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Cultură

Archivo VICE: Chris Nieratko conoce gente que ha tenido peores días que el tuyo

Platicamos con una chica a la que un perro le jodió la cara, una chica que se da toques en la vagina, un güey que vio morir electrocutado a otro, un tipo que casi ahoga a una chica con su pito, dos personas con nueve dedos y un güey que hace burritos.

UNA CHICA A LA QUE UN PERRO LE JODIÓ LA CARA

Foto por Seth Bedell.

VICE: ¿Eras modelo?
Sarah Bedell: He trabajado modelando. Hay una agencia en Hawai para la que tabajaba e hice algunos comerciales. Fui doble en Baywatch. Tuve una página en una edición de Playboy

¿Qué pedo con el ataque?
Vivíamos en el Caribe, en San Juan, y nos invitaron unos amigos a cenar en su casa. Eran, más que amigos, conocidos. No los habíamos tratado mucho, pero no había mucha gente con quien pasar el tiempo. Además, no sabíamos si ir o no porque no nos gustaba su perro, pero nos habían dicho que no estaría ahí. No nos gustaba su perro porque, cuando el nuestro era un cachorrito, trató de morderlo. Con sólo verlo, podías saber que ese animal no era bueno. Era un pastor alemán. Ya habíamos escuchado a otras personas quejarse de que el perro les gruñía. Mucha gente le tenía miedo. Así que llegamos al lugar y vimos al perro patrullando la casa. Le dije a mi marido: “Seth, ¿les puedes preguntar qué chingados hace el perro aquí?”. Seth salió del auto y les dijo: “Creí que habían dicho que no estaría el perro”. Ellos dijeron: “Oh, se debió haber salido. Pero está bien. Hace poco lo caparon y dejó de ser agresivo. No se preocupen”. El wey sacó un palo y empezó a jugar con el perro para tratar de distraerlo mientras sacábamos cosas del auto. Mientras él lanzaba el palo, su novia nos guiaba hacia la casa. Caminaba detrás de ella, y Seth iba detrás de mí cargando comida. Entramos por una puerta a una cocina en construcción, y, tan pronto como puse un pie adentro, el perro entró por otra parte. Ni siquiera lo vi venir. Llegó por atrás, se paró en las patas traseras y se prendió de mi cara. Uno de sus colmillos entró por mi cachete, y el otro estaba agarrado de la parte superior de mi ceja. No me dejaba ir. Me tenía prensada contra la pared, y la mujer gritaba, y Seth le pegaba en las costillas lo más fuerte que podía. Después, el dueño lo agarró de las patas traseras y, literalmente, lo arrancó de mi cara. Por eso la cortada hace una curva sobre la parte superior de mi ojo. Después de que me lo quitaron, me dieron un rollo de toallas de papel. Seth y yo nos subimos al auto, y me llevó a un centro médico de lo peor, el único que estaba cerca. Había un doctora filipina de guardia. No sabía qué hacer conmigo, así que me administró morfina. ¿Cuál era el estado de tu cara en ese momento?
Una parte arriba de mi ojo se había desprendido, y había un agujero en mi cachete. ¿Cuánto tiempo duró el ataque?
¿Cuánto tiempo estuvo el perro prendido a mi cara? Se sintió rápido porque me desmayé. Recuerdo entrar por la puerta, y después, al pendejo del dueño del perro pasándome un rollo de toallas sucias. Recuerdo pensar: “Vete a la verga”. Mientras nos alejábamos del lugar, escuchamos unos disparos. Mataron al perro. ¿Cuántas cirugías te han practicado desde entonces?
Voy por la número cuatro. La primera tardó ocho horas. Las primeras dos, de hecho, hicieron que se viera peor mi cara, y mi doctor me explicó que sería un proceso que él llama de ajustes finos. Dice: “No vas a estar feliz después de las primeras operaciones porque las cosas se inflaman y aparecen cicatrices, pero estoy ajustando todo como una mesa de billar. Estoy ajustando mis tiros para que la bola entre en la buchaca en el último”. Es sorprendente lo que ha hecho. Estará noventa por ciento mejor. Todavía se pueden ver cicatrices moradas alrededor de mi ojo, y hay algunas marcas en la esquina donde tuve la cortada más profunda. Pero creo que las marcas se irán después de esta última. Como resultado, ¿ya no puedes ver a los perros?
Siento mucha ansiedad cuando estoy cerca de un pastor alemán, pero todavía me encantan los perros. He tenido perros toda mi vida, pero ya no les tengo tanta confianza, especialmente con mi niño. Jamás lo dejo ir a jugar con un perro desconocido.

