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rumbo al mundial

Previo al México vs. EE.UU: Recordando el portento de gol de Gio dos Santos

Previo al encuentro entre México y Estados Unidos, recordamos el humillante gol de Gio dos Santos que selló la voltereta de "El Tri" en la Copa Oro 2011.

Quién iba a creer que aquella jugada casi muerta por la banda derecha —rescatada por Javier Hernández— culminaría en un poema de gol a favor de la Selección Mexicana para concretar, de una vez por todas, la voltereta y alzar la Copa Oro del 2011. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

En aquel entonces el equipo mexicano tenía mucho más química, era más dinámico, todos parecían entenderse de alguna u otra forma. José Manuel de la Torre era el encargado de dirigir los hilos sobre la cancha, y enfrentaba su primer reto al frente de un conjunto que siempre ha sido exigente con sus metas pero que casi siempre termina fallando en el intento.

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La presión no era para menos. Se disputaba la final de la Copa Oro —competición lejos de ser de gran calidad y reconocimiento, y por lo mismo obligatoria en las vitrinas del llamado "Gigante" de la CONCACAF— ante el rival más odiado dentro de un campo de futbol (después de Argentina): el anfitrión, Estados Unidos.

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Los partidos contra el vecino del norte siempre tendrán un sabor especial. La rivalidad histórica se vio avivada por un esférico y, desde entonces, se ha vivido júbilo y tristeza en ambos lados de la grada. También es inevitable separar los conflictos no deportivos entre ambas naciones y proyectarlas en el terreno de juego, pero cabe recordar que, al final del día, es sólo un juego que sólo nos afecta en un nivel emocional como aficionados de este hermoso deporte. Nada más. No es tan difícil entenderlo.

Corría el minuto 75. Javier Hernández recibió un pase sin ventaja por la banda derecha que llevó hasta la esquina del territorio estadounidense. Después de un breve y chusco forcejeo/resguardo del balón, "Chicharito" intenta una suerte de centro que Carlos Bocanegra despeja hacia el centro de su área grande. El rebote cae a los pies de Torrado, quien al borde del área grande y sin ninguna marca, espera el movimiento de Giovani dos Santos hacia el centro. Para cuando el entonces delantero del Racing de Santander tomó el balón de espaldas al arco, la jugada parecía haber muerto.

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Entonces, dos Santos nos regaló una probadita de aquella época dorada cuando despedazaba defensas con la Sub-17 y el Barcelona —destellos que hace tiempo no vemos—. Se acomodó el balón con su prestigiosa zurda y, abusando de la jerga llanera, le "mostró el dulce" a Tim Howard hasta en tres ocasiones, mientras se veía rodeado por tres jugadores de blanco más dos resguardando la portería de un Howard que había naufragado en las desconocidas aguas del área grande.

El toque fue sutil y el timing perfecto —algunos dirían que fue un tiro a lo Messi, pero sería injusto describirlo de esta forma—; Bocanegra, con la banda de capitán, tendido sobre el piso, Howard golpeaba el césped y hacía berrinches porque no podría creer que siete jugadores, él incluido, no pudieran frenar a un solo jugador. El Rose Bowl de Pasadena explotó en júbilo y la rivalidad entre estas dos naciones añadía un capítulo más a su longevo historial.

Sí, esto sucedió un 25 de junio de 2011, pero siempre es valido presumir las glorias pasadas previo a un clásico.

El viernes nos espera un choque tenso. México y Estados Unidos no cuentan con su mejor versión dentro de la cancha, pero el local parece tener la ventaja histórica al jugar en el Mapfre Stadium de Columbus, el Azteca de los estadounidenses. Sin importar quién resulte ganador, la rivalidad sumará una anécdota más a su interminable novela.