Primus

Primus no necesita presentación para las generaciones de la vieja escuela. Ahí estuvimos todos aquellos que nos late el estilo y el sonido auténtico de una banda ya legendaria. Su primera visita a México no dejo nada que desear.
La escenografía, sencilla pero bien lograda: 2 astronautas gigantes a cada lado del escenario y una pantalla de video detrás de la banda proyectando sus clásicos visuales: caricaturas y animaciones de humor negro e imágenes sugestivas con referencias muy claras al consumo desenfrenado de marihuana y otras drogas.

Un excelente sonido y show de luces terminaron de crear la atmósfera correcta para enmarcar a 3 músicos que demostraron sin problema su virtuosismo. Resalta por obvias razones Les Claypool, uno de los mas grandes bajistas de toda la historia, que se lució con varios solos tal vez demasiado impresionantes para ser digeridos por un publico que solo quería escuchar los grandes éxitos de la banda. Acompañado en la guitarra por Larry  "Ler" Lalonde y en la batería por Jay Lane, dejaron ver que tan lejos puede llegar una banda después de tocar por casi 30 años.
Un inesperado intermedio donde se proyectaron algunos episodios antiguos de Popeye sacó un poco de onda al publico pero para los conocedores estaba claro que estas acciones son justo lo que debe esperarse de esta agrupación. Después de esta "interrupción", regresaron al escenario y con su gran energía terminaron de prender al publico que coreo sus canciones mas emblemáticas.

En general, un muy buen evento que permitió disfrutar de la maestría de una de las bandas de rock mas importantes de nuestro tiempo, algo que no vemos tan seguido en esta ciudad. Probablemente lo mas cercano al Nirvana que llegaremos los iniciados en el culto al Primate.