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UNA TIPA QUE SE DA TOQUES EN LA VAGINA

VICE: ¿Tú me contaste que te das toques en la panocha?
Lorelei Lee: Me han dado toques en la panocha muchas veces. Y en el ano y en los pezones. También me lo han hecho con varas para ganado. De hecho, te pican en todos lados con eso.

¿A qué te enchufas? ¿A una batería de carro?
Hay muchos juguetes que puedes utilizar para darte toques la vagina, pero, no, ninguno de ellos involucra baterías de carro. Estoy segura de que se puede y de que hay gente que lo ha hecho, pero no lo recomiendo. Utilizamos electricidad a niveles médicos, justo como cuando vas con un terapeuta y utiliza electricidad para estimular tus músculos. Trabajo en una página llamada wiredpussy.com, y ahí es donde he tenido casi todas mis experiencias. ¿Utilizas esos cables de uso rudo con pinzas, cables para pasar corriente?
No, pero sí tenemos pinzas de uso rudo. Duelen un chingo. Las pinzas son la peor parte. La corriente eléctrica pasa por las pinzas, y luego, a los labios de la panocha o a los pezones, y es como una aguja de coser atravesándolos. También hay juguetes que tienen corrientes más amables. Como resultado de todo esto, ¿tu vagina se ha vuelto más resistente? ¿Cada vez resistes más voltaje?
No creo que sea algo de resistencia. Creo que está el factor miedo al principio, que se puede superar, pero la mayoría de las chicas que conozco que han tenido experiencias con electricidad no lo hace. Aunque sepan que no les ocasionará ningún daño. No puedes verlo venir y no puedes estar preparado. Es una cosa invisible que te ataca repentinamente. ¿Qué pasaría si orino tu panocha mientras te estás dando toques?
No estoy segura, pero probablemente sólo se electrificaría tu pipí. No es una descarga peligrosa, así que, si se moja, no sería letal. Mi amigo Dave vio a alguien morir electrocutado en su trabajo. ¿Qué tal tú?
No, Dios mío, claro que no. Qué horrible. Nunca he visto morir a alguien, y espero que siga así. ¿Quieres saber cuál ha sido la peor sesión que he tenido? Okey.
Tenía agujas encajadas en todos lados, y les pusieron electricidad. ¿Dónde las tenías?
En la panocha, en la cadera, en las tetas: ¡en todos lados! Estuvo de miedo. Traté de ser valiente. Yo no podría hacer eso. Tal vez eres más mujer de lo que yo soy hombre.
Tal vez algún día podríamos competir.

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UN GÜEY QUE VIO A OTRO WEY MORIR ELECTROCUTADO

Dibujo Por Chris Nieratko

VICE: ¿Viste a un wey morir  electrocutado?
Dave Hatalla: Sí. Tuvo un ataque cardíaco cuando se electrocutó. Fue en Alabama, en un aserradero. Estaba trabajando con unos interruptores e hizo algo incorrecto. Quedó frito y sufrió un ataque cardíaco. Yo estaba como a cuatro metros cuando pasó.

¿Has recibido descargas eléctricas?
Sí. Una línea de quince mil voltios me lanzó cuatro metros por el aire. Estaba atando unos interruptores, y la estática se acumuló en las fases. Metí la mano con una llave, e hizo puente entre la fase A y la fase B, y me lanzó. Perdí el conocimiento. Se me quedó marcado CRAFTSMAN en la mano por la llave. Me gustaría recordar de qué historia hablas. La del viejo que murió.

Creo que dijiste que fue una semana antes de una boda o alguna mamada así.
Ah, mi amigo Brainer. Estaba en un trabajo, y un chico que era su aprendiz estaba a punto de casarse. Manejaba uno de estos elevadores de personas. Lo tenía hasta arriba, y cayó en un hoyo, y todo el elevador se desplomó. El chico salió volando y se abrió la cabeza. Mi amigo dijo que los sesos del chico estaban colgando, que fue enfermizo. Sucedió tres o cuatro días antes de su boda. Estaba sangrando y convulsionado. Murió en el lugar.

UN GÜEY QUE CASI AHOGA ACCIDETALMENTE A UNA CHICA CON EL PIERCING DE SU VERGA

Dibujo por Chris Nieratko

VICE: ¿Cuál es tu historia, Patrick?
Patrick Melcher: Vivo felizmente en Los Ángeles con mi novia, pero esto pasó en Chicago cuando tenía 18 y era joven y pendejo. Como yo era muy punk rock, creía que un piercing en la verga era algo muy cool, así que me conseguí el mejor que hay. Se llama ampallang y va de lado a lado en todo el pito, a través de la uretra y todo eso. Cuando te lo pones, orinas sangre unos cuantos días. El dolor es… no mames. No estaba listo para esa clase de dolor.

