Solía ponerme celoso por ver como los actores sin corazón reventaban platos en las paredes—Yo también quería destruir cosas. Quería sentir ese abandono temerario, esa habilidad de poder romper cosas sin consecuencias. Y ahora, lo conseguí.Por únicamente 20 dólares en el complejo Battle Sports de Toronto, puedes rentar una “Rage Room” (Salón de la rabia) un espacio en el que puedes destruir todo lo que quieras. Después de seleccionar un arma, te hacen pasar a una sala llena de artículos chinos como copas de vino, relojes, sillas, mesas y otros destructibles—selecciona tus objetos deseados del menú de la rabia—y acompañado de una canción de tu elección: ¡A destruir! bastante simple, de verdad.
Al inscribirte en la newsletter de VICE, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de VICE que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.
