​De Ylenia a Rafa Mora: estos son los auténticos hits del verano

"Pégate", el primer single, y quién sabe si último, de Ylenia, exconcursante de Gandía Shore y de GH VIP, ha superado ya los cinco millones y medio de visitas en YouTube. Y está a punto de alcanzar el millón y medio de reproducciones en Spotify. Para que nos hagamos una idea de la dimensión: "Un zombie a la intemperie", nuevo single de Alejandro Sanz, lleva algo más de ocho millones de visionados en YouTube. "La prisión", el nuevo vídeo de Maná, no ha superado todavía los dos millones. Y "La promesa", single de Melendi que lleva en circulación ya medio año, está en 12 millones de reproducciones. Es decir: si un ciudadano australiano, o canadiense, o serbio, cualquier ejemplo sirve, ajeno a la realidad española llega de vacaciones a alguna ciudad de por aquí, echa un vistazo a la lista de éxitos del momento y revisa su impacto creerá que Ylenia es una de las estrellas más consolidadas del panorama pop nacional. Cómo explicarle, visto así, que en realidad se trata de un icono de la cultura choni autóctona, criada, alimentada y desarrollada en los rincones más petardos y freaks de la televisión, que no había grabado una sola canción en su vida, que muy probablemente ella no sepa cantar ni haya cantado jamás y que le cuesta sacar adelante el playback pertinente para defender la canción en platós y garitos del circuito.

Cómo explicarle, en definitiva, que este verano los freaks de la tele, del papel couché y del way of life ni-ni han tomado las listas de reproducciones y escuchas; cómo explicarle que estos personajes le están robando mucho protagonismo y atención a la plana mayor de artistas mainstream, los de toda la vida; y cómo explicarle, además, que estamos absolutamente a favor de este ejercicio de democratización en la música que permite que alguien como Ylenia no solo pueda grabar y lanzar un single en tiempo récord, sino que además este se convierta en uno de los hits del verano que seguro sonará en las peores discotecas de la costa. Y es que se han acabado los tiempos de grandes inversiones, planes de promoción milimetrados y reuniones ejecutivas en grandes rascacielos de la capital para convertir a un mindundi en estrella: en la actualidad vas sobrado con un buen ordenador, un software ad hoc, un compositor-productor mercenario y un buen community manager para materializar un éxito en menos de lo que canta un (Vincent) gallo. Ylenia tiene 350 mil seguidores en Twitter; suficientes como para pasar de la nada al estrellato, por fugaz que sea. Todo esto aderezado con la idea más que demostrable que los límites del horror no están tan claros y definidos como se podría pensar: con toda probabilidad "Pégate" le parecerá un pedazo de basura a los mismos que en pleno agosto bailarán sin pudor a ritmo de Nicky Jam, Gente de Zona o Avicii. Todo indica que "El cocodrilo" de King Africa será uno de los hits del verano, pero ¿realmente hay tanta diferencia entre una y otra? No lo sé, oiga, no lo sé. Más que la canción en sí lo que personalmente me atrae del éxito de Ylenia es el cómo y lo que hay detrás del fenómeno.

De hecho, el inesperado impacto comercial de "Pégate" es el premio gordo de todo un elenco de singles y hits que podríamos englobar en la escena de "freaks televisivos" y que dan alas a esta suerte de plan B de la industria musical que pasa por la promoción en redes sociales, la edición exprés, los bolos clandestinos en discotecas y la retroalimentación televisiva (cada vez que sale alguno de ellos en un programa de notable audiencia se está haciendo una promoción que ya quisieran para sí los grandes tótems del pop patrio). Un circuito totalmente alejado de la ortodoxia y la vieja escuela que tiene como gran territorio de explotación la campaña veraniega. Del mismo modo que en toda feria literaria que se precie existe el llamado sector de "escritores mediáticos", una treta periodística para distinguir a los que se supone que escriben, y que escriben bien, de los que se limitan a poner su cara y su firma para vender el máximo número de ejemplares, aquí igual: la industria y sus cabezas visibles ya se encargan de segregar pertinentemente a los "televisivos" de los artistas, de dejar muy claro quiénes son intrusos y quiénes no. Y esta vez, como siempre, hemos decidido ponernos de parte de los más débiles, de esos pequeños bastardos generados e ideados por la televisión que de la noche a la mañana han querido probar suerte en la canción. A su lado, la parada de los monstruos de Todd Browning parece Disney.

Ylenia y su "Pégate" nos ha servido de perfecta excusa e inspiración para pergeñar nuestra propia playlist de hits del verano. O más bien de anti hits. Porque solo así se puede calificar, por ejemplo, el single "Acércate ya". Su 'autora' es Amor Romeira. Quizás por Romeira no os venga nada; pero por Amor de GH seguro que ya empezáis a atar cabos. Acaba de lanzar a la palestra su hit, con su pertinente videoclip subido de tono, y como no podía ser de otra forma la canción se inscribe en el género que más pega y golpea en los clubs españoles: el electro latino, el género preferido de los que hace unos años se desvivían por el indie-rock y ahora han descubierto la luz latina más comercial como guía espiritual de sus tesis. En cualquier caso ha llegado Amor Romeira para defender el orgullo de los concursantes de Gran Hermano, poco presentes en esta corriente de trasvase de la tele a los escenarios.

