Fotos del mundo de las MMA en España

Jeosm viene del mundo del grafiti. De hecho, el nombre con el que firma el libro de fotografías Sacrificio es el nombre que utiliza como escritor de grafitis. Su trabajo es sobre las MMA (Artes Marciales Mixtas), un deporte con mucha proyección en todo el mundo -en EEUU arrasa en audiencias, compite con la SuperBowl- y que en España está empezando. Dos luchadores, una jaula y bastantes golpes, gritos y gemidos. "Vengo del mundo urbano, coger entornos de difícil acceso o que la gente no conoce y meterme en ellos. En el fondo es utilizar mis recursos, así lo he hecho con el grafiti, el hip-hop y ahora las MMA", asegura el fotógrafo.

Durante el último año ha acudido a varios eventos, ha conocido a luchadores, promotores y ha entrado en la intimidad de los entrenamientos. Ahora conoce bien el mundo de la MMA y cuando se le habla de una palabra para definirlo, Jeosm suele tirar de "respeto". Al contrario de lo que la gente piensa, se trata de un deporte muy límpio, donde los rivales se saludan (antes) y se felicitan (tras acabar, cuando sus cuerpos ya está repletos de golpes y contusiones). Así ha visto este autor el mundo de las MMA a través del objetivo de su cámara.

Vice: ¿Cómo conectas con el mundo de las MMA?

Jeosm: Fue a través del promotor Fran Montiel, que es la otra cabeza del libro. Le conocía de otros trabajos. Él montó su primer evento de MMA grande, a nivel nacional, y me llamó para que lo cubriese. A raíz de ese trabajo, surgió la idea de publicar el libro. Yo conocía las MMA, pero a nivel de meterte en Internet, ver vídeos de luchadores, cositas sueltas… pero no estaba metido en este mundo. Pero en el evento pude estar con ellos en los pesajes, viendo cómo entrenaban y de ahí surgió mi interés. Eso fue hace un año, más o menos, en Barcelona.

Y qué impresión te llevaste cuando viste las hostias que se dan los luchadores en la jaula.

Me llevé una sorpresa. Porque lo ves por Internet, pero en persona, cambia mucho. Estaba pegado a la reja, en un puesto privilegiado. Fue un impacto grande, cómo sonaban los golpes, los gemidos, los gritos. Todo es muy profesional, aunque desde fuera puedas pensar que son una panda de desalmados que van a partirse la cara, no es así. Cuando ves el respeto, la humildad, te cambia el chip, se te borran los prejuicios. En directo es muy espectacular, merece la pena pagar por verlo.

Pero sí debe ser bastante violento.

Curiosamente hay menos violencia que en un partido de Regional de fútbol en tu barrio, donde se insulta al árbitro y a los del otro equipo. Aquí hay mucho respeto. Los esquinas hablan con el luchador, le cuentan las estrategias, pero no escuchas insultos. Ni tampoco de parte del público. La violencia está solo dentro de la jaula, y es una violencia técnica. Cuando acaban las peleas, aunque uno haya perdido por K.O., los tíos se levantan, se abrazan y de puta madre. Es una violencia muy controlada, nadie se vuelve loco.

¿Cómo ha sido tu contacto con los luchadores? Creo que ha sido un año de trabajo.

Sí, el evento fue el punto de partida. Hablé con Fran y decidimos hacer algo en España sobre las MMA. Nos marcamos unos objetivos, un calendario y un enfoque. Ver qué ciudades queríamos sacar (al final Valencia, Barcelona y Madrid) y qué luchadores. Contactamos con los más punteros de España, tanto old school, que ya no compiten y tienen sus equipos, como gente en activo y nuevas promesas. Gente de 20 años con récords de puta madre, que han peleado fuera de España. Al final han sido combates, entrenamientos y también retratos, para que la gente los vea fuera de la jaula.

¿Qué te has encontrado fuera del territorio de combate?

Ha sido una sorpresa, por el respeto, la tenacidad y el sacrificio que tienen. Son gente superdeportistas, con dietas estrictas y entrenamientos de seis horas. Y está fuera de algo tan español como la envidia, hablan sobre ellos y sus rivale con mucho respeto. Es el rollo de las artes marciales de verdad. Habrá luchadores más bandarras y menos respetuosos. Pero en lo que me he encontrado yo solo he visto respeto.

¿Has escuchado historias de combates ilegales y cosas así?

La verdad es que no, y sí esperaba encontrarme algo de eso.

Todo el mundo del sector lo niega.

Yo creo que he trabajado en un entorno tan profesional, que ahí nadie se la juega. Lo mismo en otros ambientes existe. Pero la gente con la que yo me he movido, que compite en Rusia, EEUU o Australia, no se arriesga a partirse la cara con un tío, de verdad, que le lesione para un año o lo que sea. Lo que sí he visto, igual que en el boxeo, ha sido algún trapicheo de mánagers, engaños con las bolsas y eso.

En este año has notado un auge o que esto de las MMA esté creciendo.

Pues sí, sobre todo por el esfuerzo de promotores como Fran y otros, que se gastan auténticos dinerales en montar eventos de este tipo que cuestan con 50.000 pavos. Fran es un tío que ha practicado estos deportes y sabe que si quieres luchadores serios y buenos, tienes que pagar buenas bolsas, alquilar pabellones grandes, un médico para que haga los reconocimientos previos, la seguridad, el alquiler de la jaula, los árbitros… Al evento que fui yo en Barcelona fueron 1.200 personas y en los últimos que están celebrándose la media ha subido a 2.000. Ha venido bien que haya luchadores españoles peleando fuera de nuestro país para que se empiece a hablar de MMA.

Sacrificio se puede adquirir en Montana Shop y Swinton&Grant (Madrid) y en la tienda online www.enjoymma.com