FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Los invisibles de Chernóbil

El próximo mes de abril serán 30 años del desastre nuclear de Chernóbil, pero sus efectos todavía son muy patentes.

Todas las fotos son cortesía de Jadwiga Bronte.

El próximo mes de abril serán 30 años del desastre nuclear de Chernóbil, pero sus efectos todavía son muy patentes. La fusión de aquella planta de energía nuclear situada al norte de Ucrania arrojó una enorme cantidad de partículas radioactivas a la atmósfera terrestre, contaminando gran parte de la zona circundante. Como consecuencia, la vecina Bielorrusia recibió un 70 por ciento de aquellas precipitaciones radioactivas.

Publicidad

En su serie de fotografías "The Invisible People of Belarus," (los invisibles de Bielorrusia), la fotógrafa Jadwiga Bronte ha explorado los efectos del desastre de Chernóbil sobre los habitantes de Bielorrusia, en especial sobre aquellos que viven en instituciones gubernamentales denominadas "internados". Dichas instituciones son parte asilo, parte orfanato y parte hospicio, y en ellas cientos de bielorrusos pasan sus vidas, ocultos a la mirada del público. Con bastante frecuencia, estas personas son entregadas al gobierno por sus familiares apenas nacen.

Hablé con Jadwiga sobre su proyecto.

VICE: ¿Qué te condujo hasta la historia de los internados?
Jadwiga Bronte: Este tema siempre me ha resultado muy cercano. Nací en la vecina Polonia, un estado satélite de la URSS en el momento en que se produjo el desastre de Chernóbil. Tras recopilar más datos acerca de las consecuencias del incidente a través de un increíble ensayo fotográfico —"Chernóbil Legacy", de Paul Fusco— supe que era mi deber ir a Bielorrusia y trabajar sobre este tema.


Relacionados: Entré de incógnito a un hospital psiquiátrico


Lo que más me sorprendió fue que no sólo había víctimas de Chernóbil en aquellas instituciones, literalmente cualquiera que el gobierno bielorruso considerara "diferente" podía ser arrancado de la sociedad y encerrado bajo llave.

Fotografiar a personas vulnerables tiene obviamente muchas implicaciones éticas. Tengo la sensación de que has gestionado bien este proyecto, pero ¿tuviste alguna preocupación antes de empezar a fotografiar?
Los problemas con la representación visual llevan mucho tiempo siendo una parte fundamental de la fotografía, especialmente si hablamos de personas vulnerables. Retratar las discapacidades es un tema muy delicado, que siempre implica la aparición de las nociones de ética y estética. Los fotógrafos documentales y los fotoperiodistas han sido criticados en numerosas ocasiones por sus métodos y sus elecciones estéticas, y existe un motivo por el que casi no existen fotografías de personas discapacitadas en la actualidad: podría ser por el enfoque que se ha dado a este tema en el pasado y por los enormes problemas que supone la "representación benigna" de "los otros". Los discapacitados se convirtieron casi en una metáfora de los otros.

Publicidad

Según la investigación sobre la representación visual de personas discapacitadas que llevé a cabo el pasado año, nuestro juicio hacia la ética en la fotografía cambia si sabemos cuándo y por qué se toman las fotografías. Mi conocimiento de los acercamientos anteriores a estos temas fue fundamental para sentar las bases de mi proyecto en Bielorrusia, me permitió concentrar mi intención todas y cada una de las veces en que tomaba una fotografía.

Para mí, los residentes de las instituciones que visité son personas increíbles, bellas y fuertes. Deseo mostrar a través de mi trabajo que los discapacitados son capaces de estudiar, trabajar, entablar relaciones duraderas y contribuir a la sociedad. Siento que existe cierta felicidad espontánea en todos mis retratos y espero que los observadores también sean capaces de verla. Trabajar en un tema tan delicado resulta difícil, siempre recibes críticas. Sin embargo, creo que la gente debería conocer la verdad.

¿Te enfrentaste a algún reto cuando trabajabas con los internos?
Nunca había trabajado en un proyecto relacionado con personas mentalmente discapacitadas antes, de modo que mi principal preocupación era no crear situaciones de estrés ni provocar ansiedad.

¿Qué te gustaría que cambiara con respecto a los internos? ¿Cómo crees que puede solucionarse el problema?
Cambiando la mentalidad de los bielorrusos, enseñándoles su propia historia oculta y haciendo que sean más conscientes de lo que sucede en su propio país. Los discapacitados en general siguen siendo algo así como un tema tabú en Bielorrusia, y con frecuencia abandonarlos —o "entregarlos a las autoridades"— les resulta mucho más fácil que arriesgarse a ser rechazados por la comunidad local. Me encantaría que esas personas fueran reconocidas y aceptadas, y que se les permitiera formar parte de la sociedad.

También creo que los europeos deberían ser conscientes de la constante violación de los derechos humanos, la falta de atención sanitaria y el hambre atroz que, con muchísima frecuencia, acompañan a la falta de dinero y educación. A la gente le gusta pensar que todos esos problemas son más propios del tercer mundo y que no están a las puertas de la Unión Europea.

Hay una foto de lo que parece el retrato de una mujer colgado en una pared. ¿Cuál es el significado que esconde?
Se trata de una fotografía antigua de una mujer, la madre de uno de los residentes del hospicio. Es muy raro que los residentes tengan fotos de sus parientes, porque la mayoría fueron abandonados al nacer.

Sin embargo, para mí esta imagen tiene dos significados: en primer lugar, es una metáfora del paso del tiempo, de la mentalidad soviética todavía vigente y un recordatorio de que este problema lleva mucho tiempo presente. En segundo lugar, estas personas invisibles pueden seguir siendo invisibles y nadie las recordará al final. Podría ser que una fotografía fuera la única prueba de su existencia.