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Medio Ambiente

Cómo de mala es la cocaína

Para el medio ambiente, no para las personas. Ya sabemos que para las personas es malísima.
Photo: Andia / Alamy Stock Photo

¿Qué es? Cocaína.

¿Pero qué es realmente? Es la sensación de despertarte con un profundo sentimiento de vergüenza, mirar el móvil y descubrir que tienes seis alertas del banco porque estás en número rojos.

¿Es biodegradable? En parte, si consideramos que desaparece en el cuerpo después de tomarla, pero aun así sigue habiendo grandes cantidades en las aguas residuales de las ciudades más importantes del mundo.

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¿Cómo de grave es el problema?

La cocaína. La droga ilegal más usada en todo el mundo que puede arruinarte la vida. Todos sabemos que el consumo de coca a largo plazo puede ser perjudicial para la nariz, para los órganos y para las relaciones sentimentales, pero ¿cómo puede afectar este consumo masivo al planeta?

“El polvo de la cocaína es un alcaloide que se extrae y se refina de las hojas de la planta de coca”, explica Steve Rolles, un analista político del comité de expertos sobre drogas Transform. “La hoja de coca se puede cultivar como cualquier otra planta, pero, al estar prohibida, la producción se hace de forma clandestina y tiende a cultivarse en lugares apartados que se deforestan expresamente para ello”.

Por lo tanto, cada vez que consumas una raya, serás cómplice de la deforestación de la Tierra y, además, del calentamiento global que terminará con todos nosotros. ¡Venga, otra ronda!

Y eso no es todo:

“Cuando se consiguen erradicar esas plantaciones de coca con la ley en la mano, ya sea manualmente o con un spray aéreo, en vez de eliminar la producción, lo que se hace es moverla de sitio, provocando más deforestaciones, además del impacto medioambiental que suponen los sprays con herbicidas tóxicos”, añade Steve. “Otro efectivo negativo para el medio ambiente es el procesamiento de la hoja para obtener cocaína. La gran cantidad de químicos tóxicos usados se vierten directamente sobre la tierra y los canales, lo que contamina gravemente y daña el medio ambiente”.

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Vale, pero un gramo no hace daño a nadie, ¿no?

“La huella de carbono de un gramo sería minúscula”, apunta Steve. “No hay razón por la que tenga que ser diferente de cualquier otro producto que proviene de una planta refinada de Latinoamérica, excepto por la erradicación y la deforestación masiva”.

Menos mal. Tendremos que seguir ignorando el hecho de que un solo gramo de comida haya cruzado el Atlántico junto con un cargamento entero de cocaína, producido gracias a la destrucción de la selva tropical de la que dependen muchísimas especies, incluido el ser humano, para sobrevivir.

¿Cuál es la solución?

"La prohibición es la que crea la mayoría de los problemas medioambientales derivados de la cocaína, no solo la coca o la propia producción de cocaína”, comenta Steve. ”No hay razón por la que la producción legal de coca, como sucede en Bolivia, no pueda ser ecológicamente sostenible. Además, existe una producción legal y un mercado de cocaína con fines terapéuticos que no está relacionado con los graves daños que produce en el medio ambiente el mercado ilegal.

Viendo que la legalización de la cocaína va para largo, ¿hay algo que puedan hacer los consumidores para frenar la huella de carbono que está terminando con la Tierra? ¿Cómo podemos conseguir que se vuelva ecológico?

“De la misma forma en la que lo hacemos con cualquier cultivo: implantar la certificación ecológica, educar y apoyar a los productores locales, revisar los impuestos y otros incentivos, aplicar las normas de sostenibilidad medioambiental y del mercado justo, etc.”, contesta Steve. “Nada de esto podrá suceder mientras la cocaína siga siendo ilegal y tanto su producción como su venta dependa de unos criminales que solo buscan lucrarse. La legalización es un prerrequisito evidente para cualquier progreso en este campo”.

Por lo tanto, sabiendo que la demanda no va a desaparecer, el impacto medioambiental continuará, a menos que los legisladores empiecen a hacer caso de los argumentos que se pueden comprobar y cambien radicalmente la economía del mundo de las drogas. Una pena, pero seguirá habiendo deforestación.

@tom_usher_ / @SteveTransform