En 2016 se robaron más bicicletas que el año pasado en Bogotá

Este año el recién posesionado alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, cobró en dos ocasiones separadas el haber cumplido la misma promesa de campaña: la primera al terminar sus primeros 100 días de gobierno, cuando a través de las redes sociales su administración aseguró haber reducido el robo de bicis en un 8%. Y una segunda vez, el 15 de julio, cuando a través de su cuenta de Facebook reiteró la disminución en el robo de bicicletas, que ahora era del 24 y no del 8%.

En ambas ocasiones fue desmentido: La primera vez fue Germán Ricaurte, bloguero de La Silla Vacía, quien con cifras oficiales en mano demostró que la disminución fue de apenas un 1.17%. La segunda vez fuimos nosotros quienes, aplicando el principio del pastorcito mentiroso, encontramos que en Bogotá se siguen robando más o menos la misma cantidad de bicicletas desde que Peñalosa es alcalde —la reducción había sido de una sola bicicleta durante los primeros siete meses del año—.

Ahora que está por terminarse el año los bogotanos nos enteramos de que durante 2016 el robo de bicicletas no solo no disminuyó, como decía el Alcalde, sino que aumentó. Según cifras oficiales de la Policía de Bogotá, que nos hicieron llegar a través de un derecho de petición, entre enero y noviembre de este año se robaron 1.634 bicicletas, 56 más de las que se habían robado durante el mismo periodo del año pasado.

También son 273 más de las que se habían robado en 2014.

VICE trató de conocer la posición de Secretaría Distrital de Seguridad respecto a la información de robos de bicicletas en la ciudad que nos fue enviada por la policía y hasta el momento no hemos recibido respuesta.

Para Peñalosa, más que un caballito de acero, la bici ha sido siempre un caballo de batalla: en su primera alcaldía construyo la mayoría de la ciclorutas que hoy existen, en la de ahora las incluye en todas sus visiones futuristas y, además, se inventó un cargo nuevo al que le puso "Gerente de la bicicleta". Sin embargo, estas cifras demuestran que, el menos en su primer año como alcalde, y hablando nosotros exclusivamente del tema de seguridad, le queda una gran deuda pendiente con buena parte de los mismos ciclistas a los que tradicionalmente se acerca a pedirles votos.