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Comida

Por qué las mujeres no se excitan cuando tienen hambre

Aparentemente el hambre tiene peores efectos que el mal humor. Resulta que las mujeres pierden su libido cuando tienen el estómago vacío.

Dios se apiade de las almas que tienen que lidiar con nosotros cuando estamos en estado de hambre inminente. Podemos culpar a bajo nivel de azúcar en la sangre o a la activación de las neuronas de pánico por ese mal humor que nos cargamos cuando sentimos que morimos por falta de alimento, pero eso no nos ayuda a comprender los efectos emocionales que genera en nosotros la sensación del estómago vacío.

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La cosa se pone peor cuando hay dos personas hambrientas tratando de soportarse mutuamente y discutiendo sobre si ordenar pizza o ir al Oxxo por unas papas y unos lonchibones, pero según este nuevo estudio, las mujeres sufren más, pues pierden su libido cuando sufren la agonía del hambre.

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Esta investigación, llevada a cabo por la Drexel University en asociación con la University of Pennsylvania y recientemente publicada en la revista Appetite, examina la interacción entre el hambre y los estímulos "románticos"; es decir, en cómo las mujeres responden a las imágenes amorosas con el estómago vacío.

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Un equipo de investigadores, dirigido por la becaria postdoctoral Alicia Ely, observó las resonancias magnéticas de un grupo de 20 mujeres hambrientas (tras un ayuno de 12 horas) mientras ellas miraban imágenes románticas. Nada pornográfico, puras escenas de amor: parejas tomándose de las manos, besándose, abrazándose, etc. Las mujeres también observaron fotografías de cosas neutrales, como una bola de boliche, para que los científicos pudieran comparar reacciones.

Ely ya había hecho investigaciones sobre cómo las mujeres responden a imágenes de alimentos grasosos, comparando las que tenían el estómago lleno contra las que llevaban horas sin comer; pero esta vez quiso añadir el factor X: l 'amour.

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Al terminar la primera fase, las mujeres se bebieron una malteada de 500 calorías y regresaron para una segunda ronda de resonancias, mientras observaron la misma secuencia de imágenes. Esta vez todas mostraron mayores indicadores de excitación sexual. "Estuvieron más sensibles a las señales románticas después de comer", le dijo Ely a Time. "Cuando tenemos hambre estamos ansiosas, molestas e irritables; pero cuando estamos satisfechas nos excitamos más fácilmente".

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La hipótesis de Ely es que la diferencia en el efecto estimulante podría deberse a que las mujeres tienden a distraerse por su propia hambre y no pueden sacar sus pensamientos de los alimentos para meterlos en el túnel del amor. Así que si eres mujer y deseas excitarte, asegúrate de no llegar hambrienta a la cama. Después de todo, estás buscando una satisfacción primordial.