Los periodistas relevan a los teóricos conspirativos en el caso del MH17

The Russian Times dijo que el MH17 había sido impactado por error, cuando alguien intentaba destruir el avión de Vladimir Putin. Pero inmediatamente refutaron la teoría.

Si lo intenta, puede imaginarse un tiempo en el que las noticias eran algo que la gente reflexionaba, algo a lo que le dedicaban su tiempo. Puede que se le venga a la cabeza la imagen del desayuno, un periódico y un matrimonio debatiendo un dilema internacional. O quizá, el retrato de una sala de redacción repleta de periodistas, debatiendo acaloradamente la manera más efectiva de transmitir una historia a sus lectores.

¿Alguna vez existió ese tiempo? Probablemente no. De todos modos nos encontramos en el polo opuesto de aquella imagen.

Ahora parece que las emisiones periódicas son cosa del pasado. En tiempos de periodismo líquido y de constante actualización, los debates se dan entre editores y periodistas en una balacera de mensajería instantánea. Y cada equipo de noticias se debate por ser escuchado sobre la cacofonía internacional generada por otros equipos. Twittean nuevos ángulos noticiosos tan rápido como se los permite la fibra óptica. Y las conexiones realizadas quizá no tendrían impacto si hubiese tomado más tiempo para contemplarlas.

A inicios de este año, el vuelo 370 de Malaysia Airlines desapareció. Fue extraño y perturbador y la falta de evidencias dejó mucho a la sospecha. Las teorías conspirativas fueron tentadoras (siempre lo son en esas circunstancias) porque ofrecían razones para el desastre. Sacan el miedo del misterio y lo reemplazan por la sensación de que podemos creer que alguien, en algún lugar, sabe la verdad.

Muchos portales de noticias cubrieron el ángulo teórico-conspirativo del vuelo MH370, la mayoría con un tono escéptico y positivo. Esta semana, otro avión, el MH17 también de Malaysia Airlines, se estrelló en la zona de conflicto insurgente de Donetsk, Ucrania. No sorprende que muchas agencias de noticias adoptaran un ángulo y un tono similar.

Por lo menos un sitio de noticias australiano hizo explícita la conexión. “Horrible coincidencia o algo más…” comenzaba el artículo. Esta alusión al complot fue más rápida que los mismos teóricos de la conspiración. El control de tráfico aéreo ucraniano reportó la pérdida de contacto con el vuelo a menos de un día de que se publicara el artículo. A ese punto, muchos sitios conspirativos populares aún estaban procesando la noticia. Casi al mismo tiempo, un colaborador de abovetopsecret.com dijo, “dejemos que las especulaciones comiencen”.

Hacer alusión a la conspiración es una cosa, pero en muchos otros lugares los periodistas han derrocado totalmente a los teóricos conspirativos y han comenzado a hilar coincidencias. “Hay tantos diecisietes y sietes: vuelo MH17, Boeing 777, primer vuelo el 7-17-97 y se estrella 17 años después, el 7-17-14.” Se nos ha dicho que todo esto, “sin duda, atraerá la atención de los numerólogos y teóricos de la conspiración”. Y en caso de que te lo perdieras, es un artículo tan apresurado que solo informa sobre teorías que ni siquiera han sido teorizadas.

El Russian Times fue tan lejos que propuso la teoría de que el MH17 fue impactado por error, cuando alguien intentaba destruir el avión de Vladimir Putin. Pero inmediatamente refutaron esa teoría.

En lugar de inventar teorías, otro sitio de noticias exploró varias páginas de conspiración y sus foros para encontrar algún contenido. Sí, recorrieron esas secciones de comentarios donde los trolls se acusan entre ellos de ser nazis, y como si regañaran a los comentaristas escribieron: “pareciera que ninguna tragedia o ningún acto de violencia pudiera librarse de la letanía de los paranoicos internautas que se deshacen en ladridos”.

Esos son los tiempos que vivimos, un sobrepoblado periodo de la historia humana con sistemas de comunicación absurdamente veloces. Hay tantos medios de comunicación compitiendo entre sí, que cuando explota una tragedia cada ángulo es explorado. No es una condena de nuestra era, simplemente es un estado de asombro. Este artículo, incluso, intenta encontrar otro ángulo –un ángulo sobre los ángulos–. Si alguien escribe un artículo sobre este, es solo por la naturaleza actual de las cosas.

En el corazón de este modelo, y de todas las palabras que salen de todos los ordenadores del mundo, hay un sentimiento de pérdida y fragilidad. Algo atroz e inesperado, algo sobrecogedor ha pasado. El MH17 y las 298 personas que iban a bordo han desparecido. De repente la vida se siente precaria.

En momentos como este es de humanos buscar respuestas, como lo es también buscar distracciones. Hay intentos de ambas cosas en la corriente vertiginosa de noticias en la que vivimos, y nos llegan constantemente.

Sigue a Girard en Twitter: @GirardDorney