Prankedy: bromas a personas, memes y 'El señor de la tienda'
Captura de pantalla del canal de Youtube de Prankedy. 

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Prankedy: bromas a personas, memes y 'El señor de la tienda'

Platicamos con un youtuber mexicano de 23 años que se gana la vida molestando gente.

“Ya basta de tanta mamada que me haces, ¿cómo es posible que [van] dos pinches años de estarme chingando la madre?”, dice molesto un hombre desde el mostrador de su tienda de abarrotes. El señor de la tienda, como ahora se le conoce en internet, aparece en un video de Youtube que cuenta con más de cinco millones de reproducciones y pertenece al canal de Prankedy, youtuber mexicano de 23 años que se gana la vida molestando gente.

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Foto cortesía de Prankedy.

Eduardo, nombre real de Prankedy, nació y creció en Toluca, Estado de México, donde hace la mayoría de sus bromas. Después de la preparatoria, Edy se tomó un año sin estudiar y en su tiempo libre veía videos internet. Aunque en ese entonces comenzaban youtubers como Yuya o Werevertumorro, lo que lo motivó a crear su propio contenido fue el canal del francés Rémi Gaillard. “Podemos decir que Prankedy surgió gracias a Rémi”, asegura, “en Youtube México sólo habían videos de vloggers o tutoriales, por eso me motivé a crear un canal de bromas, porque no había”.

Edy tenía dinero ahorrado para comprar un celular y en lugar de eso, decidió comprar una cámara de video y subir su primer video, uno de 15 segundos que ya no está disponible. Era un video de alguien con una máscara y un sombrero, como si fuera un viejito, con todo y bastón. La idea del video era estorbar a la gente y desesperarla. “Al principio quería hacer algo de humor blanco, más tranquilo, porque estaba consciente que, a diferencia de lo que hace Rémi, en México la gente no reacciona igual. Me moderaba un poco y como era nuevo, también tenía miedo de que me pasara algo y no iba a saber qué hacer”. El video tuvo cerca de 15 visitas, de las cuales, cinco eran de Edy.

La idea del canal era que su hermano fuera la estrella y él estaría detrás de cámaras: grabaría, editaría y publicaría. Tiempo después su hermano se mudó de ciudad y Edy se quedó solo con el canal, que en ese momento ya tenía mil suscriptores. “Para mí, eso significaba que ya tenía un público y no quería dejar de publicar. No me quedó de otra más que tomar el canal al 100 por ciento y ser el que graba, edita y aparece en los videos”.

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Antes de dedicarse a esto, Edy era una persona tímida y antipática. “Para mí era muy complicado pararme frente a una cámara, por eso surgió la idea de que mi personaje sea anónimo”, cuenta. “Me daba pena que la gente me criticara o me dijeran algo”. El primer video que hizo él solo, fue uno de una botarga de Elmo. “Como no me quería mostrar, en algunos videos usé botargas. Era divertido”, cuenta. Cuando Edy se ponía la botarga, se olvidaba del mundo exterior y se convertía en el personaje, concentrándose en lo que tenía que hacer, y la pena desaparecía.

Al comenzar a publicar videos, ahora con él como protagonista, la gente que veía los veía comenzaron a sentir curiosidad. “En los comentarios preguntaban quién era o cómo era y de ser un chico callado y tímido, pasé a ser una persona extrovertida y más abierta”. Aún así, decidió dejar el personaje como anónimo.

En ese entonces, 50 vistas en uno de sus videos eran un número significativo para él. Después comenzaron a haber comentarios como: “me gustan tus videos” o “sigue subiendo más”, lo que lo motivó a crear más contenidos. “Lo hacía por diversión, nunca pensé en que quería ganar dinero”, cuenta.

Aunque disfrutó mucho hacer videos con botargas —clara referencia a Rémi—, se dio cuenta que el público latino no entendió mucho ese tipo de humor. “Lo dejé de hacer porque se me quitó lo tímido y no tenía los resultados que yo esperaba”, aseguró. Cuando comenzó a hacer videos sin botarga, se dio cuenta que tenían más visitas y creó nuevos formatos como Paparazzi, que comenzaron a pegar más. “En ese momento decidí abandonar las botargas definitivamente”.

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“Lo gracioso de Paparazzi es que, como dicen, las mejores cosas llegan cuando menos esperas”, cuenta. Un día, sin ninguna idea sobre qué grabar, tomó su cámara y salió a la calle dispuesto a hacer la broma que fuera. Antes de salir había leído un artículo donde Justin Bieber se quejaba del hostigamiento que sufría de parte de los paparazzis. “Voy a empezar a grabar a alguien, a quien sea, y a ver cómo reaccionan”, pensó. Salió a la calle y lo hizo. Subió el video a su canal y se convirtió en uno de los más vistos. “Ahí fue donde definitivamente pegó el canal”, asegura.

El canal de Edy llegó a los cien mil suscriptores y comenzó a recibir comentarios de youtubers más famosos que él: “está muy cagado tu contenido”, le decían, cosa que lo motivó a seguir haciendo más. La gente siguió llegando a su canal, pero fue hasta que hizo un video titulado “Vendiendo drogas”, que se hizo viral. Salió en noticias, periódicos digitales y comenzó a moverse por Facebook y otras redes sociales. El video alcanzó el millón de vistas en tres días. “Me di cuenta que empecé a tener un impacto y que tenía que ser cuidadoso con lo que publicaba”, cuenta.

Aunque en ese entonces ya molestaba al Señor de la tienda, aún no era un éxito y sus videos de Paparazzi eran los más populares. “Él salía como alguien más, lo molestaba como a otras personas”, cuenta. En los comentarios, algunas personas encontraron graciosa la manera de reaccionar del señor: “Jajaja, qué cagado el señor de la tienda”, o “qué divertido, moléstalo más”, pedían los suscriptores. Edy pensó: “En uno o dos meses que haga otra broma, lo volveré a incluir”, y después se le ocurrió hacerle un video dedicado sólo a él. “Al principio fue un boom y se convirtió en un personaje, todos me pedían que lo molestara más”, y así pasaron dos años de molestarlo esporádicamente.

Los personajes que Prankedy molesta en sus videos comenzaron a aparecer como memes en grupos de Facebook y Whatsapp. Eso era un indicador de que a la gente le estaba gustando. “Me di cuenta que los videos ya eran un poco relevantes y la gente los estaba compartiendo. Subía un video y una semana después ya había memes del video”, cuenta.

Edy no pensaba ganar dinero de esto, pero lo hizo: su primera paga fue de 100 pesos y actualmente vive de su canal de Youtube. Aún así, me cuenta que quiere innovarse y no quedarse estancado en las mismas fórmulas de contenido. “Estoy pensando en qué otro tipo de videos puedo hacer para que mi público los acepte”, cuenta. Sólo pensaba estar dos años haciendo esto, pero pronto cumplirá su quinto año con el canal, aunque no sabe cuánto más seguirá. “Siendo honesto, en un futuro me gustaría tener un trabajo en base a mi carrera, ingeniería en negocios digitales y algo de social media. Me estoy dejando llevar. Por el momento este es mi trabajo, me gusta, lo disfruto y amo lo que hago. Pero no sé, no me imagino teniendo 30 años y haciendo bromas”.

@soyalemendoza