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¿Sabes? Esta es una historia de tres partes.

Okey, cuéntame la primera.
Salía con una chica, y estábamos cogiendo, ¿y sí sabes que a veces falla la puntería y te doblas el pito y te duele por un momentito y después le sigues? Hice eso, y cambiamos de posición unos minutos, y después había sangre en todas las sábanas. Pensé que yo estaba sangrando. Corrí a la regadera para quitarme la sangre y busqué y busqué y me di cuenta de que yo no estaba sangrando. Tenía que ser ella. Así que empezamos a buscar, y, sí, la corté justo dentro de los labios. Era una cortada de unos ocho centímetros. Me sentí supermal.  Esa es la parte uno. Espero que la parte dos levante.
Sí, lo hace. La parte dos sucedió mientras vivía con mi hermano y él estaba saliendo con una chica e hizo algo muy reojete para encabronarme, así que un día, cuando llegó la chica con la que estaba saliendo, le dije: “La neta, es un pendejo”, y dejé que me la chupara. Tenía una boquita pequeña, y, para que entiendas lo que es un piercing ampallang, este atraviesa horizontalmente la cabeza del pito. Bueno, pues, me la estaba mamando, y después se detiene y me ve con unos ojitos raros, y siento como que trata de quitarse. Después me di cuenta de que mi verga había quedado atrapada en su garganta. Empecé a sacudirme y a entrar en pánico, y ella estaba jalando, hasta que abrió la boca lo más que pudo y metió el dedo meñique y lo movió. Mi pito se liberó, y ella escupió un chingo de baba y arruinó la ocasión. Creo que fue el pago por tratar de cogerme a la novia de mi hermano. Esa es la parte dos. Buena. Ahora haz de la parte tres la peor.
Okey. La parte tres fue unas semanas después con esta chica que me estaba chupando el pito: me sucedió lo mismo. Sentí el jalón y dije: “No mames. No otra vez”. Le dije que metiera su dedo y lo liberara. Me reí porque ya habíamos pasado por eso. Le dije: “Está atorado, ¿no?”, y me estaba viendo con los ojos grandotes, llenos de lágrimas. Intentó liberarlo, pero no funcionó, y, mientras más intentaba, más jaloneaba mi pito. Pasaron quince segundos. Se puso raro. Estábamos atorados en la cama. No me podía mover para alcanzar algo, aunque, de todos modos, no sé qué hubiera agarrado. ¿Un lápiz para meterlo y liberar mi pito, tal vez? Ella empezó a entrar en pánico, y creo que estaba picoteando y rasgando su garganta. Cada movimiento que hacía me jalaba más la cabeza del pito. La chica estaba sudando y llorando y corrían mocos de su nariz. Debieron haber pasado unos cuarenta y cinco segundos, y ya no podía respirar y tenía un montón mocos saliéndole de la nariz. Cada vez que se movía, parecía que iba a vomitar. Y empecé a pensar: “No mames, va a vomitar, y el vómito no va a salir: va a regresarse por la tráquea, y la chava se va a ahogar con su vómito mientras me chupa la verga”. Se estaba poniendo de miedo. Le gritaba: “¡Tienes que hacer algo! ¡Sólo arráncalo!”. Estaba a punto de jalar y perder toda la cabeza de mi pito, porque, si ella moría, que era lo que estaba pensando, tendría una muerta pegada a la verga. ¿Qué iban a hacer los bomberos? ¿Cortarle la cabeza? ¿Quebrarle la quijada? Todas estas pendejadas pasaban por mi cabeza. Ni siquiera pude marcar al 911. Sentí que habían pasado cinco minutos, pero creo que sólo fueron treinta segundos. Finalmente, quedé flácido, y ella pudo mover su cuerpo hasta quedar en la posición del 69, y después algo se soltó. Levantó su cabeza, y salió un chingo de sangre de su boca. Le había estado cortando la garganta. La mitad de la sangre era mía porque me había rasgado el pito. La vieja estuvo muy cerca de morir. Yo me quedé así de: “A la verga. Pásame unas pinzas: me voy a quitar el piercing en este momento. Estoy harto. Fue una idea muy estúpida ponérmelo”. Y ella: “No, no te lo quites. Sólo adviértele a las personas de ahora en adelante”. Esa es una gran historia, Patrick.
Gracias. Finalmente, llegué a salir con estas dos chicas al mismo tiempo, y nunca me quitaba el piercing ni lo limpiaba, y se estaba acumulando suciedad que circulaba entre los tres, lo cual no estaba nada bien. Una noche desperté porque el pito me dolía tanto que creí que alguien me lo estaba cortando. Toda la cabeza de la verga estaba roja e inflamada. Cuando pasó eso dije: “A la chingada con esto”. Me quité el piercing, pero fue un año después del primer incidente con la sangre. No le sugeriría a nadie que se pusiera esta madre. Cualquier tipo de piercing genital es estúpido. No vale la pena.

