Hace unos meses, durante las pasadas rebajas de invierno, me compré un abrigo en una cadena low cost de poca repercusión en España. De hecho era la primera vez que compraba allí, nunca antes me había parado ante sus aburridos escaparates. Pero entonces surgió el amor: lo vi allí colgado, era de color azul marino y en su etiqueta se leía que era de lana al cien por cien.

Me gustó tanto que incluso me hice la tarjeta fidelidad de la tienda para obtener un diez por ciento de descuento. Me pareció raro que para conseguir la rebaja tuviese que pagar seis euros para adquirir el carné, pero como igualmente me ahorraba cuatro euros me fui de allí bastante contenta. El invierno no fue nada gélido y en solo dos meses utilicé la prenda unas diez veces.

A pesar de usarlo poco, vi que empezaban a formarse unas bolas inmensas hecho que provocó la retirada inmediata de mi abrigo azul de mi armario (no sin antes haber escuchado las duras críticas de mi abuela comparándome).

Todos hemos tenido algún caso "abrigo azul" en nuestras vidas y seguramente la mayoría hemos aguantado toda la temporada e incluso hemos apurado hasta la siguiente vistiendo una ropa que nos ha costado pasta (sea mucha o poca) y que luego ha salido rana.

Lo que quizás no sepas es que como consumidor tienes dos años de garantía por cualquier producto que compres y en el que puedas demostrar que ha habido un defecto en su fabricación. ¡Incluso en rebajas! Si por ejemplo has comprado la prenda por internet y no te convence tienes hasta catorce días para devolverlo en el caso que te arrepientas o no sea como tu imaginabas.

La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios nos ampara, pero la realidad es que nadie se ha parado a pensar qué consejos prácticos nos serían útiles como consumidores.

Años atrás mi madre fue al súper y compró lejía para el hogar. El bote estaba abierto ya en el comercio y de camino a casa se manchó toda su ropa con el líquido corrosivo, incluido su abrigo. Después de contactar con el anunciante y de poner una reclamación (pues si hubiese llevado un niño pequeño a su lado le hubiese salpicado seguro dañando así su piel) y adjuntar los tiquets de la ropa que llevaba (eso sí, tuvo que ir tienda por tienda para que le emitiesen la factura) consiguió una indemnización que le permitió comprarse ropa nueva y una pequeña cantidad por las molestias ocasionadas.

Por lo que al retorno del dinero se refiere no en todos los comercios puedes exigir la devolución total del importe. Desde la Agencia Catalana del Consum, Lluc Arias, jefe de la unidad de estudios y comunicación, nos indica que cuando el producto está en buen estado solamente tenemos derecho al cambio de producto o devolución del dinero si el establecimiento lo anuncia. Solo en el caso que el producto no fuera conforme con el contrato o hubiese un defecto de fabricación el consumidor puede optar entre exigir la reclamación o la sustitución del producto.

Pongamos por ejemplo que compras unos zapatos por internet y cuando te llegan a casa no te acaban de convencer. En este caso tienes 14 días para desestimar una compra hecha a distancia durante un periodo de 14 días naturales sin indicar el motivo. Este ejercicio será gratuito siempre y cuando no se haya seleccionado una modalidad de recepción concreta más cara que la vía ordinaria o se especifique en la información o precontrato que los gastos de devolución van a parte.

Una vez has rechazado la compra el empresario tiene 14 días desde su conocimiento para proceder a la devolución. Si pasados estos 14 días naturales el consumidor no ha recuperado la suma que se le debe tiene derecho a reclamar la cifra duplicada. Si además puedes demostrar que te ha supuesto un daño y perjuicio que exceda esta cantidad puedes reclamarlo.

Imaginemos ahora otra de tus transacciones online. Si eres de los compradores habituales te habrá pasado que tu proveedor no te haya entregado a tiempo el paquete que tanto esperabas. En este caso tienes derecho a rescindir el contrato. En el caso que el comercio no tuviese stock del producto deberán avisar al consumidor para que pueda recuperar la cantidad abonada antes de 14 días. Si transcurrido el tiempo no lo recibes puedes reclamar una indemnización.

Acabamos con las simulaciones de compra online con otro clásico en la compra sobretodo de billetes de avión. Una vez te dispones a pagar te aparece un suplemento por hacerlo con tarjeta. Pues bien, está prohibido por ley que te añadan un recargo por comprar un artículo por internet por pagar de este modo. Aún así muchas aerolíneas continúan haciéndolo, hecho que denuncian asociaciones de consumidores.

