Obviamente, no todo el mundo se convierte en una mandíbula desencajada con patas después de esnifar un gramo de polvo blanco. Muchos somos capaces de meternos unas rayitas sin acabar obsesionados con nosotros mismos, totalmente fuera de control o comportándonos como unos arrogantes insoportables. Pero muchos otros no son capaces, y de ahí surge el arquetipo del capullo encocado: la tía que no para de dar la lata con su nuevo curro o el típico empanado que no se da cuenta de que la mitad de la gente en la sala no lo aguanta y sigue a su bola.Esto hace que nos preguntemos: ¿por qué ocurre este fenómeno? Y ¿por qué afecta solo a algunas personas?"La cocaína provoca un aumento de la conciencia de uno mismo, lo que puede traducirse en un carácter más introvertido o bien una actitud más sociable pero más dominante", explica Katy Mcleod, directora de Chill Welfare, una iniciativa social con la que se intenta velar por el bienestar y la seguridad de los consumidores de drogas en festivales de música."Uno de los grandes problemas de la coca es cómo te hace sentir y cómo afecta a la relación con los demás, dos aspectos que no siempre coinciden. "Tú puedes crees que estás superingenioso y sociable mientras que los demás están pensando que eres un gilipollas".El arquetipo del capullo encocado: la tía que no para de dar la lata con su nuevo curro o el típico empanado que no se da cuenta de que la mitad de la gente en la sala no lo aguanta y sigue a su bola
Para llegar a la raíz del problema, hablé con David Belin, del Departamento de Farmacología de la Universidad de Cambridge. "Las drogas influyen en tres mecanismos psicológicos del cerebro", me explicó. Con la cocaína sientes una sensación de euforia con la dopamina química que inunda tu cerebro cada vez que te metes una raya. "La dopamina por sí misma no produce placer, ya que es una sustancia que el cerebro utiliza para el aprendizaje", explicó David.Imagina el subidón que experimenta un guitarrista al tocar "Smell Like Teen Spirit" por primera vez. Le gusta tanto que quiere más y pasa directamente a "Heart-Shaped Box". Está eufórico, centrado. El mundo parece más emocionante en ese momento. Pues la cocaína reproduce esa sensación de forma más intensa. "Actúa sobre el cerebro, provocando un aumento de la dopamina y una sensación increíble", añadió David. "Eso incentiva en gran medida el consumo".La cocaína provoca un aumento de la conciencia de uno mismo, lo que puede traducirse en un carácter más introvertido o bien una actitud más sociable pero más dominante
De ahí pasamos a la segunda tormenta que desata la cocaína en tu cabeza. "La cocaína afecta a la corteza prefrontal, que es la parte del cerebro que regula el comportamiento y el buen juicio, en general. De hecho, influye en las funciones ejecutivas, el control inhibitorio y la toma de decisiones. Te sientes muy motivado y a la vez eres incapaz de inhibir tus impulsos y de tomar decisiones acertadas".Te sientes muy motivado y a la vez eres incapaz de inhibir tus impulsos y de tomar decisiones acertadas
Un estudio de la universidad de Maastricht reveló que una sola dosis de cocaína puede entorpecer nuestra capacidad de reconocer las señales de rechazo en los demás, lo que explicaría por qué cuando vamos encocados tenemos la sensación de que todo el mundo está superinteresado en lo que tenemos que decir cuando realmente nadie lo está."En tercer lugar: las drogas generan hábito. A estas alturas, tus impulsos están centrados en la droga y hacen que consumas sin darte cuenta", continuó David, en referencia a lo atractiva que puede llegar a ser esta droga."La cocaína, además, no provoca abstinencia física, pero sí psicológica, y muy intensa. Te sientes nervioso, inquieto, lo que hace que quieras seguir esnifando más".Una sola dosis de cocaína puede entorpecer nuestra capacidad de reconocer las señales de rechazo en los demás
Eso explicaría las ansias con las que la gente apura los restos de coca que han quedado en la bolsita a última hora de la noche.David añade que esos deseos aumentarán o disminuirán si se añade alcohol a la mezcla. Esta combinación crea una droga nueva y muy potente —cocaetileno— tremendamente dañina para el hígado y que aumenta el riesgo de sufrir infartos hasta doce horas después de su consumo.Esos deseos aumentarán o disminuirán si se añade alcohol a la mezcla
Lo último que necesito saber es por qué la cocaína suele aumentar el deseo sexual, pese a que, en el caso de los tíos, muchas veces también genera problemas "estructurales"."A diferencia de la heroína, que provoca placer por sí misma, la cocaína solo hace que veas el mundo más brillante. Por tanto, si la persona que tienes al lado te parece atractiva, lo será más si has tomado coca. Quizá no tengas elección".En varias ocasiones, David mencionó el tema de la elección o la falta de ella. Quien nunca haya tomado drogas puede que lea esto y piense, Si causa tanto problema, pues no te metas coca. Y lleva razón. Pero ¿en qué momento el "consumo ocasional" deja de serlo para convertirse en una adicción?"Digamos que la probaste una vez en una fiesta y te gustó", dice David. "Luego la vuelves a probar dos meses después. Después pasas a meterte rayas todos los sábados, pero piensas que no pasa nada, porque es solo los fines de semana. ¿Realmente quieres tomarla o te ves abocado a tomarla sin quererlo cuando estás en el ambiente apropiado?Si se trata de este último caso, es que estás perdiendo el control. La tomas como si fuera un acto reflejo. Es por el momento, el estado de ánimo. Las condiciones que provocan tu apetencia —la compañía de ciertas personas o el consumo de alcohol— indican que estás buscando excusas para consumir. Mi recomendación es que quedes con esos mismos amigos un sábado por la noche y que acordéis no tomar cocaína. Si no llegáis al final de la noche, algo falla".@GobshoutTraducción por Mario Abad.Si la persona que tienes al lado te parece atractiva, lo será más si has tomado coca. Quizá no tengas elección