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Úrsula, la Bruja del Mar, se inspiró en un Drag Queen de Baltimore

Una diva con el autoestima elevada, la reina de la calle que lanza besos a los transeúntes que no precisamente la aman.

Capturas por la autora, vía

Una diva en sobrepeso con autoestima elevada, la reina de la calle que lanza besos a los transeúntes que no precisamente la aman. “La persona viva más asquerosa” que lleva acentuado maquillaje, su fabuloso peinado bajo un rubio pseudo platinado y que porta -como ninguna- su vestimenta glamurosa en un cuerpo de hombre, mientras come popó de perro fresca y ríe como Diva. Se trata del drag queen Divine, y sí, fue quien inspiró a los animadores de Disney a diseñar a Úrsula: la villana octópoda que le quita la voz a Ariel, se burla y lo hace de la manera más stylish posible en el éxito animado de 1989 “La Sirenita”.

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Transcurría la década de 1960, Glenn Milstead era un joven de Baltimore cuya sexualidad era un secreto, sobretodo en esa ciudad donde ser homosexual era casi un delito. Tímido, con sobrepeso y muy, pero muy afeminado eran términos que describían a Glenn, pero antónimos al comportamiento de Divine, su personaje que le permitió ser todo lo que no había podido ser anteriormente: Glamurosa, independiente, lista para todo y, por supuesto, asquerosa. Si alguien le buscaba problemas a Divine, el saldo sería escupitajos en la cara, insultos degradantes y bitch-slaps mientras suda escarcha y porta sandalias con pompones rosados.

En la escena contracultural de Baltimore, Divine pasó a ser Diva consagrada luego de su interpretación como Babs Johnson, la protagonista de la icónica película de John Waters ‘Pink Flamingos’, el éxito de culto que no sólo sigue siendo controversial, horrenda y un verdadero ejercicio de mal gusto, sino también una sucia demostración de una sucia verdad.

En el Baltimore de ese entonces los drags, gays y weirdos amaban tanto a esta sucia damisela como a las películas de John Waters, y Howard Ashman (el futuro guionista de La Sirenita), era un local homosexual que sabía el gran potencial que puede tener un personaje tan genuino, extravagante y delicioso como Divine.

Ahora bien, dentro de la historia original de La Sirenita escrita por Hans Christian Andersen, la bruja del mar es un personaje poco relevante, sin embargo, los productores del largometraje animado, decidieron hacerla grande -no sólo literalmente-, y convertirla en la villana de la historia al mejor estilo Disney. Úrsula, antes de ser una octópoda fabulosa, fue una manta raya, un elegante pez escorpión con capa y una especie de tiburón con mohawk rosado, todos diseños a los que les faltó el je-ne-sais-quoi y no llegaron muy lejos. Una vez que Ashman ve la propuesta de pulpo, no pudo evitar notar la similitud entre el boceto del animador Rob Minkoff y Divine, el cual evocaba a un pulpo vampiresco con actitud de diva por excelencia. Procedieron a agregarle maquillaje pronunciado, cejas estrictamente delineadas, boca roja, manicura perfecta y un peinado envidiable. En pocas palabras, convirtieron a Divine en octópoda y la animaron para que hiciera su actuación estelar en un éxito de la pantalla grande como la villana del cuento de hadas. El sueño de Glenn Milstead se hizo realidad.

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Esta mujer corpulenta y extravagante, lleva en su cuerpo, que se desplaza con la elegancia distintiva de los pulpos, un vestido negro con corte de corazón en el busto demostrando que sabe de moda y entiende que usar el famoso Little Black Dress la convierte en una fashionista, y sobretodo ésta fabulosa versión que se conecta con sus 6 divinos tentáculos (no le hicieron 8 por razones financieras).

Ursula le cambia la voz a Ariel por un par de piernas humanas, se convierte en una antagonista que trabaja “a favor” de la ingenua princesa que busca, a toda costa, a su príncipe azul. En resumen, domina a la princesa, la usa, la engaña, la deja muda y le sugiere que no desestime el poder del lenguaje corporal, y todo esto sin perder el estilo, el glamour y la divinidad. Aunado a esto, y con miras a ponerle la cereza al helado, nos deleita con su tema Pobres Almas Desafortunadas (Poor Unfortunate Souls) moviéndose al ritmo del compás con su tumbado sensual y digno de una diva High Class.

No es de sorprenderse que Úrsula, la indigna stylish y con más actitud que ninguna, se robe los corazones de más de uno, todo esto gracias a su alma, que es Divine. Su esencia quedó perfectamente retratada en este maravilloso pulpo cruel que no deja de divertir permitiendo admirar a quien fue y sigue siendo la reina drag de Baltimore.

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