Emborracharte con desinfectante de manos

Cada dos semanas aparece una noticia alarmista sobre las nuevas y estrafalarias formas en las que los adolescentes se emborrachan. ¡Alcohol por el ano! ¡Tampones empapados de vodka! ¡Chupitos por los ojos! o el Jenkem, una droga casera de Florida creada a base de fermentar heces y meados.

Este tipo de prácticas también incluyen el desinfectante de manos corriente, que, como probablemente sepas, es más que nada alcohol. El alcohol mata los gérmenes, por lo que también es el principal componente de otros productos del hogar de los que se suele abusar, como el enjuague bucal. Para ser eficaces, los desinfectantes de manos a base de alcohol deben contener al menos un 70 por ciento de esta sustancia. Sin embargo, hasta hace poco, no teníamos una idea clara de cuánto y con qué frecuencia los jóvenes están bebiendo esas cosas, o si, como el jenkem, es solo una leyenda urbana.

Las estadísticas de hospitales de Estados Unidos apuntan a que hay gente que sí intenta pillarse un pedal con desinfectante; los centros de control de intoxicaciones aseguran que desde 2010 se han cuadruplicado las llamadas relacionadas con la bebida de desinfectante de manos. Y resulta que el problema no se limita a los Estados Unidos: en Suecia, podría ser aun peor.

Las policía sueca ha pedido a las farmacéuticas de la región de Värmland, en el oeste de Suecia, que retiren de la venta el desinfectante y lo restrinjan a su comercialización por parte de los dependientes, debido al aumento de adolescentes que enferman gravemente por beber el limpiador de manos. Según RT, el tema alcanzó un nuevo pico la pasada Nochevieja, cuando los servicios de Urgencias se colapsaron con llamadas, preocupando a las autoridades. Es invierno y las ventas de desinfectante de manos están por las nubes, con los ciudadanos tratando de evitar el contagio de un resfriado o de la gripe estacional, lo que hace difícil para las farmacéuticas predecir las intenciones de un comprador.

Apoteket AB, la mayor cadena farmacéutica de Suecia, ha pedido a todo el personal que tenga cuidado con la venta de desinfectantes alcohólicos a la vista de la ola de intoxicaciones de alcohol entre los jóvenes.

La edad legal para comprar alcohol en Suecia es de 20 años, y las tiendas de licores son operadas por el estado, por lo que los menores de edad lo tienen difícil para emborracharse a la antigua usanza (es decir, usar identificaciones falsas o conseguir que un amigo mayor de edad en el grupo lo compre).

El pasado febrero, el agente de policía sueco Stefan Sund declaró en la emisora Swedish Radio que los adolescentes se hacen combinados con desinfectante para manos y zumo de naranja.

¡Uf! Suena incluso peor que lo de cogerse un pedo de Jäger con RedBull. Ah, los buenos tiempos…