FYI.

This story is over 5 years old.

News

¿Donde están los chavos tepiteños levantados del after-hours?

Un secuestro masivo que no inquieta a las autoridades.

Una manta para Jerzy y Saíd fuera del Palacio de Gobierno del Distrito Federal.

Hoy se cumplen cinco días desde que al menos 11 chavos, entre ellos cuatro mujeres, del barrio de Tepito fueron "levantados" en un after en pleno Zona Rosa, Ciudad de México.

Aún no se sabe con claridad qué ocurrió el domingo en la mañana, en el Restaurante bar Bicentenario, donde también hay un after-hours de electro llamado Heaven. En cada diario de la ciudad existe una versión diferente, y a cada familiar o amigo que conocí ayer, mientras que se manifestaban frente al bar, tuvo también su propia versión. Lo que se sabe es que no hay señal de los 11 (algunos dicen que 13 o quizá más) que desaparecieron juntos, de un jalón, a la vuelta de Reforma durante un supuesto operativo de hombres encapuchados.

Publicidad

Además, las autoridades del Distrito Federal se han comportado con una opacidad fuera de lo común alrededor de un caso tan claramente terrible. No se ha identificado al dueño del bar, no se ha hecho público ningún video captado desde las dos cámaras que tiene la puerta del after, de las siete otras cámaras privadas en la calle Lancaster, ni de las cámaras amarillas del centro All-Seeing-Eye de la ciudad, El C4I4.

Es todavía más loco que por la noche del jueves, el jefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera y el procurador Rodolfo Ríos básicamente insinuaron que los videos que existen no captan nada y que quizá no hubo ningún "levantón." Ríos afirmó que no hay ningún testigo que señale algo sobre un supuesto convoy.

Algo no está bien.

Eugenia Ponce, tía de Jerzy Ortíz Ponce, muestra la lista que ella junto de los once confirmados desaparecidos.

Cinco días después, la angustia de los familiares de los chavos sigue aumentando. Todos son identificados como vecinos del barrio de Tepito, entre ellos el hijo de un presunto líder criminal, conocido como El Tanque. Cuatro de los desaparecidos son chavas. Sus familias pasaron tres días en silencio hasta que bloquearon el Eje 1 Norte, que atraviesa Tepito, demandando respuestas de las autoridades y atención de los medios.

Ellos afirman que funcionarios se negaron a recibir la denuncia de desaparición antes de que se cumplieran 72 horas del asalto, sin oír las demandas de los familiares, como si fuera cualquier desvío normal y no un secuestro masivo.

Publicidad

Por la tarde del jueves, mamás tepiteñas con ojos cansados entraron para una audiencia con un subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Edmundo Garrido, y salieron igual de inconformes.

Amigos y familiares de los tepiteños desaparecidos se manifiestan frente al bar en la calle Lancaster.

A esa hora frente al after, en la parte de la Zona Rosa con restaurantes y negocios coreanos, amigos y familiares de los jóvenes desaparecidos pegaron sus pancartas en la puerta del bar. Unos se cubrían la cara o reusaban identificarse, alegaban que eran amigos de uno de los levantados. Ahí también se encontraba Isabel Fonseca, con su mandil de cocina y un bebé en sus brazos, quien busca a su esposo, Eulogio Fonseca Arreola, de 26 años, un vendedor del barrio.

Nancy, una chava de 19 años que no quiso identificarse con su nombre verdadero, dijo que conoce a Jerzy Ortiz Ponce, el hijo de 16 años del llamado Tanque, y ella también había ido alguna vez al Heaven. No había cover para mujeres y solo tocan electrónica, me explicó.

Jerzy ayuda a su abuela en un puesto de ropa en Tepito, dijo. Se conocen desde muy niños. Para el domingo 26 de mayo por la tarde, Jerzy y otros vecinos del barrio no contestaban sus celulares.

"Todos nos preocupamos y hicimos una junta en la casa de la mamá de Jerzy”, dijo. Según lo que escuchó ella, los hombres encapuchados "entraron a escogerlos".

"Pues dicen que ahí esta la maña” afirmó Nancy. Le pregunté a qué se refería, y nombró a algunos de los cárteles mexicanos que controlan ciertas zonas del país, como La Familia, el cártel de Sinaloa… Luego, entre los reporteros, corrían señales de los Zetas, la Unión, el cártel de Tepito.

Fue como una escena de los peores incidentes de la guerra del narco en Monterrey o Ciudad Juárez. Pero esta vez, la tragedia ocurre en el mero corazón del Distrito Federal, cerca de las oficinas centrales de la agencia AP, al otro lado del Ángel y de la embajada-búnker de Estados Unidos, y hasta durante el ciclotón dominguero de nuestro gobierno "progresista".

Si quedaba alguna duda que el crimen organizado avanza en el territorio de la Ciudad de México, con estos chavos tepiteños que esfumaron así nomás, creo que la duda ha sido borrada.