Científicos desarrollaron un modo de prolongar los efectos del DMT

Este artículo fue publicado en colaboración con The Influence.

Conocido en el mundo de las drogas como "el viaje del hombre de negocios" por su corta duración —15 minutos, o lo que dura un receso laboral— el DMT (N, N-dimetiltriptamina) es famoso por enviar a sus usuarios a vívidos mundos alienígenas. Es uno de los alucinógenos más literales de todas las drogas psicodélicas, y ahora un par de investigadores veteranos han propuesto un método para extender de forma segura la experiencia más allá de su duración habitual.

El doctor Rick Strassman y el doctor Andrew Gallimore publicaron su artículo en Frontiers in Psychology el mes pasado, cuyo título es "Un modelo para la aplicación de una infusión intravenosa controlada por objetivo para una experiencia psicodélica de DMT prolongada y envolvente". Sus conclusiones podrían revolucionar la investigación sobre el DMT y lograr que se generen nuevos conocimientos científicos (y potencialmente médicos) sobre el ingrediente principal de la ayahuasca.

El método, que involucra el uso de técnicas tomadas de la anestesiología, va a regular la cantidad de DMT en el cuerpo y, más importante aún, en el cerebro. Aunque no ha sido probado en los psiconautas, la tecnología de Strassman y Gallimore está casi lista para su producción.

Strassman, autor de DMT: The Spirit Molecule (2001) y DMT and the Soul of Prophecy (2014) y tal vez el más importante investigador clínico de DMT del mundo, sostiene que la sustancia proporciona acceso a lo que los usuarios han descrito como estados místicos, que se comparan con las experiencias mostradas en la Biblia hebrea.

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Gallimore, neurobiólogo computacional, es también un erudito histórico del DMT. Su texto "DMT Research from 1956 to the Edge of Time", hace un resumen sobre una amplia gama de posibilidades que los investigadores han ofrecido en los últimos años (incluyendo la idea de que el DMT es una puerta a un universo alternativo). Otras teorías suponen que juega un papel en el cerebro humano en el momento de la muerte, y existen un sinnúmero de creencias en Sudamérica, que son inseparables de las tradiciones de la ayahuasca y el DMT en polvo.

Pero tal vez la única experiencia universal del DMT fumado es su brevedad.

"El DMT tiene una serie de peculiaridades farmacológicas", asegura el británico Gallimore, que también es químico y farmacólogo, y actualmente trabaja en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa, en Japón.

Además de no ser tóxico, aclara, "es de muy corta acción, y no presenta tolerancia subjetiva con el uso repetido. Esto es bastante notable, ya que todos los otros psicodélicos exhiben una tolerancia muy rápida, por lo que tienes que esperar días antes de obtener el mismo efecto. Esta falta de tolerancia subjetiva me sugirió que podría usar un goteo continuo de DMT en lugar de una inyección bullosa, que es lo que usó Rick (en sus estudios de los años 90). Alcanza su efecto máximo muy rápido. Y eso está bien para el trabajo que quería hacer. Pero si se quiere estudiar el estado del DMT más a fondo…"

Gallimore y Strassman encontraron un estudio alemán de 2005 que intentó extender el estado de DMT, pero no quedaron satisfechos con la metodología, los datos, ni los resultados, que parecían indicar que algunos voluntarios quedaron algo asustados.

"Mi idea era averiguar qué hacen los anestesiólogos", dice Gallimore. "Es un área muy interesante de la medicina. Buena parte de la anestesiología moderna se basa en los modelos farmacocinéticos de estas sustancias que te permiten simular el nivel de una droga en el cerebro. Con el uso de este modelo, puedes programar una máquina de infusión, para controlar la velocidad de infusión del fármaco, de forma que su nivel se mantiene constante dentro de alguna ventana particular, con algún grado de precisión".

Al recordar que Strassman había recopilado "curvas farmacocinéticas del DMT en la sangre en un periodo de tiempo" se puso en contacto y le preguntó si podía usar sus datos de muestras de sangre para crear el nuevo modelo. De esa manera nació su colaboración.

"Las aplicaciones psicoterapéuticas de una infusión continua son atractivas", dijo Strassman. "Esta sería una extensión del estudio de dosis repetidas (detallado en DMT: The Spirit Molecule), en el cual descubrimos que era extremadamente útil que los voluntarios fueran capaces de procesar lo que acababan de experimentar —ahora en un estado relativamente sobrio durante los cinco a diez minutos de claridad entre cada dosis— como preparativo para la próxima sesión. Parecía haber una progresión de temas y contenidos a lo largo de la mañana, y el trabajo con los psicoterapeutas entrenados optimizó el trabajo psicológico que estaban logrando durante esas sesiones".

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Por supuesto, es importante darle prioridad al bienestar de los participantes del estudio.

"Tiene que haber algún tipo de protección", dice Strassman. "Una sería el establecimiento de señales preestablecidas por el voluntario, que indiquen que desean salir del estado de DMT. Además, tendrían que construirse en determinados plazos y dosis, que entrarían automáticamente en acción para garantizar el bienestar del voluntario".

Una posibilidad interesante de ampliar la duración es la capacidad de incursionar en la captura de imágenes del cerebro bajo los efectos del DMT mediante una resonancia magnética. En vista de que los equipos del Imperial College de Londres completaron por primera vez una resonancia magnética del cerebro bajo la influencia del LSD, parece plausible que se haga lo mismo con el DMT.

