Fotografiando a los voyeurs que miran a las parejas que follan en parques

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Fotografiando a los voyeurs que miran a las parejas que follan en parques

El fotógrafo japonés Kohei Yoshiyuki nos habla de "The Park" y el vouyerismo.

Todas las fotos son de Kohei Yoshiyuki, de su serie "The Park.

Kohei Yoshiyuki es un fotógrafo japonés conocido por The Park, su serie de fotos de gente mirando a gente follando en parques públicos de Tokio en los años 70. Es una mezcla entre risas y depresión, la clase de mezcla que puedes esperar de unas fotos de gente que se esconde entre matorrales y se toca sus partes.

Las fotos están expuestas en la galería Open Eye de Liverpool, en una sala a oscuras. Al llegar, te dan una linterna para que puedas guiarte por el espacio y observar a los susodichos en su hábitat natural, la oscuridad. Es una experiencia un tanto escalofriante pero íntima, y el efecto que pretende conseguir está muy bien logrado: convertirte en un voyeur.

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En la exposición también hay expuestas fotos de otro de los famosos trabajos de Yoshiyuki, The Hotel, que consiste en una serie de fotografías tomadas con cámaras escondidas en varios de los "hoteles del amor" de Tokio, hoteles que usan exclusivamente prostitutas y sus clientes. Llamé a Yoshiyuki para averiguar qué tiene de especial fotografiar a la gente en sus momentos más vulnerables.

VICE: Hola Kohei. ¿Por qué razón empezaste a fotografiar voyeurs?

Kohei Yoshiyuki: Un noche estaba paseando por el parke Shinjuku, cuando me topé con una escenita. Una pareja estaba follando y vi que otra gente observaba. Ésa fue la experiencia que me llevó a capturar estas escenas nocturas tan chocantes y fascinantes.

¿La gente sabía qué sucedía en los parques por las noches?

Yo sólo había oído rumores de que eso pasaba en los parques de Tokio. Los parques son lugares donde normalmente hay madres con sus hijos durante el día, pero en el mismo parque pueden suceder cosas totalmente oscuras cuando se hace de noche. Me parecía fascinante.

¿Durante cuánto tiempo trabajaste en el proyecto?

Desde 1971 hasta 1973. Antes de empezar a hacer las fotos pasé medio año organizando el proyecto.

Si ya sabías dónde encontrar a los voyeurs, ¿por qué tardaste tanto en empezar con el proyecto?

Primero de todo, y lo más importante, tuve que hacer creer a los voyeurs que no era un fotógrafo, sino que era uno de ellos. De lo contrario me hubiera llevado alguna paliza, o me hubieran quitado los carretes. Durante ese periodo, también pasé mucho tiempo estudiando las técnicas y los mejores equipos para captar esas escenas en la oscuridad. Usaba película de infrarrojos y luz estroboscópica, algo que se consideraba bastante caro para la época.

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¿Sólo había parejas heterosexuales?

En una exposición -Kohen (The Park)- en Tokio en 1979 expuse fotografías que había hecho a principios de los años 70. Después de esa exposición, decidí publicar un libro con fotos que no habían salido a la luz. Fue entonces cuando descubrí que parejas gays también iban a los parques, así que ese mismo año comencé a hacer fotos a parejas de homosexuales.

¿Todas las fotos están hechas en el mismo parque?

Principalmente hacía las fotos en el parque de Shinjuku, pero también en el de Yoyogi. Los gays se movían en un parque de Aoyama, una zona diferente de Tokio. Todos los parques estaban cerca del centro de Tokio.

¿Qué es lo que más te fascinaba del voyeurismo?

Mi interés no era el propio voyeurismo. Me fascinaba todo el conjunto, las parejas follando en el parque, la gente que los observaba o incluso se tocaba, así como el fondo y el entorno de la ciudad. Eran escenas que nunca antes habían sido fotografiadas, así que pensé que el sujeto podría ser el centro de una serie de fotos interesantes.

¿Por qué les gustaba el vouyerismo tanto a los japoneses? ¿El vouyerimo sigue siendo popular en Japón?

Por aquél entonces los parques eran una parte vital de las ciudades. Eran puntos extraños dentro de la jungla urbana donde la gente podía comportarse libremente. El acto de voyeurismo, para los voyeurs, era como un juego; lo hacían por la emoción. El riesgo de la fantasía. No sé si el voyeurismo sigue siendo popular, pero ahora vivimos en una sociedad de vigilancia y supongo que la gente se siente más controlada.

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¿Sólo encontraste hombres voyeurs?

A las mujeres también puede gustarles el voyeurismo, pero son más realistas y no se arriesgan a hacer algo tan absurdo.

¿Qué es lo más raro que viste mientras trabajabas en The Park?

Los robos eran graciosos. En el parque no sólo había voyeurs, también había ladrones. Una vez vi cómo una mujer daba patadas a su bolso mientras estaba absorta en su historia de amor. Vi cómo un ladrón intentó robarle la bolsa, pero no se dio cuenta de que otros voyeurs lo estaban rodeando, así que al darse cuenta salió por patas. Los ladrones más profesionales actuaban en grupo para bloquear a los voyeurs.

En tu exposición también hay fotos de tu serie Love Hotel. ¿Por qué te interesaba ese material secreto?

Me gustaban las imágenes borrosas y las líneas que se creaban en el monitor. A penas se puede ver a las personas. Pensé que esta invisibilidad podía despertar la imaginación del espectador, en vez de mostrar imágenes nítidas.

¿Cómo conseguiste los vídeos?

No puedo decirte cómo, sólo que los vídeos los hicieron parejas que se quedaban en los hoteles y se supone que eran los únicos que iban a verlos y disfrutar viéndose follar.

¿En qué estás trabajando actualmente?

Ahora vivo en un lugar que no es ni una gran ciudad ni una zona rural. Es un lugar que no tiene mucho atractivo; la atmósfera es extraña, como la escena de un crimen. Por ejemplo, cuando estoy en algún parque pequeño y tranquilo con zona de juegos en una zona residencial, no suele haber nadie, ni siquiera niños jugando. Me interesa esa clase de vacío que tiene como una especie de ansiedad o atmósfera de crisis. No sé si podré capturar la sensación, pero voy a intentarlo.

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Entrevista por Matthew Francey.Sigue a Matthew en Twitter: @matthewfrancey