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Tenemos al próximo Adrián González y lo ignoramos

Tirso Ornelas puede ser la próxima gran figura del beisbol mexicano. Su edad, físico, talento lo podrían llevar en breve a las Grandes Ligas.

En México tenemos un próximo Titán, y todavía no he leído a los medios alborotados por la prometedora carrera que el pelotero mexicano explotará en las Grandes Ligas cuando sea firmado el próximo dos de julio. Si se tratara de un futbolista, estaríamos todos arriba de ese barco, nos gusta subir a los que tienen más riesgo de hundirse.

Tirso Ornelas es oriundo de una de las ciudades más beisboleras de nuestro país: Tijuana. A pesar que la ciudad fronteriza alberga a los Toros de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), la joven promesa es parte de la organización capitalina: Diablos Rojos del México.

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Con apenas 16 años, el jardinero mexicano ha sido considerado por la Major League Baseball (MLB) el único prospecto internacional mexicano en este año. En febrero pasado la MLB realizó un showcase en República Dominicana, y Tirso fue uno de los que más sorprendió a los scouts por su buen manejo de las herramientas para hacer beisbol.

Con apenas 19 años pero con un físico prodigioso, Ornelas tiene pinta de diamante para el beisbol mexicano. Foto: Giovanni Cruz

Los escaparates son justamente eso, vitrinas donde peloteros jóvenes son sometidos a pruebas para demostrar sus capacidades y así tratar de ganar un lugar en alguna organización de Grandes Ligas. Hay que probar la mercancía antes de llevársela.

En los aparadores de promesas, se eligen jugadores menores de 23 años sin que hayan jugado en ligas profesionales. Carne buena, fresca y manejable. Es el trabajo de los visores, encargados de dotar de buenos peloteros a la mejor liga del mundo.

Es cierto que los jugadores se comportan de la mejor forma en las visorías, pero no es augurio de triunfos inminentes. Ser scout debe ser uno de los mejores empleos que alguien puede tener, pero no solo implica ver beisbol 24/7, la parte complicada viene cuando se firma a un joven que en el papel parece una estrella, pero no resulta así.

Previo a República Dominicana, Ornelas ya había sido observado en Monterrey durante un evento organizado por la LMB, y eso lo catapultó al showcase en el caribe. Durante aquellas pruebas se evaluó a las futuras promesas con una escala que va de 20 a 80.

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Con un promedio de bateo del .334, Ornelas tuvo una buena evaluación hace unos meses con scouts de la MLB. Foto: Giovanni Cruz

De 20 a 30 significa que el pelotero está muy por debajo del promedio, 40 debajo del promedio, 50 es que está en el promedio, 60 por encima del promedio y de 70 a 80 es que la joven promesa es un diamante en bruto: muy por encima del promedio.

De acuerdo a la posición que ocupan es como son evaluados; Tirso recibió un diagnóstico que lo coloca con un puntaje de 50 en todas sus herramientas. Lo que lo hace realmente atractivo es que con su 1.90 de estatura es capaz de correr los 60 pies por debajo de los siete segundos.

Aunque actualmente se desempeña como outfielder, algunos scouts ven con buenos ojos al pelotero tijuanense para jugar la primera base. Siendo parte de los Diablos, el joven fronterizo bateó un promedio de .334. De cada 10 lanzamientos, por lo menos conectó tres. En el deporte que te pagan por fallar, el que falla menos es premiado.

No me agradan los gurús, pero estoy seguro que pronto veremos a Tirso Ornelas patrullar algún jardín de la Gran Carpa. La página oficial de la MLB cree que el acercamiento más avanzado es con los Padres de San Diego, pero también ha existido interés por otros diez equipos de las Grandes Ligas.

A su corta edad es difícil que él pueda decidir sobre su futuro, y como buen adolescente su madre, Óscar Suárez su representante y los Diablos Rojos decidirán su destino. Aunque todas las partes declaren que lo importante no es el dinero, sino el futuro del joven, los que estamos del otro lado sabemos que ahora Ornelas es una mina que escupirá dólares al ritmo de su bat.

Ornelas junto a Vinicio Castilla, uno de los últimos grandes representantes de México en los Estados Unidos. Foto: Facebook Tirso Ornelas

Además de sus cualidades, el joven pelotero ha tenido una ayudadita que mezcla el deporte con la religión: su padrino de bautizo es Esteban Loaiza.

Si infancia es destino, podemos concluir entonces que uno de los máximos exponentes de nuestro beisbol lo haya llevado a cumplir con su primer compromiso católico, influyó para que a sus 16 años sea el mayor prospecto internacional que tiene México. Así que si tu padrino de bautizo se emborrachó antes de lanzar el bolo, no vaticinaré tu destino, es probable que ya lo estés viviendo.

Así es como me regocijo al hablar de una futura y prometedora figura de nuestra pelota, mientras que en el deporte más popular de nuestro país cualquiera que meta un par de goles ya es comparado con Messi en las portadas de los periódicos, en el beisbol no se le da la importancia que tendría que darse a nuestro próximo Adrián González. No quiero que cuando el barco navegue firme quieran subirse sin haberse enterado de cuando zarpó.