En 2050 las emisiones de carbono del suelo podrían llegar a niveles catastróficos

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En 2050 las emisiones de carbono del suelo podrían llegar a niveles catastróficos

Los estudiosos del calentamiento global advierten de que en el año 2050, la tierra podría haber liberado a la atmósfera la friolera de 55 billones de kilos de carbono.

Este artículo se publicó originalmente en Motherboard, nuestra plataforma dedicada a la ciencia y a la tecnología. El término "efecto bola de nieve" sin duda resulta una forma desafortunada de describir el cambio climático, pero un estudio publicado recientemente predice que eso es exactamente lo que ocurrirá.

Los estudiosos del calentamiento global advierten de que en el año 2050, la tierra podría haber liberado a la atmósfera la friolera de 55 billones de kilos de carbono. Para que nos hagamos una idea, esta cantidad de emisiones sería el equivalente a tener dos Estados Unidos de América en el planeta. Así, como si de una bola de nieve se tratara, a mayor cantidad de emisiones, más calentamiento, y más calentamiento implica… bueno, ya lo pilláis, ¿no?

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Obviamente, este aciago escenario hipotético es producto de nuestra incapacidad para reducir las emisiones de carbono y está más cerca que nunca de acabar siendo una realidad desde la elección de Donald Trump, gran aficionado al carbón y firme negacionista del cambio climático. No cumplir con los objetivos macados en el Acuerdo de París supondría "un 17 por ciento más de emisiones de lo pronosticado derivadas de actividades humanas", explicó en un informe Tom Crowther, autor y principal responsable del estudio en el Instituto de Ecología de los Países Bajos.

El nuevo estudio, publicado en la revista Nature, presenta datos de una investigación de ámbito mundial sobre los suelos realizada a lo largo de los últimos veinte años. La comunidad científica lleva décadas investigando el carbono que contiene el suelo, no solo por la posibilidad de que se libere a la atmósfera, sino también por la capacidad de la tierra de almacenarlo. Sin embargo, Crowther asegura que esta es la primera vez que se presenta un panorama global de las emisiones del suelo.

A diferencia de otros estudios, Crowther señala que este también tenía en cuenta las emisiones de carbono en las regiones más frías del planeta.

En el Ártico, por ejemplo, se han acumulado grandes cantidades de carbono en los suelos a lo largo de milenios. Debido a las bajas temperaturas, los microbios que normalmente estimulan la liberación del carbono mediante un proceso de descomposición se muestran menos activos en esas regiones. Sin embargo, el constante aumento de las temperaturas en el Ártico este año ha provocado un incremento de la actividad de dichos microbios, lo que a su vez se traduce en un mayor índice de emisión de carbono a la atmósfera.

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"Hay enormes depósitos de carbono en el Ártico y la zona subártica, donde el suelo suele estar congelado", añadió Crowther. "Lo peor es que se espera que estas regiones frías sean las que más acusen el cambio climático".

Esos 55 billones de kilos de emisiones se liberarían en forma de dióxido de carbono (CO2) y metano, según el estudio. El efecto del metano, cuya capacidad de calentamiento es 25 veces superior a la del CO2, es especialmente preocupante en determinadas zonas de Siberia, donde el deshielo del permagel es el causante de extraños fenómenos naturales. Crowther afirmó en una entrevista que estos efectos podrían empeorar con las emisiones de carbono procedentes de los depósitos del suelo.

La captura de carbono y el desarrollo vegetal podrían contribuir a frenar o contrarrestar estos procesos. Sin embargo, el estudio señala que sería preciso investigar más exhaustivamente el efecto neto de esas estrategias.

"Es esencial que conozcamos esta información para poder hacer proyecciones de futuro precisas sobre las condiciones climáticas", añadió Crowther.

"Solo entonces podremos establecer objetivos realistas y realmente efectivos para la emisión de gases de efecto invernadero".

Traducción por Mario Abad.