El debut de Jamie Isaac es el disco perfecto para estar tirado en casa, fumando hierba con tus amigos

Si el mundo de la música fuese exactamente como parece desde fuera, estaríamos tentados de pensar que el sonido que define a Inglaterra son las baladas lloricas sobre rupturas de Adele, el folk enclenque de Ed Sheeram y las confortables y omnipresentes líneas de sintetizador de Calvin Harris. Pero como todos sabemos, eso nunca ha sido así del todo. El sonido inglés siempre ha vivido al margen de las entrevistas en la radio comercial, los Brit Awards y el panfleto que suponen las listas de lo mejor del año en el diario. Es un sonido que crece en los clubs, las calles y en internet.

Podría decirse que la cúspide de ese sonido es lo que pasa en South London. Jamie Isaac es el último flechazo de South London. Sólo unos meses atrás, Jamie Isaac sacó una mixtape con remixes relajados donde se hacía acompañar por gente como King Krule, Jesse James y Black Mack entre otros. Pero su primer disco, que estrenamos aquí abajo, es 100% él, sin invitados.

Escuchándolo encontrarás las raíces contemplativas del jazz con el que Jamie Isaac creció. Si te acercas más, puede que huelas el aroma a hierba y los ceniceros rebosantes. Luego, girando la vista es posible que veas los parques plagados de hojas verdes, las tienduchas de la esquina y los horizontes neblinosos colándose entre los detalles del sonido del disco. Lo que nos recuerda que todavía no te hemos dicho como se llama el disco. Su nombre es Couch Baby, lo cual encaja a la perfección porque el disco entero parece una oda a relajarte sudando en el sofá en mitad del verano, hasta que tu cuerpo se marina con la estimulante atmósfera de la habitación empapada por los amigos, bebidas y objetos que han pasado por allí en las últimas horas.

Creo que lo que estamos intentando decir es: este es la quintaesencia del disco para estar tirado en casa fumando hierba con tus amigos. Es el nuevo rey de la colina. Mas que sonar a clásico moderno para todo fan de la música fumeta, Couch Baby es un archivo triunfal de lo que es un ambiente felizmente aplatanado y, quizá, el mejor disco de este tipo que hemos escuchado en lo que llevamos de año.

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