Cada vez más hay consumidores que optan por la compra de artículos de segunda mano y reutilizar así productos que aún son de utilidad. No por ello pierden sus derechos como consumidores. La ley fija que en el caso de los productos de segunda mano vendedor y comprador deberán pactar una garantía y en ningún caso podrá ser menor al año.

En el caso que dichos artículos sean comprados en tiendas de segunda mano tendrán por ley dos años de garantía aún habiendo sido usados. Esa garantía no contempla, como en el caso de los productos nuevos, la posibilidad de sustituir el producto por otro de características similares en el caso que hubiese algún fallo o disconformidad. En este supuesto habría tres opciones: o reparar el producto, rebajar su precio o resolver el contrato y por lo tanto devolver el producto. Aunque se trate de un artículo ya usado si se compra en un establecimiento deberemos exigir un documento de garantía debidamente sellado.

En cuanto a las compras de segunda mano online la diferencia radica en el hecho que se aplica la misma ley de los artículos adquiridos online (los famosos 14 días). Por eso es aconsejable efectuar el pago de un modo seguro y elegir una plataforma de confianza para hacer la compra.

Es sabido que en varias cadenas de ropa internacional se puede cambiar una prenda de ropa aunque no tenga la etiqueta de cartón. Aún así, en cuanto a la devolución sin tiquet de compra o etiqueta de los productos en perfecto estado depende de la política del establecimiento.

Si el establecimiento no manifiesta nada en sus ofertas se entiende que no se admiten cambios en los productos o devoluciones del dinero a sus clientes.

Si por lo contrario el comercio ofrece la posibilidad de cambios o devolución debe informarlo de forma clara y visible a los consumidores, al igual que deben estar indicada la caducidad del plazo. En este caso es aconsejable guardar siempre el ticket de compra de producto o abstracto bancario de la compra con tarjeta, donde conste el importe o el comercio.

Suele ocurrir que aunque intentes mil veces llamar a tu compañía telefónica para solucionar una incidencia acabes hablando con un robot y entrando en un bucle casi paranoico. Aunque vayas a la franquicia de la compañía te advierten que debes realizar la llamada que una y otra vez ya has realizado. Siempre te quedará la opción de notificarlo por correo electrónico o en su página web.

Cualquier empresa debe poner a disposición de los consumidores una plataforma donde puedan dirigir sus quejas y reclamaciones, ya sea por teléfono, correo electrónico, web o fax y además debe ser gratuito. De ningún modo el servicio puede suponer al consumidor un coste superior a la tarifa básica de telefonía. Por ley la empresa deberá contestar tus reclamaciones antes de que pase un mes de tu queja.

Durante el periodo de rebajas muchas tiendas aprovechan para tomarnos el pelo de manera descarada. Según un estudio de FACUA un 88 por ciento de los usuarios han detectado "falsas rebajas", es decir artículos que se publicitan como si estuviesen rebajados pero la realidad es que no existe rebaja alguna.

Algunas de las técnicas denunciadas por la organización son por ejemplo la venta de ropa inexistente antes de las rebajas que el comercio aprovecha para sacar a la luz o bien anunciar rebajas, que existan dos artículos con descuento y el resto de ropa sea de la nueva temporada . La ley plantea que al menos la mitad de los artículos tiene que estar rebajados para colgar un cartel de rebajas, la realidad es que raras veces es así.

Aunque muchos comercios no admiten cambios durante las rebajas (lo deberán especificar en un cartel bien visible) si puedes demostrar que a tu pantalón le falta el botón o bien descubres que tiene una imperfección, siempre y cuando no se haya vendido como saldo, tienes derecho a que te sustituyan el producto por otro impoluto y en caso que no quede otro igual tienes derecho a pedir la devolución del importe. Si los dependientes te indican que no te devolverán el dinero sino que te darán un vale por el importe es que te están timando. Tienes derecho a reclamar la totalidad de lo que has pagado si no te pueden servir el producto que has comprado en perfecto estado.

Si has aprovechado las rebajas para comprar un electrodoméstico y en la tienda te indican que al ser rebajas la garantía es solo de un año que sepas que no es así, tienes dos años. La garantía de un año corresponde a las transacciones de segunda mano.