Mejor lo tiene Víctor Sandoval, el Pepito Grillo de Sálvame, nuestro personaje favorito del entorno del programa de Telecinco. Ya el año pasado sorprendió a propios y extraños con "Nachopolízate", hitazo descomunal dedicado a su exmarido, al grito de ¡Nacho Polo, Nacho Polo! como leit motiv, y un tratamiento sonoro de perfil housero-pop muy deudor de Fangoria y allegados. Pensábamos que aquello sería una anécdota muy coyuntural, pero afortunadamente para nuestras madrugadas estivales este año hemos recibido de buen grado su continuación, gráficamente titulada "Sandovalízate", a modo de segunda parte, el yang, la cara B. Y repite fórmula: campanas, bombo housero, estribillos épicos y genialidades incomprendidas de la composición como "olvídate de todo / congela a Nacho Polo". Sandoval es Dios; y su negro musical también.

Hablando de negros, no podíamos olvidarnos de Coman. Fue uno de los protagonistas de GH VIP, pero realmente le recordamos por haber enseñado el miembro viril a toda España en el indispensable Adán y Eva, uno de nuestros programas de cabecera. Los que vieron a este bilbaíno de ascendencia africana descubrieron en su carta de presentación que a este chaval además de pasearse como Dios lo trajo al mundo también le gustaba cantar. Del dicho al hecho: hace un par de meses sacaba "Lion King", hitazo que ya lleva más de 150 mil reproducciones en YouTube. A diferencia de su compañera Ylenia, más orientada al electro latino, lo de Coman es el house-rap negrata, entre Flo Rida, Akon y Black Eyed Peas. Aunque se nota que hay más pasta y más asesores en su carrera, porque su primer hit, "La chica de la tarima", provoca vergüenza ajena incluso a quienes tenemos el estómago de acero y el paladar de esparto. Haría bien Coman en eliminar de la faz de la Tierra cualquier link o referencia a ese debut.

Recién salida del horno nos llega "Tremenda", la nueva propuesta de La Pelopony. En fin. A La Pelopony antes de salir en televisión solo la conocían en su barrio. Su discreto paso por Supervivientes y, eso sí, sus posteriores apariciones en Sálvame, para contar, entre otras cosas, que Antonio Tejado se había bajado los pantalones y los calzoncillos delante de su cara, sin mediar palabra, buscando una limpieza de bajos rápida y furtiva, o Cazamariposas sirvieron para darla a conocer al gran público, que de paso se ha enterado que nuestra protagonista también canta. Mierda de la buena: "y es que yo soy tremenda / niñata caribeña, putona y caprichosa / no dudes de mí, goza". Y todo esto regado con sonidos de acordeón, filtros de voz y beats latinos marca de la casa. Buena cosecha la de Supervivientes 2014: junto a La Pelopony también triunfó Katia Aveiro, la hermanísima de Cristiano Ronaldo. Ella aseguraba por entonces, cuando llegó a España y empezó a coger forma su participación en el reality, que se dedicaba a la música. No la creímos, claro. Pero tras su buen papel en el concurso y el hecho indisociable de ser hermana de quien es permitió que algún avispado ejecutivo discográfico le financiara un single, "Latina de cuerpo y alma", que por supuesto tiene cabida en esta playlist de locura absoluta. Medio millón de almas descarriadas le han dado al play en YouTube.

Y llegamos a la recta final. Los platos fuertes. Las bombas. Rafa Mora y Kiko Rivera. El primero tiene un hit en las calles, "Fiera de la noche", que ya suma casi cinco millones de reproducciones. Me río en tu cara, nano. Pero es que además aquí Mora ni tan siquiera canta, gracias a Dios; se limita a hacer un poco de spoken word con su rollito romanticón de self-made man, un auténtico caramelo para sus fans, tanto los que se toman en serio al personaje como los que no. En el vídeo, además, cuenta con un cameo estelar de Oriana, tronista que ha hecho fortuna y que se suma a la causa del nano con pleno convencimiento de que está protagonizando algo grande. Claro que lo de Mora parece una broma si lo comparamos con Kiko Rivera. Y es que el hijo de la Pantoja es reincidente: ya van cuatro hits como cuatro soletes. "Chica loca", "Así soy yo", "Cuento de hadas" y, el más reciente, "Dale" han alcanzado posiciones top en iTunes y suman un porrón de visitas y reproducciones en todas las plataformas imaginables. Paquirrín es nuestro Rick Ross particular, una churrería de éxitos fast-food en los que basta un vocoder y la compañía de algún cantante latino a modo de guardaespaldas sonoro –y ya de paso disimulamos un poco– para asegurarse unos ingresos considerables y su presencia obligada en recopilatorios veraniegos, montajes de Mujeres y hombres y viceversa y clubs de medio pelo de la piel de toro.