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Por fin los fans de los Lakers pueden volver a ser optimistas

Los Lakers no fueron capaces de fichar a ningún gran agente libre este verano, pero ello no tiene por qué ser necesariamente malo: quizás aún haya esperanza.
Jayne Kamin-Oncea-USA TODAY Sports

Inmediatamente después de una sorprendente cadena de decisiones en el día del draft —y de una serie de rumores que colocaban en el equipo a agentes libres como LaMarcus Aldridge, Marc Gasol e incluso Greg Monroe—, los fans del los Lakers empiezan a sentirse un poco optimistas estos días. Las expectativas frustradas de los últimos tiempos mantendrán a los fans más irreductibles del equipo en un pesado silencio, pero aún así queda un pequeño margen para la esperanza: la próxima temporada podría representar una vuelta a la relevancia, el último baile de Kobe Bryant… e incluso una ilusionante puerta hacia el futuro.

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Sí, amigos angelinos: conjurémonos para volver a la gloria, aunque Byron Scott siga siendo el entrenador y Jim Buss aún se pasee por las oficinas del club haciendo el pena y rogándole a su hermana que le dé "uno… más".

Apreciada Laker Nation, aquí tenéis vuestros nuevos campeones: Roy Hibbert, el flamante finalista de la Conferencia Este, jugador capaz de detener a LeBron, potencia sin fin bajo el aro —hace un par de años, al menos. Lou Williams, Sexto Hombre del año. Brandon Bass, ¡un campeón de la NBA! (Bueno, vale, no exactamente, pero sí que jugó en las finales del Este en 2012… y en 2005 fue elegido Jugador del Año de la Southeastern Conference, poca broma con él).

Y ya que estamos, ¿por qué detenernos ahí?

¿Jordan Clarkson? Sus números tras el All-Star game (17-5-5) son del nivel de Rajon Rondo en 2010, solo que con capacidad para tirar de tres y sin la obstinación rayana en lo absurdo del base de Louisville.

¿Y Julius Randle? Algunos pecadores sugirieron incluirle en un 'trade' por Boogie Cousins. Ah, no, de ninguna manera: Julius perdió casi 7 kilos en su primera temporada debido a las lesiones, puede tirar de tres y es un '4' moderno. Es, automáticamente, intocable.

Más: ¿D'Angelo Russell? Es la versión 2.0 de James Harden, pero más astuto y con unas cejas mucho más locas que el jugador de los Rockets. ¿Robert Upshaw? Igual que si si Yao Ming se fusionara con Hassan Whiteside. ¿Anthony Brown? Como Anthony Morrow, pero más grande y mejor. ¿Larry Nance Jr.? Mejor llamémosle Larry Nance Senior.

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¿Y Kobe, qué? Bueno, quizás sus castigadas piernas aguanten y vuelva con más veneno que nunca.

Esta es la cara que normalmente se le quedaba a Kobe al ver jugar a sus compañeros el año pasado. Foto de Jayne Kamin-Oncea, USA Today.

Vale, es fácil dejarse llevar por el clásico optimismo irracional e intentar verle el lado positivo de forma desmedida a todo. Al mismo tiempo, sin embargo,, no vale la pena cambiar esta alegría de colorines digna de Disney por la desazón absoluta de una oscura película de cine alternativo iraní: la verdad siempre es gris, nunca negra ni blanca.

Empecemos con Hibbert, que una vez pareció ser capaz de seguir los pasos de sus más ilustres antecesores en Georgetown como Alonzo Mourning, Dikembe Mutombo o Patrick Ewing. Roy solo tiene 28 años y aún quiere conseguir un gran contrato. Los hombres grandes aún sirven en la NBA por mucho que el triple se lleve todos los elogios (¡vaya si sirven!). Si Hibbert está realmente motivado, puede ser útil.

Esta es otra buena pregunta, de hecho: ¿podrá Hibbert "salvar a los pívots" y convertirse en una pieza clave en la Era del Triple? ¿Llegará a merecer un contrato como el estratosférico acuerdo que logró cerrar el veterano Omer Asik por la burrada de 5 años y 60 millones de dólares (53 millones de euros)? Las apuestas van en su contra, no vamos a negarlo.