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Me siento mal por tu pito.
No mames. Tengo cicatrices.

MI AMIGA DEVON, QUIEN PERDIÓ SU MEÑIQUE

Esta foto y la del chico de los burritos son de Chris Nieratko. Ah, y la del tipo con nueve dedos, también

VICE: ¿Qué pasó?
Devon: En 1996, mientras manejaba de regreso de California, el Jeep en el que iba se volcó diez o quince veces. Mi cinturón de seguridad se rompió, y el Jeep cayó sobre mi mano y mi brazo.

¿Estabas drogada?
No, pero probablemente el novio de mi amiga, quien iba manejando, estaba tomando o fumando mota. Su reporte de toxicología dio positivo, pero estuvo en coma por seis meses después y, cuando despertó, casi no tuvo recuerdos de lo que pasó. No recuerdo verlo tomando. Todos éramos menores de edad. Es difícil decir. Todos en el accidente tuvieron daño cerebral o murieron, así que no hay un testigo definitivo de lo que pasó

¿Perdiste todo el dedo o quedó colgando?
De hecho, perdí tres de mis dedos. De la orilla externa de la mano hasta el nudillo de en medio. Me pusieron los tres dedos, pero, como estaba en un hospital de quinta en medio del desierto, no pusieron mi mano en hielo. Me trasladaron en helicóptero de California a Arizona y no me operaron hasta esa noche. Para ese punto, mi meñique había muerto por la falta de sangre. Me lo pusieron, pero días después me lo amputaron.

¿Así que no tuviste que andar buscando tus dedos perdidos?
No. Se quedaron colgando de la piel. Estaba en shock y sólo me paré y empecé a caminar por la carretera y alguien se detuvo. Recuerdo que el tipo se quitó la camisa y envolvió mi mano. No sentía dolor. No estaba consciente de nada. Me corté los pies caminando en vidrios; mis rodillas estaban raspadas por haber sido aventada del carro; mis manos, mis brazos y mi cara tenían lesiones; se colapsó parcialmente uno de mis pulmones, y me lastimé el hígado, pero no sentía nada. No dolió hasta que estuve en el hospital unos días, y después sufrí dolores insoportables durante año y medio. ¿Tienes sentimientos fantasmas de tu meñique?
Siempre siento un meñique fantasma. Nunca recuerdo que no lo tengo hasta que no lo veo ahí. Extraño usar guantes. Estoy cansada de cortarles el meñique y coserlos. Viví en Chicago por cuatro años, y los guantes no están de moda. Tampoco puedo hacer cuernitos metaleros, y extraño también eso. Digo, puedo hacer uno, pero a veces el momento te pide dos cuernos metaleros y, la neta, no puedo hacerlo. Está de la verga. Eso sí: hace que mis promesas de meñique valgan más que las de los demás porque sólo tengo uno.

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EL GÜEY QUE HACE MIS BURRITOS

VICE: ¿Cómo es que los mejores burritos de los Estados Unidos están en Nuevo Brunswick, Nueva Jersey?
César de Tijuana Burrito: Hacemos los mejores burritos porque los preparamos como si fueran caseros. Nos esforzamos por hacer todo fresco todos los días. Nos gusta que a la gente le gusten.

¿Sabes cuál es el burrito que he pedido durante año y medio?
Burrito de pollo a la parrilla sin crema agria y con guacamole en lugar de salsa picante. Es lo único que comes. ¿No te encabrona que sea lo único que pida?
No, me alegra que te guste el pollo a la parrilla. No me molesta, pero sí me gustaría que probaras otras cosas. ¿Como qué?
Deberías probar el burrito de bistec: está muy bueno. O el ranchero de pollo: es el mejor. Es como guisado de pollo. Está rico. ¿Cuál es tu favorito?
Mi favorito es el burrito de bistec. Es el que me gusta más. La carne siempre es nueva. No utilizamos bistec regular; utilizamos solomillo, que es muy suave. Comeré ese la próxima vez.
Claro que no. Vas a pedir el de pollo a la parrilla otra vez. Lo sé.

UN CONOCIDO QUE TIENE SÓLO NUEVE DEDOS EN LOS PIES

VICE: Así que sólo tienes nueve dedos en los pies.
Joe: Sí.

Chingón.
Sí.

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