, es más cómo '101 cosas que hacer con una ballena muerta".

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Japón lleva mucho tiempo diciendo que necesita cazar ballenas con el fin de gestionar la población de estos cetáceos, y ha asegurado que la matanza de ballenas es fundamental para reducir la competencia con las industrias pesqueras.

"Es ridículo", dijo Clapham a VICE News. "No hay evidencias reales que lo demuestren".

En los años 40, cuando se creó la CBI, el único modo posible de estudiar la biología de las ballenas era matándolas, aseguró Clapham. Ahora, los científicos pueden usar técnicas como la fotografía, la enumeración e identificación individual de ballenas para monitorizar la población de este cetáceo.

Los investigadores también pueden realizar biopsias a ballenas en vida, tomando una pequeña muestra de tejido para el análisis de ADN, lo que deja a la ballena relativamente indemne. Además, tiene el beneficio añadido de permitir que los científicos monitoricen a la misma ballena durante toda su vida. Japón utilizo estas técnicas en la Antártida este invierno y se espera que en mayo facilite detalles de su investigación durante la próxima reunión del CBI.

"La mejor ciencia en el mundo es no matar a ballenas ni cortarlas a pedacitos", subscribió Ramage a VICE News. "La mejor ciencia es estudiar a las ballenas vivas en su entorno marino y cómo interactúan con él".

Sigue a Laura Dattaro en Twitter: @ldattaro