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La hora mágica

El colectivo París-Ayotzinapa prepara manifestaciones para recibir a EPN en la Bastilla

Mientras el gobierno de François Hollande se prepara para celebrar a Peña Nieto, mexicanos en Francia se disponen a recibirlo con manifestaciones y con una campaña de concientización.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, será el invitado de honor a las celebraciones de la fiesta nacional francesa de este año. El Día de la Bastilla se celebra el 14 de julio y conmemora el aniversario de la toma de la célebre prisión, simbólica del poder monárquico que enviaba allí a a sus detractores arbitraria e indistintamente. Su caída, en 1789, representa para Francia el fin de la monarquía absoluta y de un régimen de privilegios.

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Mientras el gobierno de François Hollande se prepara para celebrar a Peña Nieto, mexicanos en Francia se disponen a recibirlo con manifestaciones y con una campaña de concientización para la sociedad francesa que comenzó tras la desaparición de 43 normalistas de Guerrero en septiembre de 2014.

Algunos mexicanos no pueden ni decir su nombre. "Ese señor que ahora está muy ensillado" lo describe despectivamente Mariana (cambiamos su nombre para mantener su anonimato), "dejó pulverizado al Estado de México". La asociación civil que Mariana fundó legalmente en París el año pasado busca apoyar grupos de mujeres mexiquenses a largo plazo para sostener sus actividades productivas al brindarles máquinas de coser de alta calidad. Ya antes de su constitución legal, la asociación había logrado reunir fondos en distintas ocasiones para apoyar el refugio de migrantes del Padre Solalinde, pero es hasta ahora, a partir del crimen de Ayotzinapa, que otros mexicanos en Francia se están acercando a estos grupos.

A siete años de haber llegado a Francia, Mariana reconoce que "es la primera vez que hay tanta gente con mucha disposición e impotencia actuando". Las integrantes del colectivo París-Ayotzinapa concuerdan en que Ayotzinapa ha representado un parteaguas no sólo para la sociedad civil del país, sino también para los mexicanos en el exterior. Algunas de las integrantes de este grupo han sido víctimas directas de la violencia y arbitrariedad del Estado mexicano, pero otras reconocen no haber tenido una conciencia política hasta antes de septiembre del año pasado. No obstante, la situación del país ha obligado hasta a los más indiferentes a tomar una postura.

Las redes sociales han sido clave para convocar, organizar y concretar las acciones que han culminado hasta ahora tanto en manifestaciones y marchas, como en el envío de recursos económicos a México (en enero pasado, se enviaron cerca de tres mil euros —casi 50 mil pesos— a los padres de los normalistas) y en la organización de envíos masivos de cartas a legisladores franceses exigiendo el retiro de la invitación a Peña Nieto.

Apartidistas, las integrantes de estos colectivos se sienten empoderadas con la seguridad de vivir en un país que protege sus libertades esenciales. Un país que, no obstante, aplaude a un Estado al que los valores republicanos nunca han le han importado lo suficiente.