A corto y medio plazo, está Russell. La razón por la cual le prefirieron a Okafor fue sin duda su teórico potencial de estrella, aunque muchos consideren que probablemente no haya para tanto y digan que D'Angelo en realidad se parece más a Eddie Griffin que a James Harden. Hay un 40% de opciones de que se quede en 'bluff', pero el tándem que podría formar con Clarkson pinta bien. Los bases altos, dinámicos e intercambiables con escoltas o incluso aleros no abundan en absoluto.

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D'Angelo Russell tiene un 'look' especial tanto dentro como fuera de la pista.. Foto de Brad Penner, USA Today.

Y si los bases flexibles no son comunes, aún menos lo son los 'rookies' de 2,10 que promedian siete tapones cada 40 minutos en la universidad como Upshaw. Su habilidad y sus capacidades han sido loadas ampliamente —casi tanto como sus líos fuera de la pista, que no han sido pocos en los últimos tiempos. Puede que los Lakers tengan jugador ahí: Upshaw tendrá la oportunidad de demostrarlo en los partidos de la liga de verano en Las Vegas ante los Timberwolves de Karl-Anthony Towns, los 76ers de Jahlil Okafor… y también los Knicks del ínclito Kristaps Porzingis.

Si recopilamos todos los casos, nos daremos cuenta de que este verano Mitch Kupchak ha vuelto a demostrar que es uno de los mejores directivos de la liga. Kupchak recorrió el mercado y actuó con maestría: evitó los contratos largos y arriesgados (por ejemplo, Tobias Harris), añadió dos piezas de calidad con Bass y Hibbert, y de algún modo (en serio, ¿por qué los Lakers, Lou?) logró fichar a Williams con un contrato modesto de 3 años y 21 millones de dólares (18 millones de euros).

El bueno de Mitch, pues, ha logrado dejar la ventana del 2016 completamente abierta mientras gestionaba con eficacia la mastodóntica ampliación de contrato de Kobe. Algún directivo incluso se atrevió a soñar con Harden y Westbrook. Para el veterano 'General Manager' angelino, el principal objetivo pareció ser la construcción de un equipo competitivo de forma grácil y relajada —similar, irónicamente, a la que acometió Danny Ainge en Boston— y eso exactamente es lo que ha hecho.

El 'factor X' de Kupchak, si queréis llamarlo así, es Bryant, por supuesto. El veterano jugador fue capaz de sumar unas cifras de 22-5-5 en 35 partidos el año pasado. Por mucho que estos números fueran tremendamente ineficientes a la hora de sumar victorias, a ver quién es el listo que encuentra a un escolta de 35 tacos capaz de lograrlos después de dos duras operaciones en dos temporadas distintas.

Kobe es una mezcla entre potencial aún vivo y una carrera moribunda. Al revés de la aparente eternidad etérea de los Spurs, el peaje de la edad ha sido muy alto para Bryant. Esta temporada, sin embargo, el equipo a su alrededor le ofrecerá muchas más soluciones que hace un año. Sí, hay dudas, como el estilo anticuado de Hibbert, la mano y la pierna de Randle, y el propio Kobe entero; pero aún así, la escuadra parece el doble de talentosa e igual de eficiente en defensa que hace 365 días.

¿Puede este equipo, reconstruido a partir de unas ruinas humeantes bastante lamentables, levantarse y soñar al menos con una participación digna en los play-offs? ¿Y por qué no? Cosas más extrañas se han visto últimamente en la NBA… aunque no en Los Angeles, por desgracia para el equipo lila y dorado.

Los Lakers de la temporada 2015-16 seguramente no se alzarán con el anillo, ni se convertirán en un equipo de leyenda, ni nada que huela a gloria… pero quizás sí que sean el inicio de algo muy a tener en cuenta en los próximos años, empezando ahora mismo. ¡Always look on the bright side of life!