Colombia 2066: Según Iván Benavides, la última gran revolución popular será el silencio

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Música

Colombia 2066: Según Iván Benavides, la última gran revolución popular será el silencio

Faro de la nueva música colombiana, el músico, productor y gestor imagina un futuro consecuente con nuestro presente: terrorífico.

En 50 años, a Colombia lo seguirán llamando el País del Sagrado Corazón, pero internacionalmente seremos más conocidos como Columbia.

En la nueva bandera, el amarillo y el azul se verán un poco descoloridos. El rojo resaltará.

En nuestro escudo, se incorporará la figura central del Divino Niño, pero con el rostro de Álvaro Uribe, "El Gran Colombiano", al estilo del altar que Paloma Valencia comenzó a popularizar en 2016.

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En vez de "Libertad y Orden", nuestro lema será  "Mano Firme" a manera de resumen del "Mano firme y corazón grande" del pasado.

"La libertad de Ublime" será un verso incorporado al inmarcesible Himno Patrio.

Todas las imágenes por Dani Senior.

El sistema económico vigente será extractivismo y corrupción (como ahora pero más fuerte).

Después de haber sido uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, muchos de nuestros paisajes se parecerán a los de Marte. Donde antes se veían ciénagas, lagunas, nevados, superficies de agua y ríos caudalosos, hoy habrá desiertos.

En el futuro lucharemos por el agua, antes abundante y ahora escasa y preciada.

La noticia del año será el cambio de un articulito en la Constitución para hacer posible la cuarta reelección consecutiva del anciano e inmortal pro-hombre Tomás Uribe como Presidente.

En materia de drogas, la cocaína habrá pasado de moda. Lo más común serán  las drogas sintéticas manejadas por mafias transnacionales. Para ese entonces, ya habremos acabado con la selva a punta de glifosato.

Habrán desaparecido la mayoría de las 64 lenguas nativas que actualmente se hablan en Colombia y el Spamglish (mezcla de español, Spam e Inglés) será el lenguaje común.

En un estado de opinión, la  post-verdad y el insulto de pocos caracteres será lo más común en las redes tecnológicas multiplataformas masificadas. El que no es insultado, no existe. La gente creerá estar bien informada.

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En materia vacacional, el programa Familias en Acción tendrá unos centros recreacionales masivos, parecidos a unos centros de concentración pero con piscinas.

El juego favorito entre los niños será  Survivor 3D. La última prenda de moda serán unas gafas de realidad virtual que permitirán ver al mundo de acuerdo a tu fantasía. La música más popular: cierto tipo de electrónica tarada ante la cual el actual reguetón parecerá sofisticado.

Serán derrotadas las entelequias "castrochavistas" del matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas gay o padres solteros. Todos estos serán considerados enfermos o perturbados en una sociedad donde la moral y las buenas costumbres volverán a reinar, tal y como fue el deseo de Alejandro Ordoñez en el 2016, elevado en el futuro a la categoría de prócer.

La última contrareforma agraria será un éxito. No habrá cabildos con territorios comunitarios en el Pacífico, ni Zonas de Reserva Campesina, ni territorios ancestrales reconocidos, pues en la visión mayoritaria de desarrollo, los negros, los indios y los campechanos generaban atraso. El mensaje positivo del  futuro régimen será: "Todos somos ciudadanos sin diferencia".

Como respuesta a esto,  campesinos, afros e indígenas se organizarán de manera clandestina en grupos de resistencia pacífica.

El gobierno nacional negará que haya existido alguna vez conflicto en Colombia en el último siglo. Los campesinos, afros, indígenas o "desviados sexuales" que protesten, serán encarcelados y  considerados anomalías sociales, enfermos mentales o simples terroristas.

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La última gran revolución popular será el silencio.

La libertad de pensamiento, el delito más común.

El deporte nacional: la envidia.

Y la religión principal será el dinero.

Nuestra generación será recordará por no haber hecho lo suficiente para evitar la debacle.

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