Micky Hoogendijk, fotógrafa empírica, llega a Bogotá con estas increíbles imágenes

"Cambié mi relación con la cámara: ya no es al frente del lente sino detrás de él". Esa es la frase que atinó a decir sobre su propia vida la fotógrafa Micky Hoogendijk, holandesa de nacimiento, cuando la visité en la inauguración de su obra en la Galería Baobab, en Bogotá.

Me dijo eso de "detrás del lente" por su vida de actriz, que, como lo cuenta, parece de su remoto pasado, de la infancia. La cosa, sin embargo, y por mucho que las fotografías digan otra cosa, es que Micky agarró su primera cámara profesional hace apenas seis años, cuando su madre se la regaló antes de morir. "Se convirtió en mi bebé, me seguía a todas partes cuando me fui a San Francisco a vivir".

Allá, en San Francisco, le tomó foto a todo. Y luego a vivir de eso. Desde allí, y como si se tratara de un personaje de película, en menos de nada su trabajo estaba expuesto no solo en California sino en otras ciudades de Estados Unidos, y luego en Turquía, en Japón, en México.

Ahora, en Colombia, Micky fue invitada por la Embajada holandesa en Bogotá para ser parte de la inauguración de la Feria del Libro de este año –– y que viene del martes 19 de abril y estará hasta el 2 de mayo––. Trajo con ella una selección de algunas de sus series, como Regal Blond, Model Perfection y Sunlight, en las que predominan los desnudos y lo femenino.

"Nunca estudié arte o fotografía, todo lo que he hecho es puramente empírico", me dijo. No pareciera. Lo que aprendió lo hizo con la ayuda de los conocimientos de algunos de sus familiares, pues todos hicieron parte del mundo del arte en algún momento.

Su abuelo Dirk Hoogendijk, por ejemplo, fue el comerciante de arte más importante de Holanda en su momento. Lo de la actuación puso su cuota: la sensibilidad, el entendimiento del otro, la estética propia del que se para enfrente de algo a hacer cosas.

Lo primero que hizo como fotógrafa fue coger a la gente en la calle. "Conocí a unos chicos andrógenos que no se conocían entre sí y por separado les tomé fotografías. Tengo una fascinación por este tipo de cuerpos porque siento que cada vez somos más iguales", me dijo.

Además de temas de género, Micky se ha inspirado en el cuerpo femenino, en su poder y su belleza, en su mirada. Por eso retrata cuerpos majestuosos en diferentes escenarios y situaciones y les aporta un bonus estético. "Al ser actriz me gusta retratar los personajes como si estuvieran interpretando una escena", afirma.

Sacarles el jugo como si estuvieran en pleno acto. "Es un proceso donde hablamos de ellos, de lo personal, de cuáles son sus dificultades y problemas y de cómo quieren que los demás los ven, todo se vuelve muy emocional".

Para ella, la cosa está en la intuición. Muchos de sus amigos fotógrafos se sorprenden cuando ella logra algo en una fotografía y le preguntan: "¿Cómo hiciste eso?", a lo que responde: "No tengo la menor idea".

Aquí algunas de las que están expuestas en la Galería Baobab en Bogotá:

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