El DMT no es simplemente "otra triptamina", según Gallimore. "Estaría muy interesado en ver cómo la droga afecta la activación de los sistemas visuales y cómo se compara esto con otros psicodélicos que tienen un componente menos visual, como el LSD o la psilocibina, en dosis más bajas de todos modos.

"Uno de los resultados más sorprendentes del estudio [RMI] de la psilocibina de 2012", añade, "fue esta reducción; esta disminución global en la activación neuronal, cuando todos esperaban lo contrario".

"Pero lograron encontrar efectos interesantes en las cortezas visuales y cómo se conectaba eso con las diferentes partes del cerebro," continúa Gallimore. "Con el DMT, es algo completamente diferente: ¿Qué diferencia existe cuando el cerebro tiene visiones bajo la influencia del DMT y cuando se ve el mundo con normalidad? ¿Qué podemos aprender de eso?"

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Para muchas personas que han utilizado DMT, o para quienes se han interesado en las experiencias de ciencia ficción de esta droga, la meta más importante es averiguar qué es lo que sucede cuando un viaje se hace más largo.

"Una de las características más interesantes del espacio del DMT es la presencia de supuestos 'seres' sensibles, inteligentes y altamente interactivos, de diversas estructura y funciones", explica Strassman. Muchos artículos, libros y oraciones de Terence McKenna se han dedicado a la fenomenología del DMT. McKenna ha descrito a estos seres como "elfos mecánicos del hiperespacio que se auto-transforman", una experiencia que se ha reportado más allá de McKenna.

"Una inmersión prolongada en el estado del DMT permitiría una investigación mucho más profunda de la naturaleza de aquellos 'seres'", cuenta Strassman, "y, en particular, proporciona una oportunidad más calmada para establecer un tipo de comunicación con ellos. Esta fue una de las cuestiones que plantearon muchos de mis voluntarios: simplemente no había suficiente tiempo para establecer una comunicación efectiva y plena".

Debido a que la ayahuasca ha ganado atención a nivel global y a que el clima para la investigación psicodélica se ha abierto a niveles sin precedentes, un examen minucioso del químico central de esa mezcla parece más importante que nunca.

Hay quienes estudian los posibles usos médicos del DMT, incluyendo la regeneración de tejidos, pero la sustancia sigue siendo una parte de las prácticas espirituales psicodélicas del mundo, como un ingrediente de la ayahuasca y por sí mismo. En Australia existe un debate sobre la posibilidad de legalizar pequeñas cantidades para propósitos religiosos. En Israel a principios de este año, un grupo fue detenido por importar DMT y por supuestamente llevar a cabo ceremonias para cientos de participantes a la vez.

Strassman, quien hizo la crónica de la tensión emocional de su proyecto a gran escala sobre DMT en The Spirit Molecule, revela que "ya no realiza una investigación práctica", aunque señala que hay varios equipos activos que podrían retomarla. A pesar de que todavía tienen que anunciar sus planes formales, Gallimore recientemente ayudó a revisar un protocolo de DMT para Robin Carhart-Harris en el Imperial College de Londres, quien tiene la intención de enfocarse en el DMT.

"Por el momento, no tenemos ninguna intención inmediata para solicitar fondos o autorización para implementar el modelo," aclara Gallimore. "Hay un par de preguntas restantes, como por ejemplo: ¿Para qué se usaría esta tecnología? Si quieres obtener aprobación y financiación, no puedes llegar y decir, 'Bueno, queremos establecer contacto con las entidades de una dimensión alterna', porque se reirían de ti".

La metodología de cualquier investigación sigue siendo en gran medida una cuestión abierta. Algunas personas criticaron el ambiente y el escenario clínico del trabajo de Strassman de 1990, sobre todo el entonces encarcelado químico de LSD Nick Sand, el primer químico subterráneo que sintetizó DMT fuera de un laboratorio. Sand había creado un lote en una bañera de Brooklyn en la década de 1960.

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Bajo el seudónimo de "∞ Ayes" en The Entheogen Review en 2001, Sand argumentó que buscar una estructura concreta dentro de la experiencia era malinterpretarla. "Lo importante son los sentimientos y los significados ocultos que experimentas cuando entras en la inmensidad, y la nueva conciencia que puede crearse como resultado", escribió Sand. "Es el vistazo que puede abrir tu alma a lo sagrado". A pesar de que se retractó de algunas de sus críticas más duras en un texto posterior, el escepticismo sigue siendo útil.

Dados los parámetros interiores de cualquier experimento futuro sobre DMT con el nuevo modelo, el cual envía a usuarios a un espacio en el que incluso la ayuda activa de un guía capacitado no puede ofrecer ayuda en tiempo real, encontrar el contenedor adecuado para la experiencia del DMT parece casi tan importante como cualquier otro procedimiento de seguridad. En la búsqueda de propiedades objetivas en una experiencia subjetiva, cualquier estudio seguramente tendrá que encontrar un equilibrio.

Aunque Gallimore no se identifica como un psiconauta —"le tengo un gran respeto a la psicodelia" revela, "que raya en el miedo"— imagina que el resultado final de esta innovación se está construyendo para viajes más personales".

"A pesar de que situamos al modelo en términos más académicos para la revista", añade, "de hecho imagino un día en un futuro no muy lejano, cuando puedas acostarte junto a alguna de estas máquinas, insertes una cánula, marques el tiempo deseado de tu viaje, y partas hacia el universo alternativo; una especie de máquina anti-Matrix".

Muchos futuros nos esperan.

Este artículo fue publicado originalmente por Influence, un sitio de noticias que cubre todo el espectro de las relaciones humanas con las drogas. Sigue a The Influence en Facebook